Compilado por Graciela Sepúlveda
Hace poco tuve la
oportunidad de ver un documental llamado “Blood Brother” y saben, me impactó
mucho, además de ser ganador de muchos premios en varios festivales de cine, es
una película sumamente inspiradora, llena del amor y servicio de un joven que
dejó su vida cómoda para darse a los demás, les comparto la semblanza de Rocky
Braat…
Rocky
Braat nació el 21 de diciembre de 1981, de una madre adicta a las drogas que
pasaba la vida con novios abusivos, así que Rocky por un tiempo vivió en
Geneva, Ohio, Estados Unidos con su abuelo. Vivió una infancia triste siendo
abusado física y psicológicamente. Sus maestros lo recuerdan como un niño muy
inquisitivo, que quería saber todo, preguntaba todo, era muy curioso. Hizo
estudios de Diseño Gráfico y buscó un empleo en Pittsburgh, Estados Unidos.
Pero Rocky estaba buscando algo más en la vida, y lo encontró en un lugar lleno
de muchas dificultades.
En
el 2008 Rocky se tomó unos días para viajar a India, quería tomar unas fotos
increíbles y buscaba aventuras, así que viajó con un amigo. Iban de un lado a
otro y la vida los llevó a Chennai, donde había un orfanatorio para niños y
niñas con sida, habían elegido Chennai porque los vuelos para llegar ahí eran
más baratos que hacia otros destinos en India. Rocky y su amigo estuvieron alrededor
de una semana ahí, pero querían salir pronto pues no soportaban ver el
sufrimiento de los niños en el orfanato, además del calor, el olor, la
incomodidad y los mosquitos, reservaron su vuelo y se despidieron de los niños.
Pero en el viaje en tren hacia el aeropuerto algo golpeó a Rocky, él pensó: “Yo puedo darle la espalda al sufrimiento,
alejarme de él, pero los niños no” Sabía que no podía sacarlos de la
situación en la que estaban viviendo, pero podía involucrarse en ella. Estos
pensamientos que tuvo Rocky fueron suficientes para cancelar el vuelo y
regresar al orfanato. Eso fue hace 6 años. Más adelante Rocky regresó a Estados
Unidos solo para vender todas sus pertenencias y regresar a India con una
maleta llena de juguetes.
El
principio fue muy difícil para Rocky, pues le daba mucho asco lo relacionado
con el VIH / SIDA. Sus heridas abiertas le causaban terror. Pero lo que fue un
duro golpe para él fue cuando se enteró de que los niños VIH-positivos muertos
en el hospital de la India estaban siendo tirados a la basura, en lugar de
recibir un entierro digno. A partir de ahí empezó a notar las injusticias que sufrían
los niños por el hecho de tener SIDA.
Rocky
observaba que el mayor dolor no era el propio SIDA, sino lo que había pasado
con sus vidas. Un niño con el VIH / SIDA era a menudo criticado por su familia,
amigos, pueblo, y la sociedad, por algo que él no podía controlar. Primero sus
padres morían, a continuación, sus familias extendidas no sabían qué hacer con
ellos, así que los abandonaban. Todos ellos tenían una gran ansiedad por la
separación pues habían sufrido muchas separaciones a lo largo de su corta vida.
Esto destruía por completo su confianza y les hacía sentir que no podían tener
éxito en ninguna cosa que se propusieran. Era fácil para ellos darse por
vencidos. Eran llevados a un lugar sin esperanza, donde ni siquiera podían desarrollar
metas. Estaban profundamente heridos. El medicamento para el SIDA tal vez los
mantuviera con vida, pero era difícil querer vivir cuando no había
aparentemente ninguna razón para hacerlo. De todo esto fue de lo que Rocky se
dio cuenta los primeros días que compartió con ellos. Y ahora él quería estar
con ellos en el papel de cuidador, figura paterna o un hermano mayor, de hecho
los niños lo llaman “Rocky Anna”, una
expresión de cariño que significa hermano mayor. Y empezó a centrarse en la
construcción de las necesidades emocionales de los niños, igual que un miembro
de la familia lo haría. Quería ayudarlos a crecer y convertirse en adultos
fuertes, estables y seguros, tal vez no podría borrar su dolor o reemplazar a sus
seres queridos, pero haría su mejor esfuerzo para que se sintieran amados,
ahora él era su familia y la familia no te abandona.
El
mejor amigo de Rocky, Steve Hoover, no entendía porque Rocky había tomado esta
drástica decisión en su vida, estaba muy intrigado, así que en un esfuerzo por
averiguar lo que obligó a Rocky a renunciar a todas las fuentes de estabilidad
en su vida, Steve decidió rastrear la historia de Rocky, y lo siguió a la
India. Ahí fue testigo de cómo Rocky y los niños soportan la enfermedad, la
pobreza extrema, y la muerte. Pero, lo más extraño de todo, en medio de todos estos
problemas, también vio su profunda alegría. Y llegó a entender por qué Rocky
había renunciado a todo lo que tenía para experimentar la verdadera felicidad.
Y Steve filmó todo y surgió el documental que les platiqué en un principio “Blood Brother”, ahí documenta el dolor,
la belleza, la tristeza, la alegría, la desesperación y la esperanza que se
entremezclan en las relaciones dinámicas entre Rocky y los huérfanos a los que
sirve y en ella se muestra cómo una persona común y corriente puede hacer una
diferencia increíble... prácticamente, sin que la gente lo note o le importe.
Rocky
y Steve están utilizando el dinero generado por la película para construir
centros de reinserción social para los huérfanos y para ayudarles a iniciar
pequeños negocios. Los avances en la medicina han logrado que vivan más tiempo,
pero se enfrentan a dificultades cuando salen del orfanato para encontrar y
mantener puestos de trabajo, en el orfanato solo pueden permanecer los hombres
hasta los 14 años y las mujeres hasta los 18. Rocky les ha enseñado fotografía,
que podría llegar a ser una fuente de trabajo para ellos.
Rocky
también ha documentado la vida que ha llevado en el orfanato haciendo un libro
donde comparte muchas fotografías de los niños y de los logros que han tenido,
el libro se llama “I Was Always
Beautiful”.
Actualmente
Rocky atiende a 40 huérfanos infectados con Sida, ha logrado construirles una
casa digna, limpia, con baño y lo necesario para que vivan un poco mejor, Rocky
vive en una casita junto a la de ellos, y el 3 de octubre de 2011 se casó con
Nimmy, una joven hindú con sus mismos intereses y buen corazón y tienen dos
hijitas Jiya y Nivi. Mucha gente enferma de la aldea acude a Rocky y siempre
encuentran en él apoyo y ayuda económica para poder salir adelante de sus
males, Rocky se apoya mucho en una organización sin fines de lucro llamada
“LIGHT” y en las redes sociales donde pide donativos para esta gran causa.
Muchas veces en este mismo
espacio hemos comentado cómo el éxito también puede ser algo muy diferente a
tener dinero, fama, poder, pertenencias, y a mi parecer Rocky es una persona
muy exitosa, que vive con $145 dólares al mes en una pequeña villa fuera de
Chennai, sin embargo, la felicidad que ha encontrado en el servicio a los
demás, el poder cuidar y guiar a niños vulnerables y rechazados, el procurarles
un futuro prometedor, el acompañarlos en los momentos críticos de su enfermedad
para que no la pasen solos mientras enfrentan a la muerte, el haber dado y
sentido el amor incondicional, ha hecho de Rocky un ser humano pleno y seguramente
las heridas de su infancia se han ido sanando junto con las heridas de sus
queridos niños huérfanos.
Visita
http://lightpartnership.org/ para
conocer más de cómo Rocky Braat está haciendo de este un mundo mejor.
Te invitamos a ver el trailer (avance) del documental Blood Brother.