sábado, 21 de abril de 2012

El hombre con la voluntad de hierro...


"Dicen que tiempos pasados fueron mejores tiempos, yo creo que no es cierto, que no es cierto que tiempos pasados hayan sido mejores tiempos, lo que pasa es que en aquellos tiempos no sabíamos el verdadero valor del tiempo y por eso nos gustaba perder el tiempo.
Pero hoy, que ha pasado el tiempo y nos damos cuenta que la vida es tiempo y el tiempo es vida, no debemos perder el tiempo porque perdemos vida. 
Debemos aprovechar cada instante, cada minuto, cada segundo, cada hora, cada día, cada noche, cada tormenta, cada amanecer, cada atardecer, cada crepúsculo, cada flor, cada árbol, cada animal, cada ser humano.
Debemos aprovecharlo y exprimir de el su esencia, lo mejor que tenga, para nutrirnos.
Y no debemos perder el tiempo por una simple razón; porque la vida y el tiempo se acaban al mismo tiempo"


Julio Alemán


En semblanzas hoy presentamos a 


El hombre con la voluntad de hierro...


Compilado por Graciela Sepúlveda


Como un homenaje a un gran y talentoso actor mexicano, un gran hombre que supo hacer de su vida todo un éxito haciendo lo que tanto amaba y que recientemente falleció, les comparto una parte de su vida…


Julio Méndez Alemán nació en Morelia, Michoacán el 29 de noviembre de 1933, su padre era banquero, fue el octavo de once hermanos. Cuando tenía dos meses de edad se mudaron a Torreón, Coahuila.


Julio tuvo una infancia muy feliz en medio de una economía holgada, su papá se propuso que cada uno de sus hijos tocara algún instrumento y practicara algún arte, Julio eligió la guitarra y la escultura. Sus padres eran muy caritativos, y frecuentemente iban a algún orfanatorio a llevar comida y regalos a los huerfanitos, al terminar de cenar, el papá les decía a los niños: “Ahora todos siéntense porque mis hijos les van a hacer el show” y todos tocaban, cantaban y bailaban, los niños les aplaudían mucho, y esto le gustó a Julio, y empezó a crecer con la idea de ser artista. A su papá no le gustó la idea de la “artisteada” y lo obligó a estudiar Ingeniero Agrónomo Textil, al terminar de estudiar trabajó en el Banco de la Propiedad de la Industria Textil, donde clasificaba pacas de algodón para las fábricas que hacen telas y también calibraba los telares. Un día decidió que eso no le gustaba, fue a hablar con su jefe y le pidió que lo corriera por favor, el jefe le dijo que no tenía motivos, que él era ingeniero, que a que se iba a dedicar, Julio le dijo que quería ser actor, su jefe le dijo que estaba loco, en fin, Julio siguió unos días más en su trabajo con el fin de darle motivos para que lo corriera, y así fue, envió un pedido que no debía de muchas pacas equivocadas, su jefe lo mandó llamar y Julio le dijo: “Ahora si me va a correr?” el jefe se rió y lo despidió, en esa época tenía 21 años.- Julio ya sabía lo que quería desde muy pequeño, lo que le faltaba era decidirse, y cuando fue independiente se atrevió y dejó lo que le estorbaba en el camino y le impedía dirigirse a su meta, a su objetivo bien definido-.


Después de esto Julio se informó que obras se estaban ensayando y se iba todos los días a ver los ensayos, esto era a escondidas porque no se permitía, entonces le daba algo al de la puerta para que lo dejara entrar y se escondía entre las butacas para que no lo vieran, así pasó el tiempo. Un día uno de los actores no llegó al ensayo pues había tenido un accidente en la carretera, así que dijeron que no iba a haber ensayo, Julio se levantó de su escondite y se dirigió a la salida, el director lo vio y le preguntó que quién era, qué hacía ahí, que si sabía leer, entonces lo puso a leer el papel del actor faltante, no se suspendió el ensayo y como el actor no se recuperó pronto Julio estrenó la obra.- No cabe duda, hay que ponerse en el “tocadero” para que te toque, cuando tienes tan definido tu objetivo las oportunidades tarde o temprano van a llegar-.


Siguió presentándose en teatro hasta que un día lo vio el productor Gregorio Wallerstein y lo contrató como artista exclusivo. Su primera película fue “Una abuelita atómica” que se estrenó en 1958, aunque algunos consideran como su primer trabajo “El Zarco” en 1959.


Julio se enteró que iban a filmar la película “Los Hermanos del Hierro” del escritor Ricardo Garibay y él quería el papel de Martín del Hierro; le dijeron que no daba el tipo, que no era un papel para él. Julio quería mucho ese papel pero se lo dieron a Gastón Santos. Poco después se entera de que Gastón no podía actuar en la cinta pues tenía trabajo, así que hicieron un casting para encontrar a Martín del Hierro, ahí no le podían impedir acudir aunque dijeran que no era para él. La consigna para los participantes era leer y encontrar la psicología del personaje de Martín, así lo hicieron los participantes, pero Julio estudió todos los personajes y la psicología de cada uno, al acudir al casting, Ismael Rodríguez, con desgano, pues no lo quería para el papel, le dijo que hiciera su parte, Julio empezó a hablar y describir a los personajes, sus motivos, etc. Ismael lo detuvo, pero Ricardo Garibay le pidió que continuara, al final dijo Garibay: “Este muchacho conoce mejor la obra que yo que la escribí”, Julio se quedó con el papel y la película fue nominada a un Globo de Oro por la dirección.- Esto se llama dar más de lo que se te pide, generalmente cuando se hace esto se obtiene el éxito, y más en estos tiempos en que vivimos la cultura del menor esfuerzo ya que son pocos los que lo hacen-.


Julio Alemán no sólo hizo teatro y cine, también participó  en radio, televisión, cabaret, presentaciones personales, grabó discos, hizo doblaje, trabajó en centros nocturnos, todo esto recorriendo Centro y Sudamérica. Julio participó en la primera telenovela que se hizo en México “Senda Prohibida”. El decía que siempre dirigió sus decisiones en base a una frase que siempre decía su papá: “El que no vive para servir, no sirve para vivir; el que no da, no recibe; el que no siembra, no cosecha, y depende de lo que quieras recibir, tendrás que darlo primero”.


Hizo más de 150 películas, actuó en más de 30 obras de teatro y en 32 telenovelas. En su vida siempre luchó por lo que creía justo, trabajando y disfrutando los muchos momentos que le brindó su carrera y su familia. En sus últimos años y en paralelo a su profesión se dedicó a la política, siendo diputado local en el D.F. además de fungir como Secretario General de la ANDA.


Su última presentación en teatro fue en la obra “Perfume de Gardenia”. Su carrera duró 55 años ininterrumpidos.


Se casó con Esperanza de la Paz con la que tuvo cuatro hijos, después de muchos años de matrimonio se divorció y se casó con una mujer más joven con quien tuvo dos hijos. A los diez años de casado se divorció y regresó con su primera esposa, tiene nueve nietos
Julio decía: “He aprendido que primero hay que ser, luego hay que hacer, para así ganarse el derecho a tener; hay que sembrar y cultivar para poder cosechar".


Julio Alemán murió el 11 de abril de 2012 de cáncer de pulmón, los especialistas atribuyeron el desarrollo de la enfermedad a que empezó a fumar desde muy joven, aunque también dicen que pudo deberse a su trabajo como clasificador de algodón que desempeñó antes de incursionar en la actuación.- Toda conducta tiene su consecuencia y muchas veces podemos evitar lo que nos hace daño para tener una vida mejor-.


Julio Alemán, un hombre que siempre tuvo su meta bien definida, luchó por ella, ayudó a los demás en su paso por la vida, un gran señor, sencillo y atento con los demás y que supo hacer de su vida un éxito haciendo lo que amaba: actuar.

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