¡Un tipo muy applicado!
"Cuando cambias tus creencias básicas, cambias tus resultados"
Compilado por Graciela Sepúlveda
Si alguna vez me ponía a
pensar quien ideó tal o cual aplicación que uso en mi teléfono, siempre se me
hubiera ocurrido que era un ingeniero especialista con años de estudios en la
materia, nunca un joven quien gracias a una tragedia dejó atrás una vida triste
y miserable y encontró como tener “una vida” creando aplicaciones para los
iphone, entre ellas los famosos emoticones, veamos como sucedió todo en la vida
de Chad Mureta…
Chad
Mureta asistió a la Coastal Carolina University y se graduó en 2003 en una licenciatura
en Administración de Empresas. Después de graduarse trabajó como un
inversionista de bienes raíces. En el 2006, Chad comenzó su propia agencia
inmobiliaria en Myrtle Beach, Carolina del Sur. Durante la fuerte caída del
mercado de la vivienda, a menudo trabajaba 18 horas al día.
Una
noche, en enero de 2009, Chad estaba conduciendo por la autopista en Charlotte,
Carolina del Norte en su camino de regreso a casa después de ver un partido de
basquetbol. Era su primer día de vacaciones en dos años.
Mientras
conducía pensando en su emproblemada compañía, su mente regresó a esa tarde
cuando observó que otras personas durante el juego socializaban felizmente, y
se dio cuenta de que algo estaba seriamente mal con su vida. Dieciocho horas al
día en su oficina de bienes raíces habían cobrado su precio: él era una persona
triste, desconectado de la familia y amigos, y con el desplome del mercado
inmobiliario, sus finanzas estaban en una situación desesperada.
Tengo
que hacer un cambio, pensó, ¿pero ¿cómo?
En
el instante siguiente, aparentemente de ninguna parte, un ciervo se cruzó en su
camino y en un intento de evitarlo, su auto chocó como quiera contra él y se
volcó cuatro veces.
Dos
vidas llegaron a su fin esa noche.
El
ciervo murió en el impacto y mientras Chad sobrevivió, su antigua vida, como él
lo sabía, había terminado.
A
lo mejor nunca habían oído hablar de Chad Mureta, pero lo más probable es que
hayan utilizado una de sus aplicaciones, el Emoji (la aplicación que te da
acceso a caras sonrientes divertidas) y la Huella Digital de Seguridad Pro son
sólo algunas de sus creaciones que han sido descargadas más de 50 millones de
veces.
Mientras
Chad se recuperaba de su accidente en el hospital y con un dolor insoportable,
los médicos le dijeron que era un milagro que sobreviviera, pero necesitarían
que su brazo dominante fuera amputado.
"Fue entonces
cuando perdí toda esperanza. En mi mente, en ese momento, no había ninguna
razón para vivir - yo lo había perdido todo. Y no sabía si iban a conseguir salvar
mi brazo, no tenía nada que esperar. Pensaba que la vida era mala antes del
accidente, y ahora esto...”
comenta Chad tiempo después.
¿Cómo fue entonces que
Chad Mureta pasó de 6 meses en el hospital y otros 6 meses en un centro de
rehabilitación y $ 115,000 dólares en deuda con las facturas médicas, a tener
no sólo una recuperación completa, sino también millones de dólares en poco más
de dos años?
Un
día antes de su accidente le llegó un regalo con meses de retraso de su ex
novia, era un Ipod que se llevó al juego.El día del accidente decidió cambiarlo
por un Iphone, pues no tenía uno y nunca había usado algo que tuviera
aplicaciones. Al final resultó que el iPhone de Chad fue la única cosa que pudo
sobrevivir al accidente.
Estando
en el hospital, allí estaba su Iphone, y un amigo que lo visitó le mostró un
artículo sobre la nueva fiebre del oro: aplicaciones.
Con
todo el tiempo con el que contaba en el hospital postrado en cama y no
queriendo regresar a su negocio de bienes raíces, que en su ausencia se había
venido más a pique, Chad comenzó a investigar (pues no sabía nada sobre
aplicaciones o internet), diseñar, y buscar a alguien externo que le
desarrollara las aplicaciones que el creaba.
Aunque
su tecnología de fondo consistía en experimentar con su nuevo iPhone desde su
cama de hospital, Mureta se inspiró para crear su primera aplicación, Huella Digital de Seguridad Pro (Fingerprint
Security Pro), esbozó su idea en una servilleta y la llevó a una compañía
que encontró en la Costa Este, ellos le cobraban $1,800 dólares por hacerle la
aplicación, cantidad que no tenía y tuvo que pedir prestado el dinero a su
padrastro, Fingerprint Security Pro
se convirtió en un éxito de ventas en la App Store, con el tiempo haciendo más
de $ 700,000 dólares, ahora Chad ya tiene su sistema para crear las
aplicaciones. Después de esta aplicación siguió haciendo muchas más, al momento
ha desarrollado 50 aplicaciones que han sido bajadas más de 150 millones de
veces en todo el mundo. Una de sus aplicaciones más famosas es la de los Emoji
la cual creó en solo dos semanas.
En
2012 lanzó el libro, “Imperio App: hacer
dinero, tener una vida, y dejar que la tecnología trabaje por ti”. Es una
crónica de la transformación de Chad de agente de bienes raíces a ser un "appreneur" y ofrece una guía
no técnica para iniciar un negocio en la aplicación móvil. Actualmente es el
CEO de App Empire y el co-fundador de T3 Apps and Best Apps.
Al
permitir que la tecnología trabaje para él, Chad ha estado viviendo todo lo que
quería en su lista de deseos: viajar por el mundo, aprender a bailar salsa,
convirtirse en un buzo certificado y en un paracaidista, y su lista sigue
creciendo cada año. Chad utiliza el negocio de aplicaciones como un medio para
trabajar menos y verdaderamente "tener
una vida."
Mientras
se recuperaba en el hospital, Chad, además de experimentar con su iphone,
también devoraba libros de motivación e inspiración. Esto le ayudó a cambiar
sus patrones de pensamiento de alguien sin esperanza a alguien preparado para
el éxito. "Cuando cambias tus
creencias básicas, cambias tus
resultados", dice Chad, y agrega “Ha
sido un viaje asombroso. Me he redescubierto a mi mismo. Finalmente entendí lo
que es salir y ver el mundo. Ahora puedo contribuir y dar a los demás. Ahora veo
todo de manera diferente".
Podemos ver en la vida
de Chad que su negocio de bienes raíces no lo motivaba, no lo le daba el
estímulo que necesitaba para levantarse cada mañana. El sentía como si tuviera
que hacerlo, pero no era lo que él quería. Y pasaba el tiempo y no se decidía,
hasta que la vida lo ayudó a decidirse. Definitivamente Chad cree que el
accidente ocurrió por una razón. Y a pesar de que sus manos no funcionan tan
bien y le es difícil incuso escribir, sin embargo el está seguro de que es una
de las mejores cosas que le han pasado. “Yo iba por el camino equivocado, y ese
accidente lo cambió todo”comenta. Ahora, a sus 31 años, Chad goza de éxito y
del tiempo que tanto añoraba tener. Todo pasa por algo y para algo, y siempre
es algo mejor.