sábado, 20 de agosto de 2016

"El tiburón de Baltimore”


Compilado por Graciela Sepúlveda



Están por terminar las olimpiadas en Río 2016, y uno de los deportistas más esperados por todos era Michael Phelps, quien no defraudó al público, logrando alcanzar 5 medallas de oro y una de plata, se dice fácil y rápido, pero ha sido un camino arduo y lleno de privaciones, esfuerzos extremos y mucha, mucha voluntad y perseverancia, les platico sobre este gran atleta…

Michael Phelps nació el 30 de junio de 1985 en Baltimore, Maryland en el seno de una familia muy deportista. Tiene dos hermanas que eran una gran promesa para la natación, una de ellas, Hilary, sin embargo, renunció pronto, pero Whitney participó en las eliminatorias para la olimpiada de 1996, no pudo calificar y al poco tiempo tuvo que renunciar debido a una lesión en su espalda. Michael aprendió mucho de sus hermanas, principalmente el valor del trabajo duro. Su hermana Hilary empezó a nadar cuando nació Michael, por lo que él pasó muchas tardes viendo los entrenamientos desde su carriola. Eventualmente Michael siguió a sus hermanas a la alberca, aunque no muy convencido. Cuando tenía 7 años se negaba a poner su cara en el agua, por lo que los maestros al ver su miedo le permitían flotar sobre su espalda, no es de sorprenderse que el primer tipo de nado que dominó fue el de dorso.

La concentración nunca fue un problema para Michael dentro de la alberca, pasaba horas en ella. Sin embargo, en la escuela tuvo dificultades, a los nueve años fue diagnosticado con Síndrome de Déficit de Atención con Hiperactividad, su mamá, quien era maestra, lo apoyó para superar esta condición.

Fuera de la alberca era un adolescente normal, le gustaba mucho leer libros sobre héroes del deporte como Lance Armstrong y Vince Lombardi y participó en diferentes deportes como béisbol, soccer y lacrosse. Un momento decisivo fue cuando vio a los nadadores Tom Malchow y Tom Dolan competir en los Juegos Olímpicos de Altanta en 1996. En ese momento, a los 11 años, empezó a soñar en convertirse en un campeón. Y todos sabemos que los sueños se convierten en realidad si nos dirigimos a ellos y ponemos todo el empeño de nuestra parte, por supuesto.

Para ese entonces la vida de Michael cambió drásticamente pues después de años de peleas, sus papás se divorciaron, los hijos se quedaron con la mamá y crecieron muy cerca de ella, actualmente Michael tiene muy poco contacto con su papá. Sin embargo una nueva figura masculina entró en su vida. Michael inició su carrera de natación en la alberca de Towson’s Loyola High School, pero se hizo evidente que necesitaba mejores instalaciones y un entrenamiento más profesional, así que cambió sus entrenamientos al North Baltimore Aquatic Club,  ahí conoció a Bob Bowman, quien reconoció el potencial de Michael inmediatamente, le comentó a la mamá de Michael que su hijo tenía un raro talento, de piernas largas con las manos y pies grandes, tomó toda la enseñanza de su entrenador muy bien, le encantaba trabajar duro y nunca parecía estar nervioso en las competencias. De hecho, la única "deficiencia" de Michael fue la tremenda aceleración del crecimiento que estaba experimentando, ya que algunos días esto le causaba fatiga.

Al acabar la secundaria, Michael Phelps interrumpió los estudios para dedicarse en exclusiva a la natación. De hecho, es el único integrante del equipo estadounidense que ha pasado de amateur a profesional sin haber competido en los campeonatos universitarios.

En 1999 Michael se ganó un lugar en el equipo B de natación de Estados Unidos. Inició rompiendo el record en los 200 metros de nado de mariposa en las Junior Nationals en el grupo de 20 años (el tenía 14), y así siguió destacándose en más competencias hasta que llegó una en la que ganó el derecho a representar a su país en las Olimpiadas de Sydney, Australia en el 2000. Y así fue como, apenas cumplidos los 15 años, participó en sus primeras Olimpiadas, siendo el nadador más joven en competir para Estados Unidos en una olimpiada en 68 años, en esta ocasión ganó un meritorio diploma de quinto lugar en los 200 metros mariposa, de ahí en adelante nada lo detuvo.  En el 2001 ganó su primera medalla de oro en el Mundial de Fukuoka (Japón) estableciendo un nuevo récord mundial en los 200 mariposa convirtiéndose en el plusmarquista más joven de la historia.

En el 2002 ganó 4 medallas de oro y 1 de plata y en el 2003 batió ocho récords mundiales en cuarenta y un días cosechando más medallas de oro en el Mundial de Barcelona.

A partir de entonces ya se hicieron familiares los apodos que le impusieron los periodistas: «Bala de Baltimore», «Niño Prodigio» o «Tiburón de Baltimore».

En el 2004 llegaron las Olimpiadas de Atenas, Grecia, donde tuvo un excelente desempeño ganando seis medallas de oro y dos de bronce, sólo un atleta en la historia de los Juegos Olímpicos había ganado ocho medallas en una misma olimpiada: el soviético Alexander Dityatin en gimnasia (tres de oro, cuatro de plata y una de bronce) en Moscú ’80. Con los seis oros, Phelps igualó la marca de la nadadora Kristin Otto, y se quedó a una de las de Mark Spitz. Demostró en esta Olimpiada los frutos de su arduo entrenamiento y perseverancia cuando enfrentó dos competencias donde en una rompió un record y ganó la otra ¡con una diferencia de 20 minutos entre ellas! Después de los Juegos Olímpicos de Atenas se convirtió en uno de los deportistas mejor pagados, tanto por la marca deportiva Speedo, con la que tenía una cláusula reservada, como con los contratos publicitarios que le consiguió su agente, Peter Carlisle, quien también le firmó acuerdos con Visa, la entidad crediticia Argent, AT&T, Wireless, Omega y Power Bar, compañías que antes de los Juegos ya le proporcionaban unos ingresos extra de unos cinco millones de dólares anuales.

En marzo de 2007 ganó 7 medallas de oro en el Campeonato Mundial en Melbourne, Australia. Ya estaba listo para las Olimpiadas en agosto de 2008 en Beijín, sin embargo, en octubre del 2007 se resbaló y se quebró la muñeca derecha, no podía dejar de entrenar teniendo tantas expectativas para la siguiente Olimpiada, Michael estaba desconsolado, por varias semanas solo le permitieron nadar sobre una tabla flotadora, sin embargo, esto acabó siendo una bendición ya que adquirió mayor fuerza en su patada. Esto es un excelente ejemplo de “no hay mal que por bien no venga”, todo lo que pasa es por algo y para algo.

Y llegó agosto de 2008, Olimpiadas de Beijín, donde cada vez que Michael saltaba a la alberca  rompía un record, al final ganó ocho medallas de oro rompiendo récords mundiales en siete competencias y un record olímpico en la octava. Con sus 8 medallas de oro rompió el record que tenía Mark Spitz de 7 de oro que ganó en Munich ’72. Mark Spitz lo llamó “el más grande atleta olímpico”, otros están en desacuerdo citando atletas en diferentes deportes como atletismo y gimnasia y otros atletas que sobresalen en múltiples deportes, pero Michael Phelps se ganó el corazón de la nación con sus grandes logros.

Michael nadaba siete días a la semana de dos a cinco horas cada día nadando un total de 80 kilómetros a la semana, aunque fuera Navidad seguía entrenando, la total dedicación a su programa de entrenamiento es lo que lo ha hecho un campeón mundial. Más claro ni el agua, si queremos algo hay que dedicarnos al máximo.

A Michael no le gusta perder, le gusta ganar ya sea en un video juego o en las competencias. Si pierde, trabaja más duro para poder ganar la siguiente ocasión.

Su vida giraba en torno a nadar, dormir y comer. Nadar quema muchísimas calorías, así que tenía que comer entre 8,000 y 12,000 calorías al día.

Durante esos años Michael tuvo dificultades que sortear, entre ellas en el 2009 un periódico inglés sacó una foto de Michael fumando mariguana. La foto rápidamente se difundió por Internet. Michael se disculpó públicamente, pero Kellog’s le quitó su patrocinio y la USA Swimming le suspendió el financiamiento por tres meses. Es claro que a cada momento estamos tomando decisiones, y a veces no son las mejores, y cada decisión que tomamos tiene una consecuencia.

En el 2008 con el millón de dólares que le dio como bono Speedo por ganar 8 medallas de oro, Michael estableció la Fundación Michael Phelps que está centrada en el crecimiento del deporte de la natación y la promoción de una vida sana y activa, especialmente para los niños. También se centran en la ayuda a los talentos en natación apoyados en la creencia de que las oportunidades para alcanzar la excelencia en el deporte no deben ser limitadas por la situación financiera del atleta.

En Londres 2012, las medallas olímpicas de Phelps aumentaron a 22, estableciendo un nuevo récord de más medallas olímpicas (superando el récord previo de la gimnasta Larisa Latynina de 18). Al finalizar estas olimpiadas Michael Phelps dio a conocer la noticia de que se retiraba de la natación. Sin embargo él se veía a sí mismo como un nadador y nada más, y por lo mismo, al dejar la natación se vino para abajo, se veía cansado y perdido, empezó a tomar y a jugar póker, llegó a un punto en que le dijo a la revista Sports Illustrated que ya no quería vivir, hasta que el 30 de septiembre de 2014, en que Michael fue arrestado por manejar en estado de ebriedad. Después de su arresto le llamó a su amigo y confidente el linebacker retirado de los Cuervos de Baltimore Ray Lewis y le explicó la situación, Lewis quedó consternado pero fue muy comprensivo e inmediatamente se vio con él y su familia. Básicamente le dijo: “Muy bien, todo tiene un propósito, y ahora, ¿sabes qué? Es hora de despertar,” comenta Lewis, y le dio una copia a Phelps del autor cristiano Rick Warren de "Una vida con propósito".

Cinco días después de su arresto, Phelps anunció a través de Twitter que se iba a tomar un tiempo para asistir a un programa de 45 días que le proporcionaría la ayuda que necesitaba para entenderse mejor a él mismo. Al principio fue resistente al proceso, pero poco a poco fue cambiando, sintiéndose más fuerte y mucho más feliz cada día.

Le llamó a su agente quien notó inmediatamente el cambio en su voz, estaba muy emocionado y entusiasmado. También le llamó a su entrenador Bowman, quien los últimos tiempos con Phelps había sufrido maltrato y groserías de su parte, así que estaba muy escéptico de que hubiera cambiado, sin embargo, cuando se encontró con él estaba dramáticamente cambiado, había estado levantando pesas, corriendo y nadando, “Cuando lo vi dije, Dios mío, Michael realmente puede volver y nadar” comenta Bowman. Y así fue, Michael resurgió, y ahora más seguro y confiado de sí mismo.

Y qué bueno, porque todos esperábamos sus competencias en la alberca olímpica de Río 2016, en donde logró 5 medallas de oro y una de plata, en esta competencia el oro lo ganó Joseph Schooling de Singapur, un jovencito de 21 años cuyo máximo ídolo es precisamente Michael Phelps.

Con su espectacular victoria en los 200m. se convirtió en el primer nadador de la historia en ganar cuatro medallas de oro en la misma prueba en cuatro Juegos consecutivos: Atenas, Pekín, Londres y Río. De hecho, sólo otros dos atletas, el lanzador de disco Al Oerter y el velocista Carl Lewis, ambos de Estados Unidos, han logrado cuatro oros en unos Juegos.

Michael ahora con su nueva actitud hacia la vida también mejoró en el plano sentimental, pues después de varios años de una relación inestable con su novia Nicole Johnson, decidió comprometerse con ella en febrero de 2015, y el 5 de mayo de 2016 nació su bebé Boomer Robert Phelps, a quien Michael dedicó sus triunfos en Río 2016, ellos planean casarse al finalizar esta olimpiada.

Además de su exitosa carrera como nadador, Michael ha escrito dos libros: “Beneath the Surface: My Story” (2008) y “No Limits: The Will to Succeed” (2009), además ha sido acreedor a una infinidad de reconocimientos.

Michael Phelps, un hombre que después de muchos altibajos logró encontrar el equilibrio, y lo hizo buscando la ayuda de los demás, logrando el éxito haciendo lo que más le gusta: nadar. Seguramente su vida seguirá siendo un éxito en todo lo que se proponga, pues ya conocer el camino hacia él.