sábado, 26 de mayo de 2012

La mente es tu músculo más poderoso… / Mind is your most powerful muscle...


"La mente lo es todo. Músculo - piezas de hule. Todo lo que soy, soy gracias a mi mente."

“Mind is everything. Muscle - pieces of rubber. All that I am, I am because of my mind.”


Paavo Nurmi Paavo Nurmi (Turku, 13 de junio de 1897 – † Helsinki, 2 de octubre de 1973) fue un atleta finlandés. Durante la década de los 20, fue considerado como el mejor fondista y mediofondista del mundo, estableciendo récords mundiales en distancias que iban entre los 1.500 m y los 20 km.
Con un total de 12 medallas (9 medallas de oro y 3 de plata), Nurmi es el atleta olímpico más exitoso hasta el día de hoy.

Paavo Nurmi (13 June 1897 – 2 October 1973) was a Finnish runner. Born in Turku, he was known as one of the "Flying Finns," a term given to him, Hannes Kolehmainen, Ville Ritola, and others for their distinction in running. During the 1920s, Nurmi was the best middle and long distance runner in the world, setting world records at distances between 1500 m and 20 km.

Cuando una persona quiere verdaderamente lograr algo, pone en eso su mente, su pasión, su talento, su esfuerzo y perseverancia y hace a un lado excusas y pretextos. Así lo lo hizo...

Paavo Nurmi "El finlandés volador"

Semblanza compilada por Graciela Sepúlveda

Hojeando una revista encontré un artículo sobre un atleta olímpico finlandés que no conocía y que fue extraordinario en el área de atletismo, me interesaron mucho sus logros ya que es considerado el mejor corredor de todos los tiempos, aquí les comparto lo que encontré…

Paavo Johannes Nurmi nació el 13 de junio de 1897 en Turku, Finlandia, fue el segundo en la familia del carpintero Johan Nurmi. Su padre era honesto, introvertido y recio. Estas características se las heredó a Paavo, la relación padre-hijo terminó pronto con la muerte de su padre en 1910. Este golpe trajo a su familia más sufrimiento del que ya tenían pues ya vivían en pobreza y necesidad. El sueldo que la mamá recibía con su trabajo de limpieza no alcanzaba, y así, Paavo tuvo que ponerse a trabajar a la edad de 12 años para sostener a la familia, primero como mandadero en una panadería y después como archivista. Estas circunstancias tan estrechas, así como la dieta obligada a base de verduras y pescado seco y los fríos inviernos finlandeses, fueron clave para dotar a este hombre de una resistencia sobrehumana.

En 1912 Hannes Kolehmainen “puso a Finlandia en el mapa del mundo” en los Juegos Olímpicos de Estocolmo ganando 3 medallas de oro en los eventos de larga distancia. Sus carreras hicieron una impresión indeleble en Paavo de 15 años, quien decidió hacer lo mismo. Muy pronto Paavo obtuvo su primer par de tenis para correr y empezó a entrenar seriamente.- A veces el  ejemplo de alguien más nos descubre lo que realmente queremos-.

Cuando Paavo estuvo más seriamente involucrado en el atletismo, se unió al Turku Sports Association en 1914. En ese mismo año ganó su primera competencia en los 3,000 metros a la edad de 17 años. El encargado del club tenía grandes expectativas en el joven que “corría como Hannes Kolehmainen”. El hecho de que un joven de la clase trabajadora optara por un club de clase media mostraba que Nurmi ya pensaba en su éxito en competencias deportivas no nada más en hacer ejercicio.- Que importante visualizar y creer lo que queremos lograr, para que más adelante se haga realidad, y siempre aspirar a lo mejor-.

En cuanto a sus conocimientos de entrenamiento básico Paavo se educó el mismo. El era uno de los mejores atletas que tenía un método sistemático en entrenamiento. Caminar, correr y calistenia eran los principales elementos de su severo régimen de entrenamiento. Aprendió a medir su ritmo y sus efectos con un cronómetro y nunca corrió sin uno en la mano.- Si no tienes quien te enseñe, tú mismo lo puedes hacer, y más en nuestros días en donde se puede encontrar información de casi cualquier tema en la Internet-.

Los Juegos Olímpicos en Amberes en 1920 hicieron de Paavo Nurmi una estrella en Finlandia. Su primera competencia olímpica, los 5,000 metros, terminó con una amarga derrota debajo de Joseph Gullemot de Francia. Sin embargo, esta sería la única vez que Nurmi perdería una final Olímpica frene a un corredor extranjero. Los siguientes días ganó medallas de oro en 10,000 metros y la carrera a campo traviesa, y una más en un evento en equipo.

Los siguientes 4 años continuó corriendo cuanta carrera podía, rompió muchos récords mundiales. Una vez puso el principio que lo guiaba en palabras: “Cuando corres contra el tiempo, no tienes que dar todo el esfuerzo. Otros no pueden mantener el ritmo si es constante y duro todo el tiempo hasta la meta”. A fines de 1923 Paavo rompió el record mundial en tres prestigiosos eventos de pista: la milla, los 5,000 metros y los 10,000 metros. Nadie nunca había, ni ha logrado, esta hazaña.

Los Juegos Olímpicos de 1924 en París fueron el mejor momento del atletismo finlandés y en particular de Paavo Nurmi. En 6 días ganó 5 medallas de oro, 3 individuales y 2 en pruebas de equipo, su hazaña más legendaria fue ganar los 1,500 y 5,000 metros con menos de dos horas entre las dos finales. Otra gran hazaña ocurrió en esos Juegos, para la tercera medalla de oro, que fue en la carrera a campo traviesa, el calor era insoportable con una temperatura de 36 grados a la sombra; de los 39 competidores iniciales, 24, 3 de ellos finlandeses, se desplomaron inconscientes. Nurmi y su compatriota Ritola llegaron a la meta en primero y segundo lugar, pero se necesitaban tres hombres en la meta para terminar la carrera, por fin apareció a lo lejos otro finlandés, Heikki Liimatainen, pero confundió la línea de meta y se fue para otro lado, los gritos le hicieron volver al camino y terminó la carrera tambaleándose. Al día siguiente, mientras que algunos de los atletas que se habían desmayado en la carrera seguían en el hospital recuperándose, Nurmi ganó el evento de los 3,000 metros en equipo, en donde se enfrentó a competidores frescos y descansados, y donde él fue el eslabón más fuerte en el que era un equipo finlandés superior a todos los demás países.- Wow, de veras que iba más allá de los límites humanos, yo creo que utilizaba todo junto: mente, cuerpo y espíritu, y así lo lograba, ¡bravo!!! Es cuestión de preparase y echarle ganas-.

La técnica de Nurmi se basaba en el mantenimiento de una zancada regular. Como dato anecdótico, hay que citar que en aquellos tiempos en que no se daban los resultados al final de cada vuelta, él llevaba su propio cronómetro en la mano izquierda, lo que le permitía saber sus tiempos siempre, e imponer su propio ritmo a la carrera. En 1925 pasó cinco meses en los Estados Unidos, durante los cuales ganó todas las carreras en las que participó, lo que le sirvió como entrenamiento para su tercera Olimpiada, Ámsterdam 28, en las que conquistó el oro en los 10.000 metros y la plata en los 5.000 y 3.000 metros, de nuevo compitiendo contra Ritola. No pudo competir en las Olimpiadas de Los Ángeles en  1932, acusado por la Federación de haber percibido dinero durante su estancia en Norteamérica, lo que le hacía perder su estatus de amateur, convirtiéndolo en un profesional.

En 1952, cuando los Juegos se celebraron en su país, el Comité Olímpico Internacional, le exoneró de toda culpa. Él fue quien entró en el Estadio Olímpico de la capital finlandesa portando la antorcha olímpica para encender, entre vítores atronadores y aplausos, el pebetero con el fuego simbólico. El estadio en pleno se estremeció cuando el héroe apareció en la pista, con menos pelo, pero con su buena forma física habitual. A su retirada, Nurmi contaba en sus logros con doce medallas olímpicas, nueve de oro y tres de plata; además, había acumulado un total de treinta y un récords -marca todavía no igualada-, entre 1929 y 1932, y ostenta el máximo récord de medallas de oro -cinco- conseguidas en atletismo en unos mismos Juegos, en 1924.

Su éxito para llegar a ser un gran corredor estuvo basado en una determinación de hierro, una excelente táctica de inteligencia y –sobre todo- un método total de entrenamiento y preparación que el mismo desarrolló y probó, un método que ha sido considerado completamente científico. Paavo era un ávido lector de todo lo que se relacionaba con el tema para conocer otros métodos y maneras de entrenamiento.

Terminando su carrera como corredor, Nurmi se concentró en una nueva, como hombre de negocios y constructor de edificios. En Helsinki hay 40 town houses construidos por su compañía. En los 30’s y 40’s Nurmi algunas veces dejaba sus negocios para entrenar corredores finlandeses.

Paavo Nurmi murió en Helsinki en 2 de octubre de 1973, ha sido honrado de diferentes maneras, se han escrito libros y miles de artículos sobre él en muchos países. Después de las Olimpiadas de París en 1924, el gobierno finlandés ordenó al escultor más famoso del país una estatua de Paavo. En el 52 se hicieron más copias y las podemos ver: una frente al estadio olímpico de Helsinki, otra en Turku, el pueblo natal de Nurmi, otra frente a la facultad de Educación Física de la Universidad de Jyvaskyla y una más en el parque del Museo del Comité Olímpico Internacional en Lausana, Suiza. Un pequeño planeta tiene su nombre y en 1987 los billetes de 10 marcos tenían su figura de un lado y el Estadio Olímpico del otro.

Paavo Nurmi, un hombre que no esperó a que nadie lo enseñara o lo motivara, él solo encontró la manera de aprender y entrenar y el entusiasmo de levantarse cada día a hacer lo que más le gustaba: correr.

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