sábado, 15 de diciembre de 2018

Millonario por un juego




Compilado por Graciela Sepúlveda

Seguramente todos hemos jugado alguna vez “Monopoly”, el juego donde compras y vendes propiedades, pues en esta ocasión les quiero compartir cómo fue que surgió tan ingeniosa diversión, y como le ayudó a su desarrollador a salir adelante durante la “Gran Depresión” en los Estados Unidos de Norteamerica…

Charles Brace Darrow nació el 10 de agosto de 1889 en Philadelphia, Pennsylvania. Darrow era un vendedor de calefacciones para el hogar, sin embargo, durante la Gran Depresión se quedó sin trabajo y a principios de 1930 empezó a buscar como podía ganar dinero para alimentar a su esposa y a su hijo, así que empezó a reparar planchas eléctricas, arreglaba ocasionalmente las cosas que podía, e incluso paseaba perros, hacia cualquier cosa en la que le pagaran por su trabajo.  Sin embargo no era suficiente, pues ahora su esposa estaba esperando su segundo hijo. Tenía que encontrar una manera de ganar más dinero.

Para llenar sus horas de ocio, y ayudarlo a olvidar sus preocupaciones temporalmente, Darrow inventaba cosas. Algunas de ellas eran muy divertidas, otros probablemente las diseñó con la esperanza de que iban a ser rentables. Hizo rompecabezas, creó una combinación bate y pelota que se suponía iba a ser utilizado como un juguete para la playa, y diseñó y mejoró un tapete para llevar el record y puntuaciones en las partidas de bridge. Eran cosas interesantes, pero nadie estaba dispuesto a pagar por ellas.

Darrow tenía muchas razones por las cuales estar preocupado.

Pero al darse cuenta de que el preocuparse no ayudaba en nada, Charles y su esposa, Ester, se resistieron a la necesidad de preocuparse y, para distraerse se pasaron horas reinventando un juego popular que había existido durante más de 30 años. El juego, que permitía que los jugadores rentaran propiedades, pagaran impuestos y servicios e hicieran todo lo posible por mantenerse fuera de la “cárcel” se llamaba “The Landlord’s Game” (El Terrateniente) Terrateniente.

“The Landlord’s Game”  ya había sido reinventado muchas veces por varios individuos, y algunos hasta lo habían comercializado con algo de éxito, pero a principios de 1934, un amigo le enseñó a Darrow una versión del juego que reflejaba un sitio de veraneo famoso en esos tiempos. Era algo mediocre en apariencia y se enfocaba en la avaricia de los que monopolizaban el mercado. En esa versión, al igual que en las anteriores, los jugadores tenían que ser los “malos” para ganar.

Darrow decidió modernizarlo por completo, creando un tablero colorido con piezas basadas en cosas que pudiera encontrar en su propia casa, una superficie de juego cuadrada en lugar de circular y calles y propiedades que tenían claves en color para corresponder con el tablero. Se reescribieron la reglas para enfocarse más en una estrategia financiera en lugar de la avaricia. Logró hacer que el juego fuera más divertido.

Juntos, mientras la depresión económica estaba alrededor de ellos, Charles y Ester se pasaron incontables horas jugando y refinando el juego, convirtiéndose en millonarios mentales una y otra vez a medida que compraban, vendían y rentaban propiedades en esta versión miniatura de Atlantic City, el lugar recreativo donde, en tiempos más prósperos, la pareja había pasado muchos días de diversión y descanso.

Ellos nombraron el renovado juego “Monopoly” y después de perfeccionar las reglas, invitaron a sus amigos y vecinos a jugar esta nueva versión con ellos. Pronto las noches del "Monopoly" se convirtieron en una característica en la casa de los Darrow y sus amigos les pidieron copias del juego.

Y así la demanda fue aumentando, y Darrow producía dos juegos hechos a mano al día. Los vendía a $4 USD cada uno, cada persona que lo compraba le traía nuevos clientes. La gente no paraba de hablar sobre el nuevo juego. Con solo la publicidad de boca en boca, Darrow vendió cerca de cien juegos, y tenía órdenes de muchos más. Pero su técnica de producción de uno en uno le dificultaba cumplir con la demanda.

Animado por sus amigos, Darrow decidió probar el juego fuera de su esfera personal de conocidos y amigos de amigos. Hizo unas cuantas unidades y las ofreció a una tienda en Philadelphia, todas se vendieron.

Con el conocimiento de que su juego era comercializable, trató de aumentar su tasa de producción. Un amigo le ayudó imprimiendo los tableros y las tarjetas. Darrow continuó pintándolos y decorándolos a mano. Esta automatización parcial le permitió producir seis juegos al día. En 1934, Darrow y su amigo estaban vendiendo los juegos de Monopoly completamente empaquetados e impresos. Fueron finalmente capaces de seguir el ritmo de los pedidos. Eso fue hasta que las ventas despegaron en Philadelphia. La tienda departamental ordenó una gran cantidad de juegos. Muchos más de los que Darrow podía esperar producir por su cuenta. Entonces se enfrentó a una decisión, pedir un préstamo grande y vender sus juegos por sí mismo, o venderlo a una gran empresa en el ramo. Charles pensó en su familia, y decidió vender.

Charles decidió llevar su juego a Parker Brothers y a Milton Bradley. El juego fue rechazado por ambas empresas. Los de Parker Brothers decían que no tenía un final claro, que era demasiado complicado, y el promedio de tiempo para terminarlo de jugar era muy largo. Así, Darrow decidió arriesgarlo todo y fabricó 5,000 ejemplares impresos por su cuenta. Con la temporada navideña  acercándose, tuvo que trabajar doble turno simplemente para enviar todos los pedidos masivos de los grandes almacenes de Philadelphia. Incluso FAO Schwartz ordenó varios cientos de copias.

Afortunadamente Parker Brothers pronto cambió de opinión cuando un amigo de la hija del fundador compró uno de los juegos en FAO Schwarz y le gustó mucho. Se le hizo una generosa oferta para comprar el juego directamente, y le ofrecieron regalías sobre todos los juegos que se vendieran. Pero le dijeron que tenía que haber algunos cambios en las reglas (los únicos cambios importantes en las reglas fueron las del "juego corto" incluido en cada caja). Darrow rápidamente aceptó, ya no tendría que seguir haciendo el juego él mismo. Monopoly terminó siendo el juego de mesa más vendido en Estados Unidos ese año, y convirtió a Darrow en el primer creador de juegos millonario en la historia.

Charles se convirtió en millonario solo con las regalías (nadie hubiera pensado que el juego se vendería de la manera en la que lo hizo, de lo contrario Parker Brothers no habría ofrecido regalías). Se retiró a la edad de 46 años a una granja en el condado de Bucks, Pennsylvania. Desde allí se dedicó a sus intereses recién descubiertos como viajar por el mundo, la fotografía, y la recolección de orquídeas exóticas. Murió en 1968, dos años después, una placa conmemorativa en su honor fue colocada en la intersección de Boardwalk y Park Place, en su ciudad favorita, Atlantic City.

Actualmente el “Monopoly” se vende en 107 países y en 37 idiomas diferentes, y se ha convertido en el juego de mesa más vendido del mundo. Hoy en día, Charles Darrow se sorprendería con la diversidad de los productos de la marca Monopoly, y la gran variedad de "ediciones personalizadas" desarrolladas para las principales ciudades, universidades, equipos deportivos, y los iconos de la música, entre muchos otros. La marca Monopoly ha producido juegos electrónicos, con funciones bancarias automáticas, así como "mini" juegos de mesa para poder usarlos durante los viajes. Hasta se puede jugar Monopoly en internet con personas de otros países.

Les quise compartir esta historia porque me llama mucho la atención como, en tiempos difíciles, Charles y Ester Darrow decidieron jugar a las posibilidades. Ya sea que tengamos una necesidad inmediata de dinero, una preocupación por nuestra salud, o estemos involucrados en una mala relación, no importa lo que sea nuestra dificultad, no se resolverá con nuestras preocupaciones, es más, entre más nos preocupemos, más nos alejaremos de la solución que buscamos. La historia de Charles Darrow es una historia de triunfos y logros y nos demuestra la capacidad de superar los momentos más difíciles, y la posibilidad de tener éxito a través de la creatividad y la determinación. Yo no era muy fan del Monopoly, pero de ahora en adelante lo veré con otros ojos.

Versión española del MONOPOLY para computadora PC