"No es el trabajo lo que mata a los hombres, son
las preocupaciones. El trabajo es saludable; difícilmente se puede poner más
carga en un hombre de la que puede soportar. Pero la preocupación enmohece el
filo de la navaja. No es el movimiento lo que destruye a la maquinaria, sino la
fricción."
Henry Ward Beecher (24 de junio de 1813, Litchfield, Connecticut - 8 de marzo de 1887,
Brooklyn, Nueva York) fue un clérigo congregacionalista estadounidense.
Hijo del ministro
Lyman Beecher, era hermano de la famosa escritora Harriet Beecher Stowe y de
Catharine Beecher. Después de graduarse en el Colegio Amherst y de estudiar
posteriormente en el Seminario Teológico Lane, prestó servicio como pastor de
las congregaciones de Indianápolis. En 1847 fue convocado a la Plymouth Church of the Pilgrims en Brooklyn.
Fue un orador famoso y uno de los predicadores más influyentes de su tiempo.
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COMO EL HOMBRE PIENSA,
ASÍ ES SU VIDA
( As a Man Thinketh )
Taller - Día 27
¡Hoy hay que felicitarnos!!… Iniciamos ya el 5° capítulo de
este libro y que está orientado de manera más específica a cómo influye nuestra
forma de pensar en el éxito. Espero que tú como yo a estas alturas ya tengas
pleno consentimiento de que el éxito depende de nosotros. En el primer párrafo
y que es nuestra materia para este día veremos que el éxito o el fracaso es
sólo responsabilidad nuestra y de nada o nadie más. Vayamos al libro…
5. El factor pensamiento en el éxito
Todo lo que el hombre logra y todo en lo que falla
es resultado directo de sus pensamientos. En un universo gobernado con
justicia, en el que la falta de equidad significaría la destrucción total, la
responsabilidad individual ha de ser absoluta. La debilidad y fortaleza de un
hombre, su pureza e impureza, son suyas, y de nadie más; son labradas por él
mismo, y no por otro, y pueden ser alteradas sólo por él, nunca por otro. Su
condición es también suya y de nadie más. Su sufrimiento y su felicidad emanan
de adentro. Como él piense, así es él;
como siga pensando, así seguirá siendo.
Un hombre fuerte no puede ayudar a uno débil a
menos que el débil desee ser ayudado, más aún, el débil ha de hacerse fuerte
por sí mismo; debe, con su propio esfuerzo, desarrollar la fortaleza que admira
en otro. Nadie más que él puede alterar su condición.
COMENTARIOS:
El autor James Allen sintetiza en menos de dos líneas lo que
hemos visto hasta ahora: “Todo lo que el
hombre logra y todo en lo que falla es resultado directo de sus pensamientos.”
Nuestros pensamientos construyen de manera constante y permanente sea el éxito
o el fracaso. Una u otra cosa es el fruto de la semilla que plantamos en
nuestra mente. La noticia importante y ya lo sabes, es que nosotros somos los
sembradores y por la tanto quienes decidimos qué semilla sembrar, y que en
última instancia por miedo o negligencia, si no sembramos buena semilla,
simplemente estamos dejando voluntaria y deliberadamente que crezca hierba,
porque recuerda que la mente es como un jardín destinado a producir. Para que
la vida funcione adecuadamente debe haber un equilibrio entre todas las cosas y
creo que no es difícil entender que
cuando falta el equilibrio, todo se viene abajo. Basta con pensar un poco en el
equilibrio del universo, en nuestro sistema solar, son una muestra del orden y
del balance. Es como nuestro primer ejemplo, es como la mano de la maestra que
en nuestros primeros días escolares, escribía la primera plana como una muestra
de cómo debíamos hacer las cosas. Mantener el equilibrio de nuestras vidas es
una responsabilidad individual de cada uno de nosotros, nadie puede hacerlo por
nosotros, porque nadie más puede vivir nuestra vida, como tampoco nosotros
podemos vivir la vida de alguien más. ¿Quieres tener éxito, ser feliz y
trascendente? Tienes que hacerte cargo de tu vida.
Como señala el autor, nuestras debilidades y fortalezas son
nuestras, lo mismo que nuestros vicios o virtudes; nosotros los cultivamos;
dependen de nosotros y sólo nosotros podemos modificarlas, nadie más puede
hacerlo. Por eso y a fin de cuentas lo que suframos o lo que gocemos viene de
nuestro interior, es el fruto de lo que sembramos. Creo que ahora podemos
entender claramente el título del libro y su significado: Cómo pensemos, somos;
como sigamos pensando así seremos.
Para salir adelante primero debes desearlo, y luego poner
toda tu voluntad y determinación en ello, nosotros nos hacemos fuertes por
nosotros mismos, por nuestro propio esfuerzo. Es como un atleta, que debe
entrenarse personalmente, nadie más puede entrenarse por él, ni correr la
carrera por él. Así es la vida, nadie puede vivirla por ti, tú eres el autor,
intérprete y el director de tu vida. Nadie más.
ACCIONES:
Hoy continúa con la tarea que nos impusimos ayer. Ir
venciendo nuestras dudas y miedos. Piensa para cada uno de ellos “Yo puedo vencer esta duda, este miedo,
porque ahora yo tengo el control de mi vida, y mis dudas y temores sólo viven
en mi pensamiento y en este momento decido echarlos fuera.”
Déjanos un comentario o escríbeme a mi correo que está a tu
disposición: andresbermea@vitaminasparaelexito.com (Resalta y copia por favor la dirección de
correo y pégala en tu navegador de correo). Te invito a escribir y que nos
compartas tus pensamientos y comentarios. Me será muy valioso.
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