domingo, 21 de junio de 2015

Sueño mi vida, luego vivo mi sueño / I Dream My Life, Then Live My Dream

Tenemos una historia que contarte…
We have a story to tell...
(Please read this story below the Spanish version)


Sueño mi vida, luego vivo mi sueño

Sosteniendo al recién nacido riéndose por primera vez, mi tía susurró entre gu-gus y da-das, "Vas a tener una buena vida. Yo lo puedo sentir”. Más adelante, ella me dijo que yo tenía una alegría y positividad indiscutible, evidente aún en pañales. Aunque sus palabras predijeron la verdad, no siempre fue evidente para mí.

Al crecer siendo el hijo del medio, me la pasaba limpiado o cargando las culpas por los líos de mí hermano. A menudo, encontraba intercesores o escapaba. Esto último era lo que me causaba más problemas. Pero no estaba huyendo de una situación determinada o de la persona que hacía las cosas difíciles, huía de mí mismo.

¿No es interesante en lo que coincidimos cuando somos niños? Como cuando miramos por la ventana en la escuela sólo para que nos digan que dejemos de soñar despiertos. O cantando a todo pulmón una canción con pasión sólo para escuchar que nuestra voz es desagradable y fuera de tono. O sangrado emociones en un papel intentando cumplir el sueño de ser un escritor sólo para recibir marcas mediocres porque "Se ha hecho mejor antes."

Por supuesto, todo esto parece ridículo ahora. Pero cuando somos niños, no lo sabemos. Creemos que dicen la verdad y es lo que importa. Oí todas esas cosas y les creí hasta que decidí no hacerlo más.

Durante años no usé mi imaginación activamente. En cambio, me deslicé por la vida confiando en el condicionamiento de mi infancia de controlar mis pensamientos y mis resultados. No cantaba bien. Y lo peor es que no escribí. En realidad lo hice, pero en secreto exclusivamente para mi propio placer.

Entonces empecé a estudiar cómo usar mis facultades mentales. Se hizo evidente muy rápido que yo siempre había vivido la vida de afuera hacia adentro, dejando que mis sentidos y mi entorno dictaran mis resultados.

Poco a poco me enfrenté a las creencias auto limitantes que me detenían. Una por una, cayeron cuando sinceramente las evalué.

La primera cosa que hice fue dejar volar mi imaginación, soñando con las posibilidades de la vida. Me pregunté: "¿Qué es lo que realmente quieres?" Las cosas comenzaron a cambiar para mejor. "Extraño", pensé, "pero probablemente una coincidencia."

Necesitaba más pruebas para evitar la incertidumbre. Decidí probar cantar en un coro. Lo que descubrí fue que no sólo me encanta cantar, sino que tengo una buena voz. "Interesante", me dije, masacrando otro dragón-mentira de mi juventud. "Todavía no es suficiente para convencerme."

Con una ligera aprehensión y una todavía incipiente confianza, llegó la hora de abordar mi sueño de escribir un libro. Esta fue la oportunidad de probarme a mí mismo que vivir desde el interior hacia afuera, sin duda, era la única manera de crear la vida de mis sueños. Con el fin de hacer eso, necesitaba tanto la escritura como la imaginación - una combinación muy potente. Como si fuerzas invisibles durmientes estallaran en acción en mi mente, la visión de la historia tomó forma. Cuando me senté a escribir, el problema no era con la historia, sino el poder escribir lo suficientemente rápido para poner en el papel todo el flujo de palabras que llegaban a mí. Treinta días después, mi borrador estaba completo.

Después de cuatro largos años de trabajo, el 28 de abril de 2015 marca el lanzamiento de mi primera novela de ficción para jóvenes, “Stella And The Timekeepers”. Y todo lo que puedo decir es: "Wow. Muerte a los malos auto limitadores recogidos a lo largo del camino”.

Al estar en este lado de las dudas sobre uno mismo, sentimientos de baja autoestima y el coraje de avanzar, encontré la libertad. Es una libertad que probablemente no había sentido desde que estaba siendo acunado en los brazos de mi tía. Alguien me dijo hace poco: "Como seres humanos, no somos árboles. Podemos cambiar”. La primera y más importante cosa es darse cuenta de que la vida que siempre has soñado vivir está en el otro lado de ti... si te atreves a soñar.

Ahora digo: "Sueño mi vida, luego vivo mi sueño."

¿Cuál es tu sueño? ¿Qué te ha estado deteniendo? Porque tú puedes hacer lo que siempre has soñado hacer, pero hay que atreverse a hacerlo.

Mick Petersen

A principios de este año, Mick Petersen publicó su historia en el best-seller internacional "Unwavering Strength Volume Two.". Para obtener más información acerca de Mick, visita su sitio web en: www.mickpetersen.com

Publicada originalmente en Internet en InsightOf The Day de Bob Proctor

Adaptación al Español:
Graciela Sepúlveda y Andrés Bermea

Liga para encontrar el libro en Inglés:


Here the English version…

I Dream My Life, Then Live My Dream

Holding the chortling newborn for the first time, my aunt whispered between goo-goos and ga-gas, “You’re gonna have a good life. I can just feel it.” Later, she said I had an indisputable cheerfulness and positivity evident even in diapers. Although her words foretold the truth, it wasn’t always apparent to me.

Growing up the middle child, I endlessly cleaned up or got blamed for my sibling’s messes. Oftentimes, I ran interference or ran away. The latter caused the most trouble. But it wasn’t running away from a given situation or person that made things difficult, but fleeing myself.

Isn’t it interesting what we agree to as children? Like staring out the window in school only to be told to stop daydreaming. Or belting out a song with passion only to hear our voice is obnoxious and off-key. Or bleeding emotions on paper attempting to fulfill a dream of being an author only to receive mediocre marks because “It’s been done better before.”

Of course, all of these appear ridiculous now. But as children, we don’t know. Believing them as truth is what matters. I heard all of those things and believed them until I decided not to anymore.

For years, I didn’t actively use my imagination. Instead I coasted through life relying on the conditioning of my upbringing to control my thoughts and my results. I didn’t sing either. And the worst part is that I didn’t write. Actually I did, but in secret exclusively for my own pleasure.

Then I began studying how to use my mental faculties. It became apparent very quickly that I had always lived life from the outside in letting my senses and my environment dictate my results.

Slowly I confronted the self-limiting beliefs that held me back. One by one, they fell when I honestly evaluated them.

The first thing I did was to let my imagination soar, dreaming of life’s possibilities. I asked myself, “What do you really want?” Things started to change for the better. “Strange,” I thought, “but probably coincidence.”

More testing was needed to stave off the uncertainty. I decided to try out singing in a choir. What I found out was that not only do I love to sing, but I have a nice voice. “Interesting,” I said, slaughtering another dragon-lie from my youth. “Still not enough to convince me.”

With slight apprehension, yet burgeoning confidence, it was finally time to tackle my lifelong dream of writing a book. This was a chance to prove to myself that living from the inside out was unquestionably the only way to create the life of my dreams. In order to do that, I needed both writing and imagination - a very potent combination. As if dormant, invisible forces exploded into action in my mind, the vision of the story took shape. When I sat down to write, the problem wasn’t coming up with the story, but rather typing fast enough to keep up with the flow of words coming through me. Thirty days later, my rough draft was complete.

After four long years of work, April 28, 2015 marks the launch of my debut young adult fiction novel, Stella And The Timekeepers. And all I can say is, “Wow. Death to the evil self-limiters picked up along the way.”

Being on this side of self-doubt, feelings of low self-worth and the courage to breakthrough, I found freedom. It’s a liberty I probably haven’t felt since I was being coddled in my aunt’s arms. Someone recently said to me, “As humans, we are not trees. We can change.” The first and most important thing to realize is the life you always dreamed of living is on the other side of you…if you dare to dream it.

Now I say, “I dream my life then I live my dream.”

What is your dream? What has been holding you back? Because you can do what you always dreamt of doing, but you must dare to do it.

Mick Petersen

Earlier this year, Mick Petersen published his first work in the international best-seller “Unwavering Strength Volume Two.” For more information about Mick, visit his website at: www.mickpetersen.com

Originally published on Insight Of The Day from Bob Proctor

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