Compilado por Graciela Sepúlveda
Hoy
dedicamos este espacio a un mexicano con una carrera exitosa como guionista,
artista de efectos especiales de maquillaje, novelista, director y productor.
Me causa admiración Guillermo del Toro por su autenticidad, por seguir sus
sueños, aunque a muchos no les parecieran, él fue y sigue siendo fiel a sí
mismo, y por eso ha logrado el éxito en lo que se ha propuesto, veamos como
inició todo…
Guillermo del Toro Gómez nació en Guadalajara, Jalisco, México
el 9 de octubre de 1964. Su estilo de filmación inimitable se remonta a su
infancia, a la edad de 5 años sus nanas le contaban cuentos de miedo para
dormirlo, y él comenta que se retiraba a un mundo de fantasía para
contrarrestar el temor que su devota abuela católica le inculcaba sobre el
purgatorio y el infierno, así como la violencia que presenció en su ciudad
natal, aceptando a los monstruos como una forma de escape, y haciéndolos parte
de su mundo en lugar de la realidad que vivía.
Fascinado con los monstruos y demonios, los dibujos de
estas criaturas asustaban a su abuela, quien tuvo dos intentos de exorcizarlo para
limpiar su alma. Como otra forma de penitencia, ella también colocaba tapas de
botellas de metal en los zapatos de Guillermo con el fin de que sus pies
sangraran. Sin embargo, lejos de disuadirlo, la abuela de Guillermo inspiró al autoproclamado "pálido, introspectivo, criatura de las
sombras" a retirarse aún más a aquellos mundos que más tarde compartiría
con el público internacional.
Guillermo estudió en la Universidad del Instituto de
Ciencias de Guadalajara, pero no siguió su sueño de infancia de convertirse en
un biólogo marino, ahora perseguía su interés en crear sus propias formas de
vida y se entregó a esta fascinación al inscribirse en el Curso Avanzado de
Maquillaje impartido por Dick Smith, quien en 1973 alcanzó la fama con el
maquillaje de “El exorcista”. Esto
llevó a Guillermo a su primera incursión en la industria del cine, como un
diseñador de efectos especiales de maquillaje.
Este período duró casi una década, en la que Guillermo
desarrolló estas habilidades y también hizo sus primeras incursiones en la
dirección y producción. Realizó cortometrajes y programas en la televisión
mexicana, incluyendo la producción de la película de 1986 “Doña Herlinda y su hijo” y cuatro episodios de la serie de terror
llamada "Hora Marcada".
Guillermo también co-fundó el Centro de Estudios de Cine de Guadalajara y el
Festival Internacional de Cine de Guadalajara, impartió talleres de cine y, a
principios de los años ochenta, incluso, creó su propia empresa de diseño de
maquillaje, “Necropia”.
De hecho, Guillermo ha dicho que el objetivo principal de
Necropia, y el cual se cumplió antes
que la compañía fuera cerrada, era encargarse del maquillaje de “Cronos”, la película en la que hizo su
debut como director en 1993 y que para poder financiarla hipotecó su casa,
vendió su auto y se endeudó con un banco. Es una creación vampírica que mostró
su fascinación por “los insectos, los
mecanismos de relojería, monstruos, lugares oscuros, y las cosas no nacidas".
“Cronos” lo
sacó de la oscuridad, pues ganó nueve premios de la Academia en México y,
posteriormente, se adjudicó el premio de la Crítica Internacional de Cannes, la
película también ganó los elogios y la atención de Hollywood y lo llevó a su
participación en un proyecto que realmente terminó no siendo de su agrado, “Mimic”, ya que debido a las diferencias
creativas con los productores y las presiones del estudio, no se filmó la
película que él tenía en mente. Esta experiencia fue tan terrible que lo incitó
a regresar a México, donde estableció su propia compañía de producción, “Tequila Gang”. Como un comentario
aparte, el 31 de octubre de 2011 salió a la venta en Blu-Ray “Mimic Director’s Cut” que es lo más
cercano que veremos a la película que Guillermo se había imaginado en su mente
(agregó cerca de 12 minutos después de un exhaustivo trabajo para encontrar las
escenas que quería y estaban almacenadas), antes de que comenzaran todas esas diferencias
creativas, y logró una película más mesurada, atmosférica, y aún así llena de
grandes monstruos.
De regreso nuevamente en Guadalajara, Guillermo
experimentó turbulencias en su vida privada en ese momento, con el secuestro de
su padre en 1998, afortunadamente fue puesto en libertad tras el pago de un
rescate. Junto con sus dos hermanos, Guillermo participó en las negociaciones para
la liberación de su papá. El incidente provocó que volviera a los Estados
Unidos, pero no iba a participar en la realización de otra película de
Hollywood hasta 2002. Mientras tanto, dirigió y produjo en España una historia
de fantasmas sobre los huérfanos del Ejército Republicano llamada “El espinazo del diablo” (2001). La
película se desarrolla durante la Guerra Civil española, un conflicto que
Guillermo incorpora a menudo en su obra, viéndolo como una "guerra de los hogares", donde la brutalidad que muestra
enseña que los únicos verdaderos monstruos son los humanos.
Hollywood elogió igualmente la película como un éxito. La
revista especializada Variety publicó
que esta película “reconfirma la destreza
artística de del Toro” y también ganó buenas críticas cuando inauguró el Festival de Toronto el 9 de
septiembre de 2001. El éxito de este proyecto lo impulsó a volver a Hollywood y
dirigir “Blade II” (2001),
protagonizada por Wesley Snipes. Sintió que Hollywood había dado glamour a los vampiros
en películas tales como "Entrevista
con el vampiro" (1994) y utilizó esta película basada en cómics como
una oportunidad para “reinventar” una
raza de vampiros, con el fin de retratar su verdadera brutalidad.
Animado por el nivel de control artístico que lo dejaron llevar
en la realización de esta película, Guillermo dirigió su atención a su sueño de
dirigir otra adaptación, “Hellboy”
(2004), un cómic de Mike Mignola sobre un demonio invocado por los nazis
durante la Segunda Guerra Mundial, que cambia de bando para luchar del lado de
los aliados, este sueño de muchos años ya era una visión muy clara en la mente
de Guillermo, y determinó que Ron Perlman fuera el protagonista, Hellboy, claro
que los estudios querían un actor más reconocido, al fin los pudo convencer, de
lo cual el estudio no se arrepintió, pues la película fue un éxito y esto
cimentó la credibilidad de Guillermo en todo el mundo.
Después de esto, se propuso hacer una película que
estructuralmente hacía eco de “El
espinazo del diablo”, pero desde una perspectiva femenina. Así llegó el
nacimiento de “El laberinto del fauno”
(2006), que obtuvo cinco nominaciones al Oscar, incluyendo Mejor Fotografía,
Mejor Guión Original y Mejor Película en Lengua Extranjera, y que muchos
consideran como la obra maestra de Guillermo del Toro. La película, que
comparte temas de “El espinazo del
diablo" sobre la inocencia y fantasía de la infancia, vio el regreso
de Guillermo para filmar en español. Después del lanzamiento de la película,
confesó que él identifica a Ofelia como una interpretación autobiográfica de su
propia infancia. De hecho, el fauno que juega un papel central en la trama fue
inspirado por un sueño recurrente que tenía de niño de un fauno que se le
aparecía a medianoche.
La secuela de “Hellboy”,
titulada “The Golden Army”, tuvo un
mayor éxito que la primera y dejó preparando el terreno para una tercera
entrega.
En abril de 2008 no se concretó su participación como
director de “El Hobbit”, sin embargo,
contribuyó en su guión.
La última película de Guillermo del Toro fue el éxito de
taquilla de acción “Pacific Rim”
(2013) y la siguiente película que esperamos en México para el 29 de octubre de
este 2015 es “Crimson Peak” (La
Cumbre Escarlata). Durante todos estos años también ha producido muchas
películas como “El Orfanato”, “El libro de la vida”, “Mamá”, entre otras, y escribió y
dirigió un capítulo de Los Simpson en
Halloween de la temporada 25 de la serie. También ha escrito varias novelas
como la Trilogía de la Oscuridad I y II, Eterna y Nocturna.
A pesar de la popularidad de Guillermo, sus ideas no siempre
se han aceptado en Hollywood. Sin embargo, el ahora veterano de Hollywood no
está desalentado por este rechazo, pero ha aprendido, después de su experiencia
en "Mimic", que prefiere
permanecer fiel a su visión que al compromiso. Actualmente vive en Los Ángeles con su esposa y sus dos hijas. Lo
une una gran amistad con los grandes directores mexicanos Alfonso Cuarón y
Alejandro González Iñárritu.
Guillermo
del Toro, un hombre que es fiel a sus sueños, y al llevarlos a cabo encontró la
realización y felicidad que conlleva al éxito en toda su extensión, manteniéndose sencillo y accesible a pesar
de su fama mundial, cosa que muchos pierden en el camino.
Alfonso Cuarón, Andrés Bermea, Guillermo del Toro, Alejandro González Iñárritu |