Tenemos una historia que contarte…
We have a
story to tell...
(Please
read this story below the Spanish version)
La tontería de “desquitarse”
Teresa Wilson era una mujer despreciada.
Cuando fue a ver a su ex novio, ¡lo
encontró con otra mujer!
A nadie le gusta ser rechazado. A nadie le
gusta la sensación de humillación y el daño que proviene de esa experiencia.
Nosotros, los seres humanos, tenemos sentimientos, y no apreciamos que los
pisoteen ni traicionen. Y Teresa Wilson no es la excepción. Así que después de
decirle unas cuantas palabras a su ex novio salió todavía hirviendo de ira.
Sólo una hora después ella lo vio manejando
por la calle justo frente a su coche. Así que
puso su frustración en acción y embistió el carro de su ex novio. No una
vez, sino dos. Después del segundo golpe, el carro salió fuera de la carretera.
Sólo cuando el conductor se bajó y se dirigió hacia ella se dio cuenta de su
error. ¡Huy! No era el ex novio. Era
un hombre confundido manejando un coche similar al de él.
Por su asalto fuera de control sobre un
conductor desprevenido e inocente, la Srita. Wilson fue detenida por la policía
estatal por cargos de asalto vehicular. Ella no sólo se enteró de que varias
marcas diferentes de coches compactos se parecen mucho, sino también de que la
venganza es rara vez tan dulce como parece desde la distancia.
Antes de que seamos demasiado duros con una
mujer enojada, tal vez el resto de nosotros necesitamos preguntarnos algunas cosas:
¿Qué tan propenso soy a albergar rencor? ¿Qué tan dispuesto estoy a desquitarme
cuando me siento agraviado? ¿Qué tan rápido me siento ofendido?
Hay un diálogo cerca del final de la obra “Camelot” que se pegó en mi mente la
primera vez que la escuché. Cuando el rey Arturo examina las ruinas y la
carnicería de la guerra, ve con tristeza sobre el paisaje y se lamenta de que
la venganza es “la más inútil de las
causas.”
Innumerables guerras se han librado para
vengar el honor manchado. Amistades se han destruido, matrimonios se han roto,
y los niños puesto en contra de los
padres por ésta, la más inútil de las causas. Simplemente porque conduce a tan terribles
resultados, la mayoría de los grandes maestros de ética a través de los siglos
han reprendido la tentación de tomar represalias. Jesús no sólo enseñó a sus
seguidores a dejar pasar las ofensas - a
poner la otra mejilla - sino a perdonar a nuestros enemigos. Él les dijo
que devolvieran bien por mal.
Si has sufrido algún ligero agravio que te
persigue todavía y estás tentado a desquitarte, deberías reflexionar sobre la
experiencia de Teresa Wilson. ¿Es la venganza
menos mezquina si embistes el coche adecuado? ¿Si hieres a la persona que intentas
herir? ¿O las represalias simplemente te devalúan y revelan tu falta de
carácter?
La venganza no es realmente acerca de
desquitarse, de quedar a mano. Por el contrario, siempre es una forma de quedar
por debajo del otro. Sólo el perdón te permite elevarte por encima.
Rubel Shelly
Rubel Shelly es un predicador y profesor de
Religión y Filosofía ubicado en Rochester Hills, Michigan. Además de la iglesia
y responsabilidades académicas, ha trabajado activamente con este tipo de
proyectos comunitarios como “Hábitat para la Humanidad”, “Cruz Roja Americana”, “De Nashville con amor”,
“Metro (Nashville) Escuelas Públicas”, “Faith Family Medical Clinic” y “Operation
Andrew Ministries”. Para aprender más sobre Rubel por favor vaya a: www.RubelShelly.com
Publicada originalmente
en Internet en Insight Of The Day de Bob Proctor
Adaptación al Español: Graciela
Sepúlveda y Andrés Bermea
Here the
English version…
The
Foolishness of "Getting Even"
Theresa
Wilson was a woman scorned. When she went to see her ex-boyfriend, she found
him with another woman!
Nobody
likes to be rejected. Nobody likes the feeling of humiliation and injury that
comes of the experience. We human beings have feelings and don’t appreciate
having them stomped and betrayed. Ms. Wilson is no exception. So she had a few
choice words for him and stormed out – still seething with anger.
It was only
about an hour later that she spotted him driving on the street in front of her.
So she put her frustration in action and rammed his car. Not once but twice.
After the second slam, she had forced the car off the road. Only when the
driver got out and started toward her did she realize her mistake. Oops! It
wasn’t the former boyfriend. It was a confused fellow driving a car similar to
his.
For her out-of-control
assault on an unsuspecting and innocent driver, Ms. Wilson was arrested by
state troopers on charges of vehicular assault. She not only learned that
several different makes of compact cars look very much alike but that revenge
is seldom as sweet as it looks from a distance.
Before we
are too harsh with an angry woman bent on getting even, maybe the rest of us
need to ask ourselves a few questions: How prone am I to harbor a grudge? How
inclined to get even when wronged? How quick to take offense?
There is a
line near the end of Camelot that stuck in my mind the first time I heard it.
As King Arthur surveys the ruin and carnage of war, he looks forlornly over the
landscape and laments that revenge is “the
most worthless of causes.”
Countless
wars have been fought to avenge tarnished honor. Friendships have been
destroyed, marriages broken, and children set against parents for this most
worthless of causes. Simply because it leads to such terrible outcomes, most of
the great ethical teachers across the centuries have rebuked the urge to
retaliate. Jesus not only taught his followers to let offenses pass – to turn the other cheek – but to forgive
our enemies. He said to return good for evil.
If you have
suffered some slight that is haunting you still and tempting you to get even,
you might reflect on Theresa Wilson’s experience. Is the pettiness of revenge
any less if you ram the right car? Hurt the person you intended to injure? Or
does retaliation simply diminish you and reveal your lack of character?
Revenge is
never really about getting even. To the contrary, it is always a form of
falling below another. Only forgiveness allows you to rise above.
Rubel
Shelly
Rubel
Shelly is a Preacher and Professor of Religion and Philosophy located in
Rochester Hills, Michigan. In addition to church and academic responsibilities,
he has worked actively with such community projects as Habitat for Humanity,
American Red Cross, From Nashville With Love, Metro (Nashville) Public Schools,
Faith Family Medical Clinic, and Operation Andrew Ministries. To learn more
about Rubel please go to: www.RubelShelly.com
Originally
published on Insight OfThe Day
from Bob Proctor