sábado, 12 de mayo de 2018

Mi vida toda


Elvira Ceballos



Compilado por Graciela Sepúlveda

Elvira Ceballos, una mujer argentina quien toca la guitarra y el piano, es compositora y cantante, y a sus 66 años vive sola, cocina, lava, plancha, cose, hace pasteles y muchas cosas más, esto tal vez no parezca cosa del otro mundo, cualquiera lo puede hacer, sin embargo, Elvira está ciega y además se mueve en silla de ruedas, todo esto lo ha logrado con empeño y disciplina a través de su vida y con el apoyo incondicional de sus padres, sobre todo de su mamá, les platico su hermosa historia…

Elvira Ceballos nació en La Falda, una ciudad en la provincia de Córdoba en Argentina el 16 de marzo de 1949. Tuvo 3 hermanos, un hombre y dos mujeres, ella es la más chica. El niño murió siendo muy pequeño, y la segunda hermana perdió la vista a los 3 años por desprendimiento de retina. Desgraciadamente a Elvira le pasó lo mismo, pero a la edad de 1 año, además de que padece de osteogénesis imperfecta, lo que hace que sus huesos sean extremadamente frágiles, por lo que requiere moverse en silla de ruedas desde hace 10 años. Su familia era muy acaudalada, pero perdieron todo su dinero tratando de que sus hijas recuperaran la vista y la salud. Esto no minó la alegría de la familia, su casa era una casa de fiesta, siempre rodeados de amigos, donde siempre se escuchaba música y se rezaba el rosario, y donde nunca se perdieron las ganas de cantar, tocar, vivir y hacer música. Los papás de Elvira siempre la dejaron ser, la motivaron a ser independiente desde pequeñita, eso la hizo muy fuerte, y cuando vieron en ella una inclinación a la música, la apoyaron en todo
A los 5 años Elvira ya sabía escribir música, pues acudió al Instituto Provincial de Ciegos a donde llevó su mamá a sus dos hijitas ciegas, de hecho, no las querían recibir pues ya habían sufrido accidentes domésticos, además de que el instituto es solo para ciegos, sin ninguna otra discapacidad, y como Elvira tenía osteogénesis, no la querían aceptar, gracias al director de la institución pudieron ingresar, con la condición de que su mamá se encargara de trasladarlas dentro de la institución. Ahí empezó a estudiar guitarra. A los 6 años su papá le regaló su primera guitarra, ella cuenta que tenía muchas muñecas, pero que prefería jugar con su guitarra. Con solo 10 años compuso sus primeras piezas musicales, 2 zambas y un vals.

A los 15 años se recibió de maestra de guitarra en el Conservatorio Beethoven de la ciudad de Córdoba, sin embargo, desde los 13 años ya estudiaba piano, y desde entonces inició su amor por este bello instrumento.

Elvira inició dando clases de piano, guitarra y canto en la escuela para ciegos, después salió de ahí para continuar dando clases por fuera, pagadas o no pagadas, porque dice que enseñar y recibir la hace vivir, aunque realmente su primer trabajo como maestra fue a los 14 años dando clases a niños con vista.

Algo que me parece increíble y maravilloso fue que, teniendo su mamá 59 años, le dijo a Elvira que le enseñara a leer música, para poder dictársela y así Elvira la transcribiera al Braille (sistema de lectura para ciegos), total que la señora aprendió música en solo tres meses y le empezó a dictar con mucha paciencia mientras Elvira copiaba todo en una máquina especial, se imaginan dictar nota por nota, mano izquierda, mano derecha, clave de sol, clave de fa, negras, corcheas y mil detalles más para poder tener un concierto completo. Cuando la mamá terminaba esta titánica tarea, Elvira se sentaba en el piano y con la mano derecha leía las notas en Braille y con la izquierda las tocaba y aprendía como se escuchaban, tanto las notas correspondientes a la mano derecha o a la izquierda las aprendía con la mano izquierda, y después tocaba la pieza con las dos manos, iba “leyendo” despacito, fijando en su cabeza y tocando, cuando terminaba una parte de la obra, ya la tenía en sus dedos y en sus manos, ya no se le olvidaba y la podía tocar más adelante. La mamá de Elvira le dictó hasta que tuvo 92 años. Copiaron 18 conciertos para piano y orquesta, también estudios de Chopin, de Lizst, dos conciertos de Brahams, copiaron a Rachmaninov y cuando su mamá estaba muriendo, le dijo a Elvira: “¿Sabes que siento? Que nos queda Tchaikovsy sin terminar” estaban copiando el concierto en mi bemol de él.

Elvira estuvo 8 años en Ecuador desarrollando un proyecto de musicografía en Braille para formar coros y enseñar música a jóvenes y niños con discapacidad visual y donde fue Asesora Académica del Gobierno de Ecuador, en esa época el Instituto Argentino de Encuestas de Opinión le otorgó un certificado que la destaca como “Argentina Formidable”, por su labor en bien de la comunidad.

Desde muy joven empezó a dar conciertos de piano en muchas ciudades de Argentina, y más tarde empezó a presentarse en Paraguay, Brasil, Chile y Ecuador. Ha ofrecido incontables conciertos.

A Elvira le gustan todos los géneros de música y dice que trata de hacer todo lo mejor que pueda y con mucho cariño, ya sea tocar, cantar, planchar, lavar, etc. porque recibe mucho amor y regresa algo de lo mucho que recibe.

En el 2001 conoció a Raly Barrionuevo, un cantante y compositor argentino más joven que Elvira, tiene 43 años, y desde entonces cada vez que puede la invita a participar en sus conciertos tocando el piano, esto la ha hecho muy feliz pues la tratan con mucho cariño y respeto, además de que es la envidia de todas las jovencitas argentinas.

Elvira ha participado en la grabación de varios discos, sin embargo, no fue sino hasta el 2013 que se animó a grabar un disco como solista, “Mi vida toda” es el título que da nombre a este primer disco como solista, en el cual interpreta obras de su autoría y del cancionero folclórico popular.

Elvira Ceballos es una mujer exitosa y muy destacada, gracias a ella muchos ciegos en argentina pueden leer música, pues Elvira cuenta con cientos de partituras transcriptas al sistema Braille, incluyendo música que va desde el Renacimiento hasta música actual como jazz, tango, música popular y decenas de otros estilos, su tarea es única en el país (pues no existía) y era todo lo que ella quería, que en Argentina hubiera música transcripta al Braille, esta valiosísima recopilación lograda por ella y su mamá fue encuadernada por ella misma. Todas estas miles y miles de notas están grabadas en su mente y al terminar de transcribirlas, ella puede ejecutarlas de memoria, sin duda un don que ha sabido compartir con los demás. Que valiosa enseñanza nos deja Elvira Ceballos, quien con todo y sus discapacidades ha logrado salir adelante y destacar, además de tener una vida plena y feliz.