"La
mente lo es todo. Músculo - piezas de hule. Todo lo que soy, soy gracias a mi
mente."
“Mind is everything. Muscle - pieces of rubber. All that I am, I am
because of my mind.”
Paavo Nurmi Paavo Nurmi (Turku, 13 de junio
de 1897 – † Helsinki, 2 de octubre de 1973) fue un atleta finlandés. Durante la
década de los 20, fue considerado como el mejor fondista y mediofondista del
mundo, estableciendo récords mundiales en distancias que iban entre los 1.500 m y los 20 km.
Con un
total de 12 medallas (9 medallas de oro y 3 de plata), Nurmi es el atleta
olímpico más exitoso hasta el día de hoy.
Paavo Nurmi (13
June 1897 – 2 October 1973) was a Finnish runner. Born in Turku, he was known as one of the "Flying Finns," a term given to him,
Hannes Kolehmainen, Ville Ritola, and others for their distinction in running.
During the 1920s, Nurmi was the best middle and long distance runner in the
world, setting world records at distances between 1500 m and 20 km.
Cuando una persona quiere verdaderamente lograr algo, pone en eso su mente, su pasión, su talento, su esfuerzo y perseverancia y hace a un lado excusas y pretextos. Así lo lo hizo...
Paavo Nurmi "El finlandés
volador"
Semblanza compilada por Graciela Sepúlveda
Hojeando
una revista encontré un artículo sobre un atleta olímpico finlandés que no
conocía y que fue extraordinario en el área de atletismo, me interesaron mucho
sus logros ya que es considerado el mejor corredor de todos los tiempos, aquí
les comparto lo que encontré…
Paavo Johannes Nurmi nació el 13 de junio
de 1897 en Turku, Finlandia, fue el segundo en la familia del carpintero Johan
Nurmi. Su padre era honesto, introvertido y recio. Estas características se las
heredó a Paavo, la relación padre-hijo terminó pronto con la muerte de su padre
en 1910. Este golpe trajo a su familia más sufrimiento del que ya tenían pues
ya vivían en pobreza y necesidad. El sueldo que la mamá recibía con su trabajo
de limpieza no alcanzaba, y así, Paavo tuvo que ponerse a trabajar a la edad de
12 años para sostener a la familia, primero como mandadero en una panadería y
después como archivista. Estas
circunstancias tan estrechas, así como la dieta obligada a base de verduras y
pescado seco y los fríos inviernos finlandeses, fueron clave para dotar a este
hombre de una resistencia sobrehumana.
En 1912 Hannes Kolehmainen “puso a
Finlandia en el mapa del mundo” en los Juegos Olímpicos de Estocolmo ganando 3
medallas de oro en los eventos de larga distancia. Sus carreras hicieron una
impresión indeleble en Paavo de 15 años, quien decidió hacer lo mismo. Muy
pronto Paavo obtuvo su primer par de tenis para correr y empezó a entrenar
seriamente.- A veces el ejemplo de alguien más nos descubre lo que
realmente queremos-.
Cuando Paavo estuvo más seriamente
involucrado en el atletismo, se unió al Turku
Sports Association en 1914. En ese mismo año ganó su primera competencia en
los 3,000 metros
a la edad de 17 años. El encargado del club tenía grandes expectativas en el
joven que “corría como Hannes Kolehmainen”.
El hecho de que un joven de la clase trabajadora optara por un club de clase
media mostraba que Nurmi ya pensaba en su éxito en competencias deportivas no
nada más en hacer ejercicio.- Que importante
visualizar y creer lo que queremos lograr, para que más adelante se haga
realidad, y siempre aspirar a lo mejor-.
En cuanto a sus conocimientos de
entrenamiento básico Paavo se educó el mismo. El era uno de los mejores atletas
que tenía un método sistemático en entrenamiento. Caminar, correr y calistenia
eran los principales elementos de su severo régimen de entrenamiento. Aprendió
a medir su ritmo y sus efectos con un cronómetro y nunca corrió sin uno en la
mano.- Si no tienes quien te enseñe, tú
mismo lo puedes hacer, y más en nuestros días en donde se puede encontrar
información de casi cualquier tema en la Internet-.
Los Juegos Olímpicos en Amberes en 1920
hicieron de Paavo Nurmi una estrella en Finlandia. Su primera competencia
olímpica, los 5,000
metros, terminó con una amarga derrota debajo de Joseph
Gullemot de Francia. Sin embargo, esta sería la única vez que Nurmi perdería
una final Olímpica frene a un corredor extranjero. Los siguientes días ganó
medallas de oro en 10,000
metros y la carrera a campo traviesa, y una más en un
evento en equipo.
Los siguientes 4 años continuó corriendo
cuanta carrera podía, rompió muchos récords mundiales. Una vez puso el
principio que lo guiaba en palabras: “Cuando
corres contra el tiempo, no tienes que dar todo el esfuerzo. Otros no pueden
mantener el ritmo si es constante y duro todo el tiempo hasta la meta”. A
fines de 1923 Paavo rompió el record mundial en tres prestigiosos eventos de
pista: la milla, los 5,000
metros y los 10,000 metros. Nadie
nunca había, ni ha logrado, esta hazaña.
Los Juegos Olímpicos de 1924 en París
fueron el mejor momento del atletismo finlandés y en particular de Paavo Nurmi.
En 6 días ganó 5 medallas de oro, 3 individuales y 2 en pruebas de equipo, su
hazaña más legendaria fue ganar los 1,500 y 5,000 metros con menos
de dos horas entre las dos finales. Otra gran hazaña ocurrió en esos Juegos,
para la tercera medalla de oro, que fue en la carrera a campo traviesa, el
calor era insoportable con una temperatura de 36 grados a la sombra; de los 39
competidores iniciales, 24, 3 de ellos finlandeses, se desplomaron
inconscientes. Nurmi y su compatriota Ritola llegaron a la meta en primero y
segundo lugar, pero se necesitaban tres hombres en la meta para terminar la
carrera, por fin apareció a lo lejos otro finlandés, Heikki Liimatainen, pero
confundió la línea de meta y se fue para otro lado, los gritos le hicieron
volver al camino y terminó la carrera tambaleándose. Al día siguiente, mientras
que algunos de los atletas que se habían desmayado en la carrera seguían en el
hospital recuperándose, Nurmi ganó el evento de los 3,000 metros en
equipo, en donde se enfrentó a competidores frescos y descansados, y donde él
fue el eslabón más fuerte en el que era un equipo finlandés superior a todos los
demás países.- Wow, de veras que iba más
allá de los límites humanos, yo creo que utilizaba todo junto: mente, cuerpo y
espíritu, y así lo lograba, ¡bravo!!! Es cuestión de preparase y echarle ganas-.
La técnica de Nurmi se basaba en el
mantenimiento de una zancada regular. Como dato anecdótico, hay que citar que
en aquellos tiempos en que no se daban los resultados al final de cada vuelta,
él llevaba su propio cronómetro en la mano izquierda, lo que le permitía saber
sus tiempos siempre, e imponer su propio ritmo a la carrera. En 1925 pasó cinco
meses en los Estados Unidos, durante los cuales ganó todas las carreras en las
que participó, lo que le sirvió como entrenamiento para su tercera Olimpiada, Ámsterdam
28, en las que conquistó el oro en los 10.000 metros y la
plata en los 5.000 y 3.000
metros, de nuevo compitiendo contra Ritola. No pudo
competir en las Olimpiadas de Los Ángeles en
1932, acusado por la Federación de haber percibido dinero durante su
estancia en Norteamérica, lo que le hacía perder su estatus de amateur,
convirtiéndolo en un profesional.
En 1952, cuando los Juegos se celebraron en
su país, el Comité Olímpico Internacional, le exoneró de toda culpa. Él fue
quien entró en el Estadio Olímpico de la capital finlandesa portando la
antorcha olímpica para encender, entre vítores atronadores y aplausos, el
pebetero con el fuego simbólico. El estadio en pleno se estremeció cuando el
héroe apareció en la pista, con menos pelo, pero con su buena forma física
habitual. A su retirada, Nurmi contaba en sus logros con doce medallas
olímpicas, nueve de oro y tres de plata; además, había acumulado un total de
treinta y un récords -marca todavía no igualada-, entre 1929 y 1932, y ostenta
el máximo récord de medallas de oro -cinco- conseguidas en atletismo en unos
mismos Juegos, en 1924.
Su éxito para llegar a ser un gran corredor
estuvo basado en una determinación de hierro, una excelente táctica de
inteligencia y –sobre todo- un método total de entrenamiento y preparación que
el mismo desarrolló y probó, un método que ha sido considerado completamente
científico. Paavo era un ávido lector de todo lo que se relacionaba con el tema
para conocer otros métodos y maneras de entrenamiento.
Terminando su carrera como corredor, Nurmi
se concentró en una nueva, como hombre de negocios y constructor de edificios.
En Helsinki hay 40 town houses construidos por su compañía. En los 30’s y 40’s
Nurmi algunas veces dejaba sus negocios para entrenar corredores finlandeses.
Paavo Nurmi murió en Helsinki en 2 de
octubre de 1973, ha
sido honrado de diferentes maneras, se han escrito libros y miles de artículos
sobre él en muchos países. Después de las Olimpiadas de París en 1924, el
gobierno finlandés ordenó al escultor más famoso del país una estatua de Paavo.
En el 52 se hicieron más copias y las podemos ver: una frente al estadio
olímpico de Helsinki, otra en Turku, el pueblo natal de Nurmi, otra frente a la
facultad de Educación Física de la Universidad de Jyvaskyla y una más en el
parque del Museo del Comité Olímpico Internacional en Lausana, Suiza. Un
pequeño planeta tiene su nombre y en 1987 los billetes de 10 marcos tenían su
figura de un lado y el Estadio Olímpico del otro.
Paavo
Nurmi, un hombre que no esperó a que nadie lo enseñara o lo motivara, él solo
encontró la manera de aprender y entrenar y el entusiasmo de levantarse cada
día a hacer lo que más le gustaba: correr.