Compilado por Graciela Sepúlveda
La historia de Dikembe Mutombo comienza en Kinshasa, la capital de la República Democrática del Congo. En esa gran ciudad nació Dikembe el 25 de junio de 1966. Su nombre completo es Dikembe Mutombo Mpolondo Mukamba Jean Jacque Wamutombo, se acortó mucho antes de su llegada a América, hoy sus amigos simplemente lo llaman "Deke”. Es uno de los nueve hijos del director de la escuela donde estudió, vivió su infancia en un ambiente cómodo, de clase media. Sus padres se dedicaban a la educación y toda la familia asistía a la iglesia junta cada domingo.
Todos los miembros de la familia de Mutombo son altos, pero Dikembe exageró. En la secundaria estaba a punto de alcanzar los dos metros de altura y no mostraba signos de detenerse allí, actualmente mide 2.18 m. Al igual que sus otros hermanos, le gustaba el atletismo, el fútbol y practicaba artes marciales. El basquetbol no le interesaba para nada, pero su papá y su hermano mayor lo obligaron a practicarlo, y ahora se los agradece mucho, pues encontró en este deporte el éxito y una manera de ayudar a su país en tantas necesidades que él veía que tenía.
Dikembe empezó tarde pues ya tenía 18 años cuando inició sus entrenamientos en basquetbol, y además carecía de las condiciones adecuadas para entrenar.
Tanto Mutombo como su hermano Ilo comenzaron a considerar lo que el baloncesto podría hacer por ellos para poder lograr estudiar la universidad. Mutombo quería ser médico, era un buen estudiante con altas calificaciones en el Instituto Boboto en el Congo. Después de jugar un poco de tiempo para el equipo nacional del Congo y viajar a través de África para los juegos, se acercó a algunos entrenadores de las universidades estadounidenses que estaban de visita para hablar sobre la posibilidad de estudiar en los Estados Unidos. Los entrenadores le dieron algunos consejos, pero la verdadera ayuda se la dio un funcionario de la Embajada de EE.UU en el Congo, Herman Henning, quien vio a Mutombo jugar y se ofreció a ayudarlo, y en 1987 Dikembe Mutombo se encontraba en un avión con destino a los Estados Unidos, con una beca para asistir a Georgetown. Al mismo tiempo, su hermano obtuvo una beca para la Universidad del Sur de Indiana, también para jugar al basquetbol.
Su llegada a Estados Unidos no fue nada fácil, pues se vio abrumado por varios aspectos a los que se enfrentó. Dikembe hablaba francés y otras lenguas y dialectos africanos, pero ni una palabra de inglés cuando llegó a Georgetown. Tenía poco conocimiento de las estrategias básicas del basquetbol estudiantil y la cancha donde entrenaba era muy diferente a lo que estaba acostumbrado. Y durante su primer año uno de sus hermanos consentidos en el Congo fue diagnosticado con cáncer cerebral mortal. Todo esto tenía a Dikembe muy presionado, pero perseveró y puso toda la pasión que le fue posible. Estudiaba inglés seis horas diarias con un tutor y luego asistía a las clases de la universidad. Después entrenaba con un coach muy paciente que lo ayudó a adaptarse a su nueva situación. No podía darse el lujo de llamar a sus padres a África, así que su apoyo moral era su hermano en Indiana.
Ya para su segundo año en Georgetown empezó a jugar haciendo una gran mancuerna con otro jugador, los llamaban “Las Torres Gemelas” y empezó a ganar fama como un gran jugador defensivo.
Mutombo tenía pocas aspiraciones a una carrera en la NBA antes de su último año en Georgetown. Se había especializado en Ciencias Políticas y Lingüística, y había hecho prácticas con un congresista de EE.UU. y con una empresa de programación informática, como preparación para una carrera en el servicio público. No pensó que sería un jugador de basquetbol profesional, sin embargo muchos estaban convencidos de que podría jugar profesionalmente. Su coach, con el que tenía una relación de mucha amistad y cariño, llevó a Bill Russell, un ganador de 11 campeonatos de la NBA, a hablar con Mutombo y éste lo convenció de que podía jugar en la NBA.
Y así inició su camino por la NBA, sus papás vinieron desde el Congo para estar con él en el Draft, fue elegido en la primera ronda por los Nuggets de Denver. Mutombo rápidamente se estableció como un líder de equipo para los Nuggets. Fue el único novato en ser elegido en 1992 para el Juego de las Estrellas. Con los Nuggets de Denver jugó desde 1991 hasta 1996, pasó después al equipo de los Atlanta Hawks de 1996 al 2001, posteriormente jugó con los Philadelphia 76ers del 2001 al 2002, con los New Jersey Nets del 2002 al 2003, pasó después con los New York Knicks del 2003 al 2004 y finalmente con los Houston Rockets del 2004 al 2009.
Mutombo jugó en la posición central. Con su combinación de altura, poder y brazos largos, se estableció como uno de los mejores defensores de todos los tiempos, tanto, que fue elegido Jugador Defensivo del Año en cuatro ocasiones. Él ocupa el segundo lugar de todos los tiempos en los bloqueos registrados, y el número 21 más prolífico en rebotes. Fue elegido ocho veces para el Juego de las Estrellas. Y aunque es considerado como un defensivo nato, Mutombo también contribuía en la ofensiva anotando 10.6 puntos por partido.
Además del éxito obtenido como uno de los mejores jugadores de basquetbol, Dikembe Mutombo es reconocido como un gran humanitario. Mutombo comenzó la Fundación Dikembe Mutombo para mejorar las condiciones de vida, salud y educación en su nativa República Democrática del Congo en 1997. Sus esfuerzos le valieron el Premio Humanitario de la NBA en 2001. Por sus hazañas, The Sporting News lo nombró como uno de los "chicos buenos en el deporte " en 1999 y 2000, y en el 2006 el deportista más generoso del mundo. También fue elegido como uno de los 20 ganadores de los President’s Service Awards, el honor más alto de la nación para el servicio voluntario. En 2004, también participó en el "Basquetbol sin Fronteras" donde las estrellas de la NBA recorrieron África para hablar sobre el basquetbol y mejorar la infraestructura. También pagó por los uniformes y los gastos para el equipo femenino de baloncesto del Congo durante los Juegos Olímpicos del Centenario de 1996 en Atlanta. Mutombo es un portavoz de la agencia de ayuda internacional, CARE (alivio) y es el primer emisario de la Juventud para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Uno de los proyectos más importantes de la Fundación fue la construcción del hospital Biamba Marie Mutombo en la ciudad capital de Kinshasa, República Democrática del Congo. El hospital abrió sus puertas en diciembre de 2007, fue nombrado así en memoria de la amada madre de Mutombo, y en él han tratado a más de 100,000 hombres, mujeres y niños.
"La mitad de la población de África en estos momentos tiene menos de 15 años", dijo Mutombo, "Pero no estamos encontrando el tiempo para educar a las personas debido a la violencia." Su próximo proyecto es construir una escuela en memoria de su padre.
Mutombo está casado y tiene 6 hijos, 2 propios y 4 adoptados de sus dos hermanos fallecidos.
Los honores, premios y reconocimientos que Dikembe Mutombo ha recibido son muchísimos, sin embargo, la satisfacción de haber tenido y seguir teniendo un impacto positivo en tantas vidas, creando oportunidades para aquellos que no pueden tenerlas, brindando salud, educación y bienestar a los que les hace falta, es el mayor premio que pueda recibir, sin duda, ha sabido utilizar el éxito y los dones recibidos de una manera por demás extraordinaria.