sábado, 24 de septiembre de 2016

El ángel de la música



Compilado por Graciela Sepúlveda

Del teatro musical, uno de los autores que más disfruto y quien para mí es un genio es Andrew Lloyd Weber, él ha creado gran parte de la música más reconocida en Broadway de todos los tiempos y en el camino ha ido cosechando una serie de premios y honores, incluyendo un título de Caballero, siete premios Tony, tres Premios Grammy, un Oscar, dos Emmy internacionales, siete Oliviers y el premio Kennedy Center Honors. Las canciones de sus musicales gozan de gran popularidad fuera del escenario, y su compañía de producción teatral, el Really Useful Group, es una de las más grandes en Londres. Veamos cómo empezó todo…

Andrew Lloyd Webber nació el 22 de marzo de 1948, en Londres. Su padre era el director del London College of Music, su madre era profesora de piano y su hermano menor, Julian, es un renombrado violoncelista, así que se podría decir que nació con sangre musical corriendo por sus venas. Era un verdadero prodigio pues a muy temprana edad tocaba el piano, el violín (a los 3 años) y el cuerno francés, y comenzó a escribir su propia música a los 6 años. Un pasatiempo infantil de Lloyd Webber que debe de haberle ayudado en sus futuras puestas en escena y a fomentar su gran capacidad de imaginar producciones totalmente montadas debe haber sido cuando a los  once años jugaba con un teatro de juguete muy elaborado y construido a escala. También tenía y tiene una fascinación por los trenes que se vio plasmada en la obra “Starlight Express” (1984).

Sin embargo, Andrew tenía un sueño en su infancia, que era el de convertirse en el “Inspector en Jefe de los Monumentos Antiguos de Inglaterra”, y en 1965, Lloyd Webber entró en la escuela de Westminster con una beca muy especial llamada “Queen’s Scholar” y comenzó un curso de historia en el Magdalen College, Oxford. Sin embargo, su verdadera vocación pronto surgió y lo llevó en otra dirección, abandonó sus estudios de historia en el invierno de 1965 para estudiar en el Royal College of Music y explorar su interés por el teatro musical.

Ese mismo año, cuando tenía 17 años de edad, Lloyd Webber recibió una carta de un estudiante de derecho de 21 años, Tim Rice que decía, "Querido Andrew, me han dicho que usted está buscando un autor que le ponga letra a sus canciones, y como yo he estado escribiendo canciones pop por un tiempo y en particular disfruto escribiendo las letras, me pregunto si considera que valga la pena conocerme. Tim Rice". Lloyd Webber encontró algo en la carta que le interesó, y  ¡qué bueno! Pues así comenzó una larga y fructífera colaboración entre Tim Rice y Andrew Lloyd Webber para el regocijo de nuestros oídos.

Andrew Lloyd Webber & Tim Rice en los inicios
En 1965, Lloyd Webber y Tim Rice comenzaron a trabajar en su primer musical, “La Gente Como Nosotros”, que no llegó a la etapa de los escenarios, sin embargo esto no los desanimó. Pronto fueron comisionados para escribir un concierto religioso, y durante los siguientes dos meses, la pareja hizo una versión de 20 minutos de una “cantata-pop" que un día se convertiría en “José el Soñador”, un recuento de la historia bíblica de José, hijo de Jacob. La obra se estrenó el 1 de marzo de 1968 y fue un éxito inmediato. Con cada actuación, José se hizo más grande y mejor, para terminar con un tiempo de dos horas de duración. Andrew tenía solo 20 años.

Jesucristo Super Estrella
Siguiendo con un tema bíblico, el próximo proyecto de la pareja fue “Jesucristo Superestrella” (1971), la presentación de la música pop en forma de ópera clásica. Jesucristo Superestrella comenzó la tradición Lloyd Webber-Rice de primero presentar el álbum de música y después hacer la producción de la obra del mismo. Después Lloyd Webber se asoció con el dramaturgo británico Alan Ayckbourn para hacer “Jeeves” ( 1974 ), sin embargo, encontró poco éxito, por lo que en 1976 Rice y Lloyd Webber se reunieron nuevamente para crear “Evita” con el concepto de álbum. La canción "No llores por mí, Argentina" fue todo un éxito, impulsando la popularidad del musical, que llegó a los escenarios de Londres en 1978. Se trasladó a Broadway el año siguiente.

El Fantasma de la Ópera
Cats
La década de 1980 desgraciadamente vio el final de la colaboración entre Andrew Lloyd Webber y Tim Rice, pero también marcó una época exitosa de Lloyd Webber. El primero de ellos Cats, basado en la poesía de T.S. Eliot. Cats abrió en Londres en 1981 y se convirtió en el musical de más larga duración en la historia de esa ciudad, permaneciendo en escena por 21 años. En Broadway, Cats duró 18 años. Starlight Express siguió a Cats, y si bien no fue tan bien recibida por los críticos, se ha mantenido popular entre el público y todavía se presenta en varios lugares. El siguiente éxito de Lloyd Webber, y el más grande hasta la fecha, es “El Fantasma De la Ópera”, basada en la novela francesa El fantasma de la Ópera de Gaston Leroux. El Fantasma se estrenó en Londres en 1986 y ha sido el espectáculo de Broadway de más larga duración en la historia. Celebró su representación número 10,000 en Broadway el 11 de febrero de 2012.

La década de 1990 vio el lanzamiento de varias producciones de Lloyd Webber, incluyendo Sunset Boulevard (1994), una versión de la película Cats (1998) y Whistle Down The Wind (1998 ).

Sin embargo, ninguna de estas obras fueron éxitos y Whistle Down The Wind fue un desastre, cancelando su temporada en Broadway antes de empezar, después de una apertura sombría en Washington, DC. El siglo 21 encontró a Andrew Lloyd Webber escribiendo y produciendo varias obras más, pero ninguna pudo replicar el éxito que el compositor había encontrado previamente. En 2010 estrenó en Londres Love Never Dies otro musical inspirado en la novela de El Fantasma de la Opera pero no tuvo el éxito esperado. 2011, Lloyd Webber dio a conocer una versión de teatro musical de “El Mago de Oz” que solo duró un año y medio en cartelera.

Su arduo trabajo y éxito lo han convertido en una de las 100 personas más ricas de Gran Bretaña, con una riqueza superior a los $ 1 mil millones de euros. En la actualidad es propietario de seis teatros de Londres, como el Teatro Real, Drury Lane y el London Palladium, y la compañía de producción Really Useful Group, una de las más grandes de Londres. También fundó la Fundación Andrew Lloyd Webber para "promover las artes, la cultura y el patrimonio en beneficio público".

Andrew Lloyd Webber ha logrado el éxito a base de seguir adelante, aunque algunas veces  fracasó en lo que se proponía, no se dejó vencer y llegó muy alto, nos deja un gran legado que podemos disfrutar con maravillosa música para todos los gustos y con historias que te hacen reír, llorar, estremecer, y tantos sentimientos que surgen al disfrutar de sus creaciones teatrales. Lo reitero, para mí un genio musical.


De lo mejor de Andrew Lloyd Webber: