“Claro que vale la pena vivir en esta situación, siempre hay algo por
hacer, algo por que vivir, la vida es maravillosa, no importa la circunstancia
aparente”
Juan Ángel Ruiz Cantú
Hoy les compartimos la semblanza de un hombre a quien un accidente le inmovilizó el cuerpo, pero le liberó el espíritu.
Juan Ángel Ruiz Cantú, con los pies en el Cielo...
Compilado por Graciela
Sepúlveda
La semana pasada tuvimos la oportunidad de
asistir a la presentación del libro “32 Superhéroes Mexicanos” de Emilio
Cárdenas Monfort, lo estoy leyendo y estoy maravillada de cuántos jóvenes están
siendo héroes desde su trinchera y como todos podemos serlo también, se los
recomiendo muchísimo, en fin, a lo que voy es que uno de los presentadores del
libro fue Juan Ángel Ruiz Cantú, ese extraordinario ser humano que no se dejó y
no se deja vencer por la adversidad, y les quiero compartir parte de su vida y
de sus maravillosas reflexiones que nos harán ver nuestro entorno con otros
ojos…
Juan Ángel Ruiz Cantú
siempre fue un niño juguetón, amiguero, espontáneo, alegre, buen amigo y muy
deportista, practicaba sobre todo el futbol americano, que es su deporte
favorito, lo hizo por 11 años consecutivos, se consideraba el mejor liniero
ofensivo del equipo, jugó primero en el club Pumas y después en la Prepa 15. Ya
de adolescente realizaba muchas cosas como cualquiera de ellos, iba al cine, al
teatro, al antro, salía a divertirse con sus amigos los fines de semana, etc.
Todo esto cambiaría
radicalmente el 7 de enero de 1994, Juan Ángel tenía 16 años, cuando después de
una fiesta se subió al carro de un amigo si pensar ni preguntarse en qué estado
se encontraba al conducir, iban 4 amigos y Juan. De repente, al ir a gran velocidad, el
conductor perdió el control del automóvil, dieron varias vueltas hasta que se
detuvieron con un poste de electricidad, el cual penetró por el lado derecho en
la parte trasera matando de inmediato a los dos amigos que iban al lado de él y
dejándolo a él seriamente lesionado, bronco-aspirado, con paro cardíaco y en
coma.
Durante un año
permaneció en el hospital luchando entre la vida y la muerte, este accidente
causó que Juan Ángel quedara cuadripléjico, esto significa que no puede mover
su cuerpo del cuello para abajo, no puede caminar, ni comer solo, o jugar
futbol americano, abrazar, bailar, y algo que todos hacemos sin siquiera
pensar, no puede respirar por sí mismo, una máquina lo ayuda a respirar
continuamente, día y noche, segundo a segundo, si Juan se queda sin supervisión
un solo minuto podría morir.
Al despertar después
del accidente Juan no podía creer lo que sucedía, no lo quería aceptar, pero
después, poco a poco, se fue dando cuenta de su realidad y pensó: “Tengo que hacer algo, que esto no sea en
vano” y por su familia, sus amigos y por él mismo empezó con un gran deseo
de hacer algo por los demás, no iba a dejar que una silla de ruedas y un
respirador le quitaran su espíritu, iba a pelear y no se iba a rendir, y
después de 17 años Juan ha sido solicitado en muchas partes del país para dar
conferencias a jóvenes y adultos tratando de enseñarles que pueden vencer sus
problemas y adversidades, que aprendan a vivir con alegría así como él encontró
la manera de apreciar y disfrutar la vida.
Juan Ángel reflexiona
que Dios nos pone en el camino para un propósito y nos da siempre la
oportunidad de ser cada vez mejores. La vida es muy valiosa y se le puede sacar
mucho provecho y mucho aprendizaje en cualquier situación que se esté viviendo,
para él la vida es un gran regalo y él no se quiere perder ni un momento y
ningún proceso de aprendizaje, y después dar de regreso a los demás ese
aprendizaje que se logró para dejar este mundo mejor de como lo encontramos.
El doctor que lo salvó
le preguntó un día que tal vez él hubiera preferido morir que vivir así, que
tal vez le pudiera tener resentimiento, a lo que Juan respondió: “Claro que vale la pena vivir en esta
situación, siempre hay algo por hacer, algo por que vivir, la vida es
maravillosa, no importa la circunstancia aparente” y tiempo después Juan
fue padrino en la boda del doctor.
Juan también habla de
la diferencia entre el dolor y el sufrimiento, pues la gente piensa que él los
tiene constantemente, sobre esto comenta: “Mucha
gente confunde el dolor con el sufrimiento, son cosas diferentes. El dolor es
la respuesta a un estímulo, el sufrimiento es algo cognoscitivo, el dolor a
veces uno no puede evitarlo, el estímulo está ahí, sin embargo, el sufrimiento
es una decisión que puedes desterrar o aceptar, puedes sufrir toda la vida por
cualquier cosa. No tienes que tener dolor para sufrir bastante y viceversa”.
En su caso Juan no tiene sufrimiento pues el amor ha llenado su vida, ha
llenado su razón de ser, de existir, de vivir, de reír…
Juan Ángel comparte
que los momentos de adversidad siempre llegan y lo que uno puede hacer en estos
momentos es sacar lo mejor de sí mismo. Muchas veces estamos en una zona de
confort y no se tiene la oportunidad de descubrir lo que uno es capaz de hacer,
lo que uno tiene dentro, entonces estas son oportunidades para descubrirse uno
mismo y ser mejor.
Juan Ángel terminó su
licenciatura en Desarrollo Humano en línea y desde hace años fundó el Patronato Juan Ángel Ruiz Cantú A. B. P. cuyo objetivo es fomentar en la sociedad la
participación activa y el trabajo en equipo, orientar a los jóvenes en el uso
de su libertad contra los excesos y adicciones, mostrar a los enfermos y
discapacitados las oportunidades de superación y capacidades con las que
cuentan.
"Clic" aquí para ver la película |
Todas estas experiencias
que ha tenido Juan Ángel fueron llevadas al cine en un Documental que se llama
“Con los pies en el cielo”
realizado por cierto por un gran amigo, Vidal cantú, ojalá lo puedan ver sea
dando un “Clic” sobre el título o en la liga a Youtube http://www.youtube.com/watch?v=t7FyeZAddv4 en el mismo aparece también Gloria Estefan,
Emilio Estefan y Eduardo Verástegui.
Juan Ángel ha recibido
muchísimos premios y reconocimientos, pero ninguno como el amor que le han dado
sus padres, hermanos y amigos, y la satisfacción que le queda cada día de
luchar por un mundo mejor.
Juan Ángel ha tenido la determinación de
sobreponerse a la adversidad y lo logra día a día. Mientras otros sólo ven
limitaciones, él ha encontrado un sentido y propósito para su vida. Aún sin
poderse valer por sí mismo físicamente hace de cada día que vive un triunfo y
es la prueba de que cuando uno quiere algo y pone todo el empeño, la voluntad y
la perseverancia para lograrlo, no hay limitación por grande que parezca que
pueda evitarlo.