sábado, 2 de junio de 2018

Sonrisas de Bombay


Jaume Sanllorente



Compilado por Graciela Sepúlveda

Nuestra semblanza de hoy es una historia de éxito, y de motivación, como las de cada sábado, además de tratarse de la historia de un emprendedor, Jaume Sanllorente, quien es un español que sintió, en un viaje a Bombay, que no podía quedarse con los brazos cruzados al ver tanta miseria, y que tenía que hacer algo, y lo hizo…

Jaume Sanllorente Trepat nació el 9 de julio de 1976 en Barcelona, España, estudió periodismo en la Facultad de Ciencias de la Comunicación Blanquerna (Universitat Ramon Llull) de Barcelona. Tras vivir un año en Londres para perfeccionar su inglés, empezó a trabajar en medios locales de Barcelona, como COM Radio o BTV. Posteriormente se especializó en el sector empresarial, comercio y logística, desempeñando durante varios años el cargo de delegado en Cataluña de la revista “Comercio Exterior” y trabajando en numerosas publicaciones del sector. Jaume se perfilaba como todo un hombre de éxito en el área de la comunicación.

Entonces, un día de 2003, fue de vacaciones a la India para descansar de su trabajo, pero la experiencia que vivió durante este viaje no lo dejaba pensar en otra cosa. Al año siguiente regresó a la India, y el último día de vacaciones se encontró con el drama de que un orfanato de Bombay iba a cerrar sus puertas y 40 niños se iban a la calle y sufrirían de prostitución infantil, vida callejera, desnutrición, etc. si no había nadie que lo remediara. Jaume, sin pensarlo dos veces, regresó a Barcelona, vendió su departamento, dejó su trabajo y regresó a la India con todo el dinero recaudado, saldando las deudas del orfanato y así impidiendo que lo cerraran. Jaume vivió un duro viaje desde una vida cómoda y segura en el primer mundo a un suburbio donde tuvo que luchar contra los elementos, las mafias, la burocracia y las desigualdades con la ilusión, el esfuerzo y las ganas como únicas armas.

Jaume lucha continuamente contra la miseria en la India, y lo hace principalmente con los llamados “dalits” o “intocables” que son las personas en la India que sufren esclavitud, marginación y trato denigrante. La vida de algunos niños es tremendamente difícil. Existen zonas en las que son prostituidos desde los cinco años, otros se ven obligados a trabajar desde muy temprano, algunos pequeños son vendidos por sus padres o les amputan las extremidades para dar más lástima al pedir limosna. Estos son los niños a los que ayuda Jaume, y lo hace evitando que caigan en redes o mafias mediante la educación a través del amor y del cariño. La educación los hará libres para elegir su propio destino.


Y fue así que en el 2005 fundó la organización Sonrisas de Bombay de la que ahora es Director General. Los inicios fueron duros pues tuvo muchas dificultades para conseguir financiación y para convencer a otras organizaciones e instituciones de la validez de su proyecto. Además, tuvo que enfrentarse a la propia sociedad hindú, durante dos años Jaume tuvo que traer escolta, pues fue amenazado de muerte por la mafia hindú. Esta ONG centra su acción en la lucha pacífica contra la pobreza y por los Derechos Humanos en los tugurios de Bombay.

La educación, la salud y el desarrollo socio-económico son el marco principal de actuación de Sonrisas de Bombay También impulsan campañas y acciones de sensibilización y educación para el desarrollo, para dar a conocer y a la vez denunciar las vulneraciones de derechos y la exclusión que millones de personas sufren en esta ciudad.

Y de los 40 niños con los que empezó “Sonrisas de Bombay” ahora son 5,000 los que se ven beneficiados 10 años después, y participan en ella miles de personas a través de múltiples proyectos.

Al iniciar el proyecto Jaume sintió miedo, causado por sus propias limitaciones, porque venía de un  sector ajeno a la Cooperación al Desarrollo y se dio cuenta que debía ponerse alerta y ampliar mucho su formación, cosa que ha venido haciendo y sigue haciendo a día de hoy, fíjense todo lo que ha estudiado: estudió Cooperación al Desarrollo en el Instituto de Estudios para la Paz y la Cooperación y posteriormente en el Instituto de Estudios de las Naciones Unidas en India. También fue seleccionado por la prestigiosa HARVARD Kennedy School para su curso de Gestión Estratégica para líderes mundiales de organizaciones no gubernamentales. Ha realizado el curso para personal paramédico especializado en lepra en el Instituto Fontilles (Alicante) (porque hay mucha lepra en India, y él se encarga de ayudar en los leprosarios y de integrarlos cuando se curan), y varios cursos sobre recursos humanos, liderazgo y márketing. Él dice que solo eso le ha dado miedo, porque el miedo no deja avanzar, paraliza inútilmente.

Jaume, como buen periodista, ha plasmado todas sus experiencias en varios libros increíbles, llenos de sus anécdotas que lo llevaron hasta donde está hoy, y donde destaca diferentes aspectos de la sociedad hindú. Los libros son: “Sonrisas de Bombay. El viaje que cambió mi destino”, “Bombay. Más allá de las sonrisas”, “La canción de la concubina”, “El poder de las sonrisas” y “La costurera de Dacca”.

Su incansable trabajo por los pobres, intocables y leprosos de Bombay lo ha llevado a ser uno de los pocos españoles que han ocupado las primeras páginas del “The Times of India” en toda la historia de este periódico y a obtener el reconocimiento de numerosas entidades del ámbito internacional.

Jaume Sanllorente nos enseña que tomar una decisión tan importante como dejar el trabajo o emprender un cambio radical no es fácil y, seguramente no sería una idea en la que tu familia o tus amigos te apoyarían. Pero, como en el caso de él, es posible si estás realmente convencido de que quieres hacerlo. En ocasiones es necesario seguir el propio instinto para vivir plenamente nuestra vida y para sentirnos realizados, aunque eso signifique ir contracorriente. No tengas miedo a ir contracorriente cuando tu instinto te lo esté pidiendo. Pues como dijo Mario Benedetti:

No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje, Perseguir tus sueños, Destrabar el tiempo,
Correr los escombros, Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas, Aunque el frío queme, Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda, Y se calle el viento.
No te rindas.