sábado, 25 de noviembre de 2017

Guillermo del Toro


Compilado por Graciela Sepúlveda

Hoy dedicamos este espacio a un mexicano con una carrera exitosa como guionista, artista de efectos especiales de maquillaje, novelista, director y productor. Me causa admiración Guillermo del Toro por su autenticidad, por seguir sus sueños, aunque a muchos no les parecieran, él fue y sigue siendo fiel a sí mismo, y por eso ha logrado el éxito en lo que se ha propuesto, veamos como inició todo…


Guillermo del Toro Gómez nació en Guadalajara, Jalisco, México el 9 de octubre de 1964. Su estilo de filmación inimitable se remonta a su infancia, a la edad de 5 años sus nanas le contaban cuentos de miedo para dormirlo, y él comenta que se retiraba a un mundo de fantasía para contrarrestar el temor que su devota abuela católica le inculcaba sobre el purgatorio y el infierno, así como la violencia que presenció en su ciudad natal, aceptando a los monstruos como una forma de escape, y haciéndolos parte de su mundo en lugar de la realidad que vivía.

Fascinado con los monstruos y demonios, los dibujos de estas criaturas asustaban a su abuela, quien tuvo dos intentos de exorcizarlo para limpiar su alma. Como otra forma de penitencia, ella también colocaba tapas de botellas de metal en los zapatos de Guillermo con el fin de que sus pies sangraran. Sin embargo, lejos de disuadirlo, la abuela de Guillermo  inspiró al autoproclamado "pálido, introspectivo, criatura de las sombras" a retirarse aún más a aquellos mundos que más tarde compartiría con el público internacional.

Guillermo estudió en la Universidad del Instituto de Ciencias de Guadalajara, pero no siguió su sueño de infancia de convertirse en un biólogo marino, ahora perseguía su interés en crear sus propias formas de vida y se entregó a esta fascinación al inscribirse en el Curso Avanzado de Maquillaje impartido por Dick Smith, quien en 1973 alcanzó la fama con el maquillaje de “El exorcista”. Esto llevó a Guillermo a su primera incursión en la industria del cine, como un diseñador de efectos especiales de maquillaje.

Este período duró casi una década, en la que Guillermo desarrolló estas habilidades y también hizo sus primeras incursiones en la dirección y producción. Realizó cortometrajes y programas en la televisión mexicana, incluyendo la producción de la película de 1986 “Doña Herlinda y su hijo” y cuatro episodios de la serie de terror llamada "Hora Marcada". Guillermo también co-fundó el Centro de Estudios de Cine de Guadalajara y el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, impartió talleres de cine y, a principios de los años ochenta, incluso, creó su propia empresa de diseño de maquillaje, “Necropia”.

De hecho, Guillermo ha dicho que el objetivo principal de Necropia, y el cual se cumplió antes que la compañía fuera cerrada, era encargarse del maquillaje de “Cronos”, la película en la que hizo su debut como director en 1993 y que para poder financiarla hipotecó su casa, vendió su auto y se endeudó con un banco. Es una creación vampírica que mostró su fascinación por “los insectos, los mecanismos de relojería, monstruos, lugares oscuros, y las cosas no nacidas".

Cronos lo sacó de la oscuridad, pues ganó nueve premios de la Academia en México y, posteriormente, se adjudicó el premio de la Crítica Internacional de Cannes, la película también ganó los elogios y la atención de Hollywood y lo llevó a su participación en un proyecto que realmente terminó no siendo de su agrado, “Mimic”, ya que debido a las diferencias creativas con los productores y las presiones del estudio, no se filmó la película que él tenía en mente. Esta experiencia fue tan terrible que lo incitó a regresar a México, donde estableció su propia compañía de producción, “Tequila Gang”. Como un comentario aparte, el 31 de octubre de 2011 salió a la venta en Blu-Ray “Mimic Director’s Cut” que es lo más cercano que veremos a la película que Guillermo se había imaginado en su mente (agregó cerca de 12 minutos después de un exhaustivo trabajo para encontrar las escenas que quería y estaban almacenadas), antes de que comenzaran todas esas diferencias creativas, y logró una película más mesurada, atmosférica, y aún así llena de grandes monstruos.

De regreso nuevamente en Guadalajara, Guillermo experimentó turbulencias en su vida privada en ese momento, con el secuestro de su padre en 1998, afortunadamente fue puesto en libertad tras el pago de un rescate. Junto con sus dos hermanos, Guillermo participó en las negociaciones para la liberación de su papá. El incidente provocó que volviera a los Estados Unidos, pero no iba a participar en la realización de otra película de Hollywood hasta 2002. Mientras tanto, dirigió y produjo en España una historia de fantasmas sobre los huérfanos del Ejército Republicano llamada “El espinazo del diablo” (2001). La película se desarrolla durante la Guerra Civil española, un conflicto que Guillermo incorpora a menudo en su obra, viéndolo como una "guerra de los hogares", donde la brutalidad que muestra enseña que los únicos verdaderos monstruos son los humanos.

Hollywood elogió igualmente la película como un éxito. La revista especializada Variety publicó que esta película “reconfirma la destreza artística de del Toro” y también ganó buenas críticas cuando  inauguró el Festival de Toronto el 9 de septiembre de 2001. El éxito de este proyecto lo impulsó a volver a Hollywood y dirigir “Blade II” (2001), protagonizada por Wesley Snipes. Sintió que Hollywood había dado glamour a los vampiros en películas tales como "Entrevista con el vampiro" (1994) y utilizó esta película basada en cómics como una oportunidad para “reinventar” una raza de vampiros, con el fin de retratar su verdadera brutalidad.

Animado por el nivel de control artístico que lo dejaron llevar en la realización de esta película, Guillermo dirigió su atención a su sueño de dirigir otra adaptación, Hellboy (2004), un cómic de Mike Mignola sobre un demonio invocado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, que cambia de bando para luchar del lado de los aliados, este sueño de muchos años ya era una visión muy clara en la mente de Guillermo, y determinó que Ron Perlman fuera el protagonista, Hellboy, claro que los estudios querían un actor más reconocido, al fin los pudo convencer, de lo cual el estudio no se arrepintió, pues la película fue un éxito y esto cimentó la credibilidad de Guillermo en todo el mundo.

Después de esto, se propuso hacer una película que estructuralmente hacía eco de “El espinazo del diablo”, pero desde una perspectiva femenina. Así llegó el nacimiento de “El laberinto del fauno” (2006), que obtuvo cinco nominaciones al Oscar, incluyendo Mejor Fotografía, Mejor Guión Original y Mejor Película en Lengua Extranjera, y que muchos consideran como la obra maestra de Guillermo del Toro. La película, que comparte temas de “El espinazo del diablo" sobre la inocencia y fantasía de la infancia, vio el regreso de Guillermo para filmar en español. Después del lanzamiento de la película, confesó que él identifica a Ofelia como una interpretación autobiográfica de su propia infancia. De hecho, el fauno que juega un papel central en la trama fue inspirado por un sueño recurrente que tenía de niño de un fauno que se le aparecía a medianoche.

La secuela de Hellboy”, titulada The Golden Army”, tuvo un mayor éxito que la primera y dejó preparando el terreno para una tercera entrega.

En abril de 2008 no se concretó su participación como director de El Hobbit, sin embargo, contribuyó en su guión.

En el 2013 Guillermo del Toro obtuvo un éxito de taquilla con la película “Pacific Rim”, actualmente se encuentra trabajando en el guión de “Pacific Rim: Uprising”, en el cual empezó a trabajar después de estrenar “Crimson Peak” (La Cumbre Escarlata). Durante todos estos años también ha producido muchas películas como “El Orfanato”, “El libro de la vida”, “Mamá”, entre otras, y escribió y dirigió un capítulo de Los Simpson en Halloween de la temporada 25 de la serie. También ha escrito varias novelas como la Trilogía de la Oscuridad I y II, Eterna y Nocturna.

Este 2017 del Toro se convirtió en el primer mexicano en ganar el León de Oro del Festival de Venecia con su película “La forma del agua” y dio este mensaje: “Se lo dedico a cualquier director mexicano o latinoamericano que sueñe con rodar algo en el género fantástico como parábola y esté enfrentando a alguien que le dice que eso no se puede hacer. Sí se puede, si te mantienes puro y sigues creyendo en lo que sea que crees –en mi caso, los monstruos–, todo irá bien”.

A pesar de la popularidad de Guillermo, sus ideas no siempre se han aceptado en Hollywood. Sin embargo, el ahora veterano de Hollywood no está desalentado por este rechazo, pero ha aprendido, después de su experiencia en "Mimic", que prefiere permanecer fiel a su visión que al compromiso. Actualmente vive en Los Ángeles con su esposa y sus dos hijas. Lo une una gran amistad con los grandes directores mexicanos Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu.

Guillermo del Toro, un hombre que es fiel a sus sueños, y al llevarlos a cabo encontró la realización y felicidad que conlleva al éxito en toda su extensión, manteniéndose sencillo y accesible a pesar de su fama mundial, cosa que muchos pierden en el camino.