sábado, 13 de agosto de 2011

Por más limitaciones que parezcas tener…

Hoy sábado una frase y la biografía de Christopher Reeve el hombre que representó en el cine al héroe ideal del sueño norteamericano: "Supermán"; pero quien fue un verdadero héroe en la vida real...

"Me niego a permitir que una discapacidad determine la forma en que vivo mi vida. No me refiero a ser imprudente, pero establecer una meta que parece incluso intimidante en realidad es de gran ayuda para la recuperación."

“I refuse to allow a disability to determine how I live my life. I don't mean to be reckless, but setting a goal that seems a bit daunting actually is very helpful toward recovery.”

Christopher Reeve

Christopher Reeve, un héroe de la vida real

Por: Graciela Sepúlveda

Después de ver la película “Capitán América” me vino a la memoria el superhéroe de superhéroes, para mí, Superman, y su mejor intérprete, Christopher Reeve, el hombre que fue mucho más héroe en la vida real que en la pantalla.

"Chris era extraordinario" recuerda su mamá en una entrevista que le hicieron después de la muerte de su hijo, “Estaba dotado de una gran cantidad de talentos extraordinarios. Tenía una maravillosa mente, una amplia gama de intereses y un gusto por arriesgarse. Era un atleta y un estudiante con una pasión por actuar, la cual empezó a muy, muy temprana edad.

Los padres de Christopher se divorciaron cuando él tenía 4 años y su hermano 3, se quedaron con su mamá y ella se volvió a casar tiempo después, su padrastro le pudo dar una excelente educación en los mejores colegios, Princeton en sus primeros años y después en la Universidad de Cornell, donde cuando le faltaba un año para terminar fue uno de los dos elegidos para ingresar a la Juilliard School of Performing Arts, el otro elegido fue Robin Williams, cuando su padrastro ya no pudo pagar sus estudios Chris logró un papel en una serie dramática de televisión “Love of Life”, y tuvo tiempo también para hacer una audición en 1976 para una obra teatral en Broadway al lado de Katherine Herpburn, “A Matter of Gravity” debido a la carga de trabajo y estudio dejó Julliard un año antes de graduarse, sin embargo nunca se arrepintió pues dijo que fue un privilegio trabajar 9 meses con una de las maestras del arte.

Fue en 1978 cuando hizo un casting para la película “Superman”, para la cual fue elegido, él decía sobre Superman que lo que lo hace un héroe no es que tenga poder, sino que tiene la sabiduría y la madurez para usar ese poder sabiamente. En 1980 hizo “Superman II” entre estas dos producciones filmó “Somewhere in Time” y continuó haciendo teatro. “Superman III” se filmó en 1983 y para ese tiempo ya todos identificaban a Christopher como Superman, a pesar de que hizo 17 películas, una docena de películas para televisión y actuó en cerca de 150 obras de teatro, no se podía quitar el estereotipo de Superman, sin embargo lejos de rechazar hacer "Superman IV", él escribió el guión e intervino en la producción de la misma, de todos modos este estereotipo no afectó a su valía como actor, de la que dejó constancia en numerosos trabajos actorales y en los que se desempeñó en todo tipo de papeles hasta los que iban en contra de su tipo, como roles de homosexual, sociópata o villano.

Su impresionante buena apariencia y su imponente físico rememoraban a los líderes clásicos de Hollywood como John Wayne, quien después de conocer a Reeve en la ceremonia del Oscar en 1979, volteó y le dijo a Cary Grant: “Este es nuestro nuevo hombre. El ocupará nuestro puesto.

En su vida tuvo muchísimos intereses, como el piano, el canto, el hockey sobre hielo (a lo que pensó dedicarse alguna vez en su vida, pero no lo hizo porque quería conservar sus dientes), volaba planeadores, fue un marinero experto, buzo y esquiador. Muy joven, en sus veintes, obtuvo la licencia de piloto aviador y atravesó dos veces solo el Atlántico en un pequeño avión. En los noventas los caballos se volvieron su pasión sobre todo en competencias a campo traviesa y salto de obstáculos.

El 22 de mayo de 1995, durante una competencia a campo traviesa en Culpeper, Virginia, el caballo de Chris se detuvo ante un obstáculo, lanzando a su jinete hacia adelante. Las manos de Chris se enredaron en la brida del caballo cayendo su cabeza primero, fracturándose las primeras vértebras de la columna. Chris quedó inmediatamente paralizado del cuello para abajo e incapaz de respirar. Una atención médica inmediata le salvó la vida y literalmente volvieron a unir su cabeza a su cuerpo. Al volver a la conciencia y darse cuenta de la gravedad de su situación, le dijo a su esposa “Tal vez deberíamos dejar que me vaya”, entonces Dana pronunció las palabras que le dieron el deseo de vivir y las que él mismo dijera que le salvaron la vida: “Pero sigues siendo tú y te amo”.

Debido a los grandes gastos que conllevaba su enfermedad, Chris estaba determinado a ser autosuficiente y a un año de su accidente ya estaba dando conferencias por todo el país acompañado de enfermeras y ayudantes, asistió a universidades, seminarios y actos de beneficencia, también empezó a hacer pequeños papeles y a dirigir algunas películas para televisión, su esposa Dana comentaba que cuando su esposo estaba trabajando en lo que le gustaba, dirigiendo o actuando, había una gran diferencia en su apariencia, su salud, su bienestar, esto completamente lo revitalizaba y lo alimentaba.

Christopher perteneció a muchos grupos preocupados por las causas sociales y ambientales toda su vida, y después del accidente se dedicó a fomentar las investigaciones para curar las lesiones de la médula espinal, creó el Christopher and Dana Reeve Paralysis Resource Center a través de un acuerdo de cooperación no competitivo otorgado a la Fundación de Parálisis Christopher Reeve (www.christopherreeve.org), su objetivo es proporcionar servicios de información y apoyo a las personas en todo el país que acaban de sufrir parálisis, que han vivido con parálisis o que son familiares de alguien con parálisis.

Escribió dos libros relacionados con su vida y las experiencias vividas: “Still me” y “Nothing is Impossible: Reflections on a New Life”.

A medida que pasaba el tiempo, su organismo se iba deteriorando, sus músculos sin tono comenzaron a atrofiarse definitivamente y se hizo susceptible a sufrir infecciones, una de las cuales, al ser tratada con un medicamento al cual era alérgico, le causó la muerte el 10 de octubre de 2004, tenía 52 años (nació el 25 de septiembre de 1952), tristemente Dana Reeve sobrevivió solo unos meses después, ya que se le diagnosticó cáncer de pulmón sin haber sido ella fumadora y luchó con su mal hasta el 7 de marzo de 2006, fecha en que falleció a los 44 años de edad, les sobreviven 3 hijos, (2 de su anterior matrimonio y uno con Dana).

Sin duda Christopher Reeve fue una persona de éxito toda su vida, al principio por su gran talento y su preocupación por la sociedad y el ambiente a los que siempre apoyó de muy diversas formas, y después de su accidente por su contribución y apoyo a las personas que han sufrido algún accidente grave y han quedado paralizados de alguna manera, mostrándoles que hay vida después de cualquier lesión y que pueden ser felices y productivos, y que cuando uno elige la esperanza, todo es posible.
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