El bombero voluntario Mark Bezos nos cuenta con gran sentido del humor la historia de un
acto de heroísmo que no salió de acuerdo a lo esperado pero que le enseñó una
gran lección: no hay que esperar a ser un héroe.
Da
“play” sobre el video…
Transcripción al Español:
En Nueva York soy responsable de desarrollo de una
organización sin fines de lucro llamada Robin Hood. Cuando no estoy combatiendo
la pobreza, combato incendios como asistente de capitán en un cuerpo de
bomberos voluntarios. Y, en nuestra ciudad, donde los voluntarios complementan
a un personal altamente calificado uno tiene que llegar al sitio del incendio
muy pronto para entrar en acción.
Recuerdo mi primer incendio. Yo era el segundo voluntario en
el sitio, así que tenía una probabilidad bastante alta de ir. Pero aún así hubo
una carrera a pie contra los otros voluntarios para llegar al capitán a cargo y
averiguar cuál era nuestra tarea. Cuando encontré al capitán, estaba enfrascado
en una conversación con la propietaria que sin duda atravesaba uno de los
peores días de su vida. Estábamos en plena noche, ella estaba de pie afuera en
la lluvia, bajo un paraguas, en pijama, descalza, mientras su casa estaba en
llamas.
El otro voluntario que acababa de llegar antes que yo,
-llamémosle Lex Luther- (Risas) llegó primero hasta el capitán y éste le pidió
que entrara y salvara al perro de la dueña de casa. ¡El perro! ¡Yo estaba 'tan
celoso'! Ahí estaba un abogado o gestor de dinero que, durante el resto de su
vida, tendría que decirle a la gente que entró en un edificio en llamas para
salvar a un ser vivo sólo porque me ganó por 5 segundos. Bueno, yo era el
siguiente. El capitán me hizo un ademán. Dijo: "Bezos, necesito que entre
a la casa. Necesito que suba, atraviese el fuego, y le traiga a esta mujer un
par de zapatos". (Risas) Lo juro. No era exactamente lo que esperaba pero
fui... subí las escaleras, al final del pasillo, pasé a los bomberos 'reales'
que a esa altura más o menos habían terminado de apagar el fuego y entré al
cuarto principal en busca de un par de zapatos.
Sé lo que están pensando, pero no soy un héroe. (Risas)
Llevé mi carga de vuelta por la escalera donde conocí a mi Némesis y al
precioso perro en la puerta principal. Sacamos de la casa los tesoros para la
dueña de casa donde, como era de esperar, su tesoro recibió mucha más atención
que el mío. Unas semanas más tarde el departamento recibió una carta de la
dueña de casa agradeciéndonos por el valiente esfuerzo demostrado para salvar
su casa. La amabilidad que ella observó por sobre lo demás fue que alguien le
había alcanzado incluso un par de zapatos.
(Risas)
Tanto en mi vocación en Robin Hood como en mi vocación como
bombero voluntario soy testigo de actos de generosidad y amabilidad en una
escala monumental, pero también de actos de gracia y coraje a nivel individual.
¿Y saben qué he aprendido? Todo tiene su importancia. Entonces, cuando miro en
esta sala a personas que han logrado, o están por lograr, niveles notables de
éxito me gustaría recordarles esto: no esperen. No esperen a ganar el primer
millón para marcar la diferencia en la vida de alguien. Si tienen algo para
dar, denlo ahora. Sirvan comida en un comedor, limpien un parque del
vecindario, sean mentores.
No todos los días vamos a tener la oportunidad de salvar la
vida de alguien pero cada día vamos a poder influir la vida de alguien. Así que
entren al juego; salven los zapatos.
Gracias.
(Aplausos)
Bruno Giussani:
Mark, Mark, regresa.
(Aplausos)
Mark Bezos: Gracias.
Traducción al Español: Sebastian Betti
Bio:
Mark Bezos trabaja en Robin
Hood, una organización de beneficencia para combatir la pobreza en la
Ciudad de Nueva York, y es capitán asistente de una compañía de bomberos
voluntarios en los suburbios de Nueva York.
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Este video es presentado originalmente por TED y la liga es:
http://www.ted.com/talks/lang/es/mark_bezos_a_life_lesson_from_a_volunteer_firefighter