Compilado por Graciela
Sepúlveda
Estoy muy contenta de compartirles la semblanza
de una mexicana emprendedora e innovadora, cuya empresa ha sido incluida por la
ONU como una de las 100 empresas que pueden salvar al mundo, ¡maravilloso! ¿Verdad?
Que orgullosa debe estar Gabriela León por sus logros, pero esto no fue nada
fácil, se enfrentó a muchos retos y obstáculos, veamos como inició todo…
Gabriela
León Gutiérrez estudió Ingeniería Bioquímica Industrial en la Universidad
Autónoma Metropolitana, UAM, en la ciudad de México, D.F., y recuerda que desde
que estaba estudiando las clases que le apasionaban como: química, bioquímica,
biología molecular, le hacían pensar y les decía a sus compañeros: “Algún día voy a tener una fábrica”.
Al finalizar sus estudios, Gabriela consiguió trabajo en una fábrica de
productos de limpieza, sin embargo, en 1999 se quedó sin trabajo, igual que su
hermano Sergio, él es diseñador gráfico y trabajaba con un banco europeo, en
fin, el caso es que se reunieron, juntaron sus ahorros, pidieron prestado a
familiares y amigos e iniciaron su propia empresa, “Gresmex”, en ella los hermanos combinaron sus talentos y
comenzaron el desarrollo de la línea de productos de cuidado personal y
limpieza para el hogar marca Walmart.
Su objetivo era reconceptualizar los productos de marcas propias. Ellos querían
quitar ese estigma de que no porque fuera barato tenía que ser feo el empaque o
de mala calidad el producto, y para lograrlo decidieron imprimir su sello en
cada producto: eran biodegradables, con fórmulas eficaces, agradables aromas y
con innovadores diseños de botella y etiqueta. Muchos familiares y amigos los
desalentaban, pues les decían que era mejor tener un trabajo seguro, con un
cheque cada quincena, afortunadamente no les hicieron caso y fueron detrás de
su sueño, pues el modelo de mamá que tenían los inspiró a decir “Sí puedo”.
Lo que
inició como un experimento en casa, a las dos semanas se convirtió en una
empresa que operaba en una bodega industrial de Coyoacán de 400 metros
cuadrados, ellos hacían de todo, fabricaban, etiquetaban, llenaban las
botellas, cargaban los camiones, facturaban, era un trabajo muy pesado, pero
que tuvo su recompensa, pues su portafolio de clientes, a pesar de ser un
mercado competido, comenzó a crecer. Cadenas de autoservicio como Soriana y
Chedraui los eligieron también como proveedores. Pronto Gresmex se colocó como uno de los principales proveedores de marcas
propias para grandes cadenas.
Pero en
2008 el futuro de la empresa dio un giro. En aquel año, el hijo de Gabriela se
enfermó de rotavirus, esto le causó un gran conflicto a Gabriela, como mamá,
como química y como empresaria, porque le pasó a ella que hacía productos
antibacteriales y para la limpieza del hogar. Al buscar en el mercado un jabón
líquido que inhibiera diversos virus y bacterias, Gabriela notó que no existía.
Todos eran antibacteriales, pero sólo funcionaban para ciertas bacterias.
Este
descubrimiento representó una oportunidad de mercado y los hermanos decidieron
integrar un área de investigación a Gresmex. Contrataron a un químico experto
en nanotecnología y comenzaron a hacer las pruebas de diseño de la molécula
dentro de la empresa, y cuando creían que tenían la configuración, la probaban
afuera, en un laboratorio que tuviera la objetividad para ver si servía o no.
Gresmex
realizó 28 versiones de su nanomolécula y se apoyaron en laboratorios externos,
universidades y organismos públicos como el Instituto Nacional de Enfermedades
Respiratorias (INER) para tener la objetividad y dar credibilidad a la
tecnología ya “que en México es muy
complicado”.
La meta era
crear una nanomolécula contra virus, pero conforme se fue puliendo vieron que
era efectiva contra hongos, bacterias, esporas y otros organismos. La empresa
desarrolló entonces una línea de productos “neutralizantes”
para el cuidado personal, pero por su naturaleza desinfectante, las soluciones se
han extendido a los campos de la salud, ganadería, agricultura, incluso para la
restauración de obras de arte.
Gabriela
comenta sobre su producto: “En una prueba
de eficacia que hemos hecho para tener la misma protección contra bacterias,
con el cloro –con el que han comparado la eficacia de la nanomolécula- tendrías
que limpiar una superficie cada 15 minutos, con nuestro producto, cada 72
horas. Tenemos ventajas competitivas como el poder eliminar todo el espectro de
bichos patógenos, con el mismo producto, que además es inocuo y biodegradable”,
asegura. Además, dentro de las pruebas que hicieron de efectividad, hicieron lo
que se llama la prueba reina, que fue hecha en el Hospital de Pediatría del
Centro Médico Nacional Siglo 21, en el que en 6 días bajaron la carga
microbiana en 98%, esto es verdaderamente increíble.
Durante
cuatro años trabajaron en el desarrollo de la nanobiomolécula, finalmente, en el
2014 la nanopartícula fue patentada en México y se encuentran en proceso de
otorgamiento de patente en 150 países. “La
investigación fue un trabajo arduo y costoso que nos puso en momentos muy
difíciles”, destaca Gabriela. “Pero
finalmente lo logramos”. Gabriela recuerda un momento en el que no tenían
dinero y estaba llorando desesperada durante este proceso de innovación, cuando
su hija de 6 años fue por su cartera, le trajo sus ahorros y le dijo: “Ten, aquí está, te lo vamos a dar porque
creemos que vas a salvar a muchos niños en el mundo, lo único que te pido mamá,
es que tengas confianza”.
A partir de
que la empresa cuenta con todas las de la ley, pues siempre han actuado con
ética desde el desarrollo de la molécula hasta la comercialización, la
Organización de las Naciones Unidas incluyó a Gresmex dentro de las 100
empresas que salvarán a la humanidad, y fueron invitados por la Secretaría de
Economía a participar en el Diálogo de CEO´s en los Estados Unidos, en
Washington, D.C., como ejemplo de compañía innovadora.
Gresmex
está catalogada además como Empresa Estratégica de Prioridad Nacional, por
parte de la Secretaría de Economía -2014-; y recientemente fue seleccionada
personalmente por el empresario y filántropo estadounidense Michael Dell para
participar en la Aceleradora Global de la Fundación de las Naciones Unidas
2014, fue también nominada por el World Economic Forum como tecnología pionera.
La
Organización Mundial de la Salud mantiene constantemente una alerta sanitaria
por riesgos de posibles pandemias causadas por virus, así como una batalla
incansable contra los microorganismos que causan contagios intrahospitalarios.
A México estas infecciones le cuestan $35 mil millones de pesos al año.
(Fuente: Asociación Mexicana de Bioseguirdad AMEXBIO). Por consecuencia de
estas infecciones intrahospitalarias, cada año, en Estados Unidos se suman 16
millones de días extras de hospitalización y mueren 99,000 personas, en Europa
37,000 (Fuente: OMS) y en México 70,000 (Fuente: AMEXBIO). No entiendo porque
no se utiliza esta maravillosa tecnología en los hospitales… ¡Ah, ya sé!, la
burocracia…
Gabriela
concluye sobre esto: “Tenemos una nueva
forma de detectar, seleccionar y neutralizar por completo los microorganismos
patógenos. Nuestra Innovación cien por ciento mexicana es la primera patente de
nuestro país solicitada en 70 países. Nuestro desarrollo logrará que la gente
tenga una mejor calidad de vida, que los pacientes tengan una recuperación más
pronta y de mejor calidad; aportará soluciones en los campos de salud, animal y
vegetal, y contribuirá a bioconservar el patrimonio cultural del país. Es un
hecho, creamos espacios bioseguros y es un desarrollo mexicano”, agregó.
La
nanomolécula la llamaron NBelyax y los productos que la contienen para
desinfectar como cremas, jabones líquidos, sanitizantes, toallitas húmedas se
llama Éviter.
Gabriela y
su hermano muestran una gran preocupación por el bienestar de todas las
personas, a finales del 2014, durante los contagios que hubo de ébola en
África, Gresmex donó 2.8 toneladas de productos para ayudar a reforzar el cerco
sanitario instalado en ese continente y así proteger a la comunidad y a quienes se
encontraban atendiendo a personas contagiadas de ébola, como médicos,
enfermeras y voluntarios.
Gabriela
nos comparte 3 consejos para los que están emprendiendo algún proyecto, basada
en su propia experiencia, 1) Confianza en ti mismo y perseverancia, 2) Buscar
una mentoría adecuada, pues se vale decir: de
esto no sé y necesito consejo y ayuda y 3) Tener los objetivos y valores de
tu empresa muy claros, pues ellos siempre serán una luz que te guíe.
Después de conocer a Gabriela León siento una
profunda admiración por ella, me enseñó
que hay que perseguir nuestros sueños, que el mundo no se acaba cuando te
quedas sin trabajo, al contrario, es una oportunidad de crecimiento como lo fue
para ella y su hermano, que hay grandes oportunidades en necesidades que vemos
alrededor, como la que ella vio de buscar un elemento contra los virus al
enfermarse su hijo, que si no sabes de algo, pidas consejo y contrates a
alguien que sí sabe, que las cosas no siempre salen a la primera, ni a la
segunda, ellos hicieron 28 intentos para encontrar la nanomolécula, que debes persistir
y resistir , y sobre todo tener confianza en ti mismo y trabajar con ética
aunque sea muuuucho más lento tener logros, pero al final serás respetado y
recompensado.