sábado, 13 de diciembre de 2014

Los Cuatro Acuerdos

Don Miguel Ruiz y “Los Cuatro Acuerdos”


Compilado por Graciela Sepúlveda

Recientemente visitó Monterrey, N.L. México el Dr. Don Miguel Ruiz para ofrecer una de sus conferencias, y al ver los panorámicos anunciando su presentación me sentí atraída a investigar sobre él y sobre su vida, y hoy les comparto una semblanza de los éxitos que ha alcanzado y de cómo un accidente casi fatal lo regresó a lo que la vida esperaba de él, a cumplir su misión…

Miguel Ángel Ruiz Macías, mejor conocido como Don Miguel Ruiz, nació en Guadalajara, Jalisco el 27 de agosto de 1952 en el seno de una familia humilde y practicante de las antiguas tradiciones del México rural, es el más joven de 13 hermanos. Él se considera muy afortunado, ya que de su familia aprendió desde muy temprana edad que todo es posible, si realmente lo queremos.

Sus padres, Don José y doña Sarita, así como su abuelo, Don Leonardo eran curanderos y todos creían que Miguel iba a continuar su legado de la centenaria tradición tolteca, sin embargo Don Miguel se sintió atraído por la vida moderna y asistió a la escuela de medicina, se convirtió en un neurocirujano y estuvo trabajado en Estados Unidos dedicándose a hacer cirugías de cerebro y de médula espinal con sus hermanos, también médicos.

Un accidente automovilístico casi fatal cambió el rumbo de la vida de Don Miguel; ese día de 1979, tendido en el suelo, sintió que salía de su cuerpo y que al verse, preguntó: “¿Si no era cuerpo, qué soy?”. Siempre quiso saber cómo funcionaba la mente humana, y con esa intención, dejó la medicina y se dedicó al estudio de la psique, para saber cómo el ser humano acciona y reacciona ante lo que percibe. Así, regresó hacia lo que aprendió de sus padres y sus abuelos, este legado del tolteca, nombre que significa “artista” y se dio cuenta de que la sabiduría tolteca de su familia contenía todas las herramientas necesarias para cambiar la mente humana. Don Miguel permaneció 10 años compartiendo su legado con otros aprendices de esa cultura. Se convirtió en chamán, descubrió maneras de vivir mejor y se preparó para llevar su mensaje por todo el mundo.

Se trasladó a vivir a Estados Unidos y ahí escribió “Los Cuatro Acuerdos”, libro que fue publicado por primera vez en 1997, y que es la introducción al tipo de vida del artista, o sea del Tolteca, porque una vez que cambias tus ojos tu atención se fija en lo bello, dejas de fijarte en lo dramático, ya no eres una víctima sino te conviertes en un héroe que ve todos los eventos que están sucediendo como obstáculos que va a vencer, porque se tiene la calidad y capacidad de vencerlos. Hasta hoy, el libro ha sido traducido a 36 idiomas y por más de siete años estuvo en la lista de best sellers de The New York Times. Este libro contiene una serie específica de medidas prácticas, que cuando es utilizado por cualquier persona, puede dar lugar a la transformación personal consistente y de largo plazo. Los cuatro acuerdos son:
  1. "Sé impecable con tus palabras".
  2. "No te tomes nada personalmente".
  3. "No hagas suposiciones".
  4. "Haz siempre tu máximo esfuerzo".
En febrero de 2002, don Miguel sufrió un ataque al corazón casi fatal. El daño causado por el ataque al corazón y el posterior coma lo dejaron con un corazón funcionando a sólo el 16% de la capacidad y en constante dolor. Don Miguel no aceptó el pronóstico de su médico de que iba a estar limitado a una vida inactiva de reposo en casa. Él, personalmente, encarnaba el mensaje que compartía, y continuó viviendo con alegría su vida, compartiendo su mensaje a través de libros, conferencias y jornadas. A pesar de que estaba disfrutando de la vida, también sabía que se estaba muriendo lentamente y se centró en la preparación de sus hijos para continuar con su legado.

En 2009 el cuerpo de Don Miguel comenzó a deteriorarse mucho más rápidamente y solicitó un trasplante de corazón. En agosto de 2010 fue puesto en la lista de espera del trasplante. El 9 de octubre de 2010, estando en un retiro en Wimberley, Texas, se enteró de que un corazón estaba disponible y tuvo que encontrar rápidamente un avión que lo llevara a Los Ángeles. Don Miguel recibió con éxito el trasplante de corazón y fue un nuevo comienzo vivido con profunda gratitud y generosidad y en el que estaba dispuesto a compartir su mensaje con toda la humanidad.

En la tradición de los toltecas, un Nagual (chamán) guía a un individuo a la libertad personal. Después de explorar la mente humana de un tolteca, así como la perspectiva científica, Don Miguel ha combinado la antigua sabiduría con ideas modernas y creó un nuevo mensaje para toda la humanidad, con base en la verdad y el sentido común. Ha dedicado su vida a compartir este nuevo mensaje a través de conceptos prácticos que promuevan la transformación. Su mensaje es simple y cuando se aplica, incluso de forma gradual, cambia vidas.

Don Miguel es muy respetado en todo el mundo. Ha recibido numerosos reconocimientos, incluyendo una moneda de la Fuerza Aérea de Estados Unidos grabada con Los Cuatro Acuerdos, y hacen referencia a él como una reliquia de México, también es un escritor muy conocido tanto por lectores de habla hispana como por sus lectores de habla inglesa, especialmente desde que fue presentado a la audiencia del programa de televisión de Oprah por Ellen DeGeneres en 1999. Su libro “Los Cuatro Acuerdos”, se ha mantenido en la lista del programa como una de las recomendaciones favoritas de todos los tiempos.
Otros libros que ha escrito son: “La Maestría del Amor”, “La Voz del Conocimiento”, “El Quinto Acuerdo”, en colaboración con su hijo Don José y el “Libro de la Sabiduría”. Todos sus libros son best-sellers internacionales.

Don Miguel con la conductora de TV Oprah Winfrey
Don Miguel Ruiz, un hombre que encontró el éxito continuando con el legado de sus ancestros y compartiéndolo con todo el mundo, encontrando en esto su plena realización y felicidad. Para terminar les comparto un pensamiento de Don Miguel Ruiz: «No hay razón para sufrir. La única razón por la que sufres es porque así tú lo exiges. Si observas tu vida encontrarás muchas excusas para sufrir, pero ninguna razón válida. Lo mismo es aplicable a la felicidad. La única razón por la que eres feliz es porque tú decides ser feliz. La felicidad es una elección, como también lo es el sufrimiento».


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