sábado, 16 de diciembre de 2017

Una vida de película...


A veces en el camino hacia un sueño te pierdes y encuentras uno mejor”… y yo pienso que algo así le pasó a Scott Neeson, que cuando tenía todo, como seguridad, riqueza y bienestar, dejó todo para ir a vivir a Camboya y ayudar a cientos de niños y sus familias sin hogar, viviendo en pobreza extrema, y ahí encontró una vida nueva y mucho más feliz. Déjame compartirte la historia de este gran ser humano…

Graciela Sepúlveda


Scott Neeson nació el 23 de marzo de 1959 en Edinburgh, Escocia, cuando tenía 5 años su familia se mudó a Elizabeth, en el sur de Australia.

Scott nunca imaginó mucho futuro para él pues creció en un vecindario de clase trabajadora, donde su padre trabajaba para el Departamento de Defensa y su madre como una ayudante de  limpieza, era un niño frágil, infeliz en el hogar y en la escuela.

"Muchos de los profesores me decían que sería un desempleado, que siempre viviría de la beneficencia social”, dice Scott.

Abandonó la escuela en la preparatoria y encontró trabajo entregando carteles de películas a los cines, su trabajo lo llevó después a ser proyeccionista y luego asistente del director de la programación del cine, consiguiendo finalmente el cargo de director ejecutivo de la distribuidora de cine australiano que más tarde se fusionó con Sony. En 1993 fue vicepresidente de marketing internacional para Fox y se trasladó a Estados Unidos, específicamente a Los Ángeles, California, donde se convirtió nada menos que en el presidente de la 20th Century Fox, y este era el niño que iba a vivir de la asistencia social.

Un compañero de trabajo comenta sobre Scott que siempre fue una fuerza impulsora importante y que estaba muy motivado para tener éxito.

Cindy Crawford
Y junto con el éxito llegaron grandes beneficios de lujo. "Cindy Crawford vivía a dos puertas de mí", dice, riendo. “Para alguien a quien le habían dicho una y otra vez que nunca llegaría a nada, ganar un millón de dólares y tener este gran estilo de vida era algo que nunca había soñado."

En el 2003, Scott dejó la Fox para asumir un nuevo rol en Sony Pictures Entertainment. Fue en medio de estos dos trabajos que Scott tomó un tiempo para vacacionar y viajar por el sudeste de Asia, en donde visitó el basurero tóxico Steung Meanchey en Phnom Penh, Camboya, esto cambió totalmente su vida. Steung Meanchey era el hogar y lugar de trabajo de varios cientos de niños y niñas de los más pobres y abandonados de la región. El Banco Mundial afirma que un 35% de la población de Camboya, de unos 14 millones, subsiste con menos de $ 0.50 USD por día, sin embargo, un adulto que pasa 12 horas al día hurgando a través de este mar de desechos puede ganar hasta $ 2.50 USD, muchos de los trabajadores van a laborar a Steung Meanchey para escapar de la aplastante pobreza y la desnutrición que se encuentra en varias áreas de zonas rurales de Camboya. Su nueva “riqueza” la pagan con un precio muy alto, ya que se ven obligados a respirar el aire contaminado por el pesado arder constante que generan subproductos tóxicos de los montones de basura en llamas.

Cuando Scott hizo su segundo viaje a Phnom Penh y estaba tratando de ayudar a tres niños enfermos, recibió una llamada a su celular, era un agente cuyo cliente, una gran estrella de cine, estaba teniendo una crisis antes de abordar su avión privado porque no estaba bien surtido con todas las comodidades y características que había pedido. “Mi vida se supone que no iba a ser tan difícil” se quejaba el actor, mientras al otro lado del teléfono Scott estaba con los niños muy enfermos escuchando los gritos del mentado actor, esta fue la señal que Scott Neeson necesitaba para decidirse a cambiar su vida.

Vendió su mansión, su yate, su Porsche, etc. y se fue a vivir a Camboya donde fundó la “Fundación de los Niños de Camboya”. La meta inicial de Scott era manejar las necesidades de 45 niños que conoció en el basurero tóxico del Steung Meanchey. Hoy la Fundación sirve a más de 1,800 niños con seis instalaciones en Phnom Penh. También hay una clínica médica gratuita para las familias y programas de vivienda, de cuidado materno, de agua limpia y de ayuda para los abuelos.

Hay una escuela, también una guardería y cuando los niños terminan su educación básica los ayudan a enfocarse en su futuro y su carrera con el programa de entrenamiento vocacional.

Scott habla sobre el significado de la vida, pues ve que muchas personas ven el éxito como el tener casas caras, coches y otras cosas materiales, además, amigos influyentes. Estos son los objetivos que muchas personas se esfuerzan por obtener, y no está mal. Sin embargo, como uno de los productores de cine más importantes de Hollywood (supervisó filmes como 'Braveheart,' 'Titanic,' 'Star Wars' y 'X-men'), Scott experimentó la fama, la fortuna y el éxito, pero todavía tenía una sensación de vacío en su alma. Se preguntaba, "¿Por qué todavía no me siento feliz cuando estoy en este gran momento de mi carrera?"

Visitar el basurero tóxico de Phnom Penh fue la respuesta a lo que estaba buscando.

"Es el deseo de saber por qué estamos aquí y lo qué se supone debemos hacer con nuestras vidas", dice Scott.

Scott encontró la plenitud espiritual con la decisión de trasladarse a Camboya y establecer la Fundación.

La Fundación de los Niños de Camboya ha recibido cobertura mediática en todo el mundo debido al cambio tan drástico que tuvo Scott al pasar de vivir en Hollywood, a vivir en un basurero en Camboya. Él todavía está cerca de muchos de sus antiguos compañeros, que son productores y actores de Hollywood, en Estados Unidos. Uno de ellos es Tony Robbins, un autor de éxito, orador motivacional, y asesor de líderes de todo el mundo, entre ellos Nelson Mandela, Mikhail Gorbachev, Margaret Thatcher, Francois Mitterrand, la princesa Diana, la madre Teresa, y tres presidentes de Estados Unidos, incluyendo a Bill Clinton.

Cada verano Tony Robbins tiene un seminario llamado “Cumbre Global de Liderazgo Juvenil” en San Diego, California, Estados Unidos, y Tony invita a 10 jóvenes camboyanos a asistir cada año. Los jóvenes seleccionados deben ser capaces de hablar inglés y demostrar cualidades de liderazgo, ya que serán los futuros líderes de Camboya. Scott también aprovecha esta visita a Estados Unidos para recaudar fondos para la Fundación mediante la celebración de eventos de caridad en California y Nueva York. La Fundación está financiada por donantes privados y cuenta con una base de datos de más de 10,000 personas.

Estos días Scott Neeson (quien ha vivido en Camboya durante los últimos 12 años) sigue teniendo esa fuerza impulsora que lo caracterizaba en su trabajo, sólo que ahora en cosas diferentes. Comienza a trabajar en la madrugada con una taza de café de su cafetera exprés - su único lujo - y deja el país sólo para viajes de recaudación de fondos. Utiliza sus formidables habilidades de negociación para persuadir a los padres desesperados y hambrientos a matricular a sus hijos en su escuela, o llevar a su bebé enfermo a su clínica.

"Supongo que me identifico con los niños que nunca creerían que podían hacer algo con sus vidas", dice. "Han pasado por muchas cosas, pero son sumamente enérgicos y alegres. Tengo más amor en mi vida de lo que nunca pensé que existía. Mi temor es lo que me hubiera pasado si  todavía estuviera viviendo una vida centrada solo en mí”.

Una de las cosas de la que Scott está muy orgulloso es de que de sus 200 estudiantes iniciales, 130 se encuentran ahora en la universidad y están asumiendo la responsabilidad de muchos de los problemas de la comunidad. “Están combinando la educación de alto nivel con líderes de la comunidad. El mundo tiene un excedente de personas con estudios superiores que no están retribuyendo y están centrados en simplemente tener éxito en los negocios o en sus carreras, si vamos a cambiar el mundo de manera significativa, entonces tenemos que enfocarnos no sólo en la educación, sino en la responsabilidad comunitaria, retribuyendo a la sociedad y considerando la importancia que tiene la familia” dice Scott.

Srey Nich, la primera niña que Scott conoció en el basurero, estudió en la escuela de la Fundación y ahora ya tiene 18 años y está haciendo planes para ir a la universidad el próximo año, Scott mejoró la vida de Srey, pero Srey mejoró muchísimo más  la vida de Scott, dándole un sentido a la misma, ahora muchos niños de Camboya tienen un futuro.

Cada uno de nosotros tenemos el poder para lograr cambios significativos, buenos o malos, si optamos por usar ese poder, y depende con qué propósito, eso definirá nuestro legado.

Les dejo la página de la fundación de Scott Neeson para que la visiten y conozcan más de su obra https://www.cambodianchildrensfund.org/ 


La paz y la alegría son frutos de ese servicio a los demás.