sábado, 6 de agosto de 2016

Nunca es muy tarde…



Compilado por Graciela Sepúlveda





La perseverancia, una virtud que indudablemente nos conduce al éxito, tal como fue el caso del Coronel Sanders con su receta secreta del pollo frito, iniciando su aventura de darla a conocer a los 65 años de edad, enfrentándose a muchos obstáculos, pero sin dejarse vencer, perseverando, perseverando….

Harland David Sanders, quien nació el 9 de septiembre de 1890 en Henryville, Indiana, Estados Unidos, era un niño ya experto cocinero en platillos de su región desde los 7 años, pues cuando tenía 6 años murió su padre, y su madre salía a trabajar dejándolo encargado de sus hermanos, fue así como él les hacía de comer y fue tomando gusto por esta labor.

A los 12 años dejó su casa pues su mamá se volvió a casar, y de ahí en adelante tuvo una serie de trabajos diferentes como: granjero, conductor y como enlistado en Cuba por 6 meses a los dieciséis años.

Después de Cuba trabajó como bombero en el ferrocarril, estudió leyes por correspondencia y ejerció como juez de paz en algunas cortes, vendió seguros, operó un bote de vapor en un río de Ohio, vendió llantas y trabajó en gasolineras. A la edad de cuarenta años, el Coronel empezó a cocinar para los viajeros hambrientos que se paraban en su gasolinera de Corbin, Kentucky, en ese entonces no tenía un restaurante, sino que servía a sus clientes en su propia mesa del comedor, dentro de las instalaciones de su gasolinera.

A partir de entonces, la gente empezó a asistir solamente por su comida, el Coronel Sanders se mudó enfrente de la gasolinera, a un motel y restaurante con comedor para 142 personas y lo llamó Sanders Court & Café. Durante los siguientes nueve años, el Coronel perfeccionaría su receta de 11 hierbas y especies y las técnicas básicas de cocina que se utilizan en la actualidad.

Sin embargo, unos años más tarde la construcción de una super-carretera desvió el tráfico lejos de la ciudad, llevándose todos los clientes que esporádicamente paraban en su restaurante y en poco tiempo su negocio quebró. Después de pagar sus deudas, sus ingresos quedaron reducidos a una pensión de $105 dólares mensuales.

No obstante, confiado en la calidad de su receta de pollo y armado de una determinación inquebrantable, a la edad de 65 años el coronel Sanders emprendió una nueva aventura. Decidido a crear una franquicia que le diera mayor solidez a su empresa, fue al banco en busca de un préstamo para financiar su nuevo restaurante. Sin embargo, ese primer banco no compartió su entusiasmo; ni tampoco el segundo, o el tercero, o el décimo.

Es muy común encontrar personas que renuncian a sus metas tras haber intentado sólo un par de veces, pero el coronel Sanders sabía que la persistencia engendra éxito, por eso golpeó en las puertas de 1,006 bancos que le negaron el préstamo, antes que el banco 1,007 decidiera prestarle el capital de inversión que él buscaba. (Fuente: Del libro: Piense como un millonario, Camilo Cruz y Brian Tracy).

Viajó por todo el país de restaurante en restaurante, cocinando tandas de pollo para los propietarios de restaurantes y sus empleados. La reacción fue favorable y llegó a acuerdos que estipulaban un pago de 5 centavos de dólar por cada pollo vendido. Su trabajo convirtió su pequeño negocio, la Kentucky Fried Chicken, en una extensa cadena de comida rápida.

Para 1964, el Coronel Sanders tenía 600 establecimientos con su producto en los Estados Unidos y Canadá. Ese mismo año, vendió sus acciones de Estados Unidos por $2, 000,000 (Dos millones) de dólares a un grupo de inversionistas entre los que se encontraba John Y. Brown Jr. quien más tarde fungiría como Gobernador de Kentucky entre 1980 y 1984. El Coronel permaneció dentro de la Compañía en calidad de orador y trabajando en relaciones públicas. En 1976, una encuesta independiente colocó al Coronel como la segunda celebridad más reconocida a nivel mundial.

Hoy, los restaurantes Kentucky Fried Chicken, o KFC, como también se les conoce, están dispersos en más de cien países alrededor del mundo, todo como resultado de la persistencia y la determinación de un hombre que no quiso darse por vencido a pesar de su edad.

Hasta su muerte en 1980 víctima de leucemia y a la edad de 90 años, el Coronel viajó más de 250,000 millas por año, visitando el imperio de KFC, mismo que él había fundado. Por cierto le llamaban Coronel porque en 1936 el Gobernador de Kentucky lo nombró Coronel honorario de Kentucky en reconocimiento a su contribución a la cocina del estado de Kentucky.

Al terminar mi investigación quedé maravillada de cómo la persistencia y el creer en uno mismo, el no darse por vencido una, ni dos, ni tres, ni mil seis veces, hacen a una persona exitosa y feliz, y sobre todo ¡sin importar la edad que se tenga!! Y que casi siempre las cosas pasan por algo y para algo, incluso aquélla que parece estar en nuestra contra, como la supercarretera, si no la hubieran construido tal vez el Coronel no hubiera salido nunca de ese lugar y no hubiera desarrollado el imperio que es hoy KFC.

Te invitamos a ver estos videos...

Comercial con el Coronel Sanders




Entrevista al Coronel Sanders (inglés):