Compilado
por Graciela Sepúlveda
Disfruto mucho el cine, y me
encantan las películas de Audrey Hepburn, tan elegante, tan distinguida,
con una personalidad muy carismática, sin embargo, como suele suceder, casi no
sabemos de las personas, que sucedió en su infancia que pudo
marcarlos para toda la vida, y como en el caso de Audrey fue su sufrimiento
durante la Segunda Guerra Mundial, les comparto algo de la vida de esta
extraordinaria mujer y actriz…
Audrey
Kathleen Ruston nació en Ixelles, Bruselas, Bélgica el 4 de mayo de 1929, pero
tenía ciudadanía inglesa por su padre, más adelante él agregaría a su nombre el
apellido de su abuela materna, Hepburn, quedando Hepburn-Ruston. Entre 1935 y
1938 Audrey estudió en una academia privada y femenina en Kent, Inglaterra. En
1935 sus padres se divorciaron, y su padre, simpatizante nazi, abandonó a la
familia. En 1939 se trasladó con su madre y sus dos medios hermanos a la casa de su abuelo en Arnhem, Países
Bajos. Ellos pensaban que Holanda era un lugar seguro para evitar al ejército
nazi. Ahí Audrey acudió al conservatorio de Arnhem entre 1939 y 1945, donde
estudió piano y ballet clásico, los cuales compaginaba con sus estudios
escolares.
Durante
su juventud Audrey sufrió la Segunda Guerra Mundial, primero en Bélgica y luego
en Holanda, de donde era originaria su madre. Para evitar que sus orígenes
ingleses se revelaran, la madre de Audrey la llamaba Edda Van Heemstra, como
ella misma, y la obligó a hablar holandés. Audrey hablaba perfectamente inglés,
francés, holandés e italiano, se defendía con el alemán y también un poco en
español, esto le serviría mucho en un futuro en sus carreras tanto
cinematográfica como humanitaria. En 1944 Audrey ya era una buena bailarina y,
durante esta época, bailaba secretamente. El dinero que recaudaba lo donaba a
la resistencia holandesa.
Las cosas
no estaban tan mal, sin embargo, con el desembarco de las tropas aliadas en
Normandía el día D, las cosas en Holanda empeoraron drásticamente. Durante el
invierno de 1944 los alemanes confiscaron los alimentos y combustibles de la
población holandesa. Sin comida ni calor en los hogares, la gente moría de hambre
y frío en las calles. Audrey y muchos otros hacían harina a partir de tulipanes
con los que podían cocinar galletas y tartas. La ciudad holandesa de Arnhem fue
devastada durante el bombardeo aliado, como parte de la fallida operación
Market Garden.
Audrey
durante estos años notó una gran semejanza entre ella y Ana Frank, con respecto
a esto comenta: «Tenía exactamente la
misma edad que Ana Frank. Ambas teníamos diez años cuando empezó la guerra y
quince cuando acabó. Un amigo me dio el libro de Ana en holandés en 1947. Lo
leí y me destruyó. El libro tiene ese efecto sobre muchos lectores, pero yo no
lo veía así, no sólo como páginas impresas; era mi vida. No sabía lo que iba a
leer. No he vuelto a ser la misma, me afectó profundamente”.
Una manera
con la cual Audrey se distraía y pasaba el tiempo esos días era dibujando, lo
cual se convirtió en un hobby para toda su vida, algunos de sus dibujos pueden
verse hoy en día en su biografía: “Audrey
Hepburn, An Elegant Spirit” por Sean Hepburn Ferrer.
En 1945 el
país fue liberado por las fuerzas aliadas y la Administración de las Naciones
Unidas. Estas experiencias contribuyeron a que Audrey estuviera siempre al lado
de UNICEF durante el resto de su vida.
Al
finalizar la guerra, Audrey abandonó el conservatorio de Arnhem y se mudó a
Ámsterdam donde tomó clases de ballet, en 1948 se mudó a Londres donde continuó
sus estudios de ballet, sin embargo los estragos que había dejado la
malnutrición de la guerra en ella eran muy evidentes y esto aunado a su altura
hicieron que su maestra le dijera que tal vez no llegaría a ser una primera
figura en la danza, pero gracias a su delgada y alta figura pudo introducirse
en el mundo del modelaje.
En 1948 un
productor de cine que acudió a un desfile de modas vio a Audrey y le ofreció un
pequeño papel en la película “Dutch in
Seven Lessons”, de ahí le siguieron otras seis películas y obras de teatro.
Cuando estaba filmando en 1951 “Monte
Carlo Baby” estaba por ahí la escritora francesa Collete quien buscaba a una
actriz para llevar al teatro su novela “Gigi”,
cuando vio a Audrey dijo “¡Voila!! Ahí
está Gigi!!”. El 24 de noviembre de 1951, “Gigi” se estrenó en el Teatro Fulton en Broadway, y fue todo un
éxito, Audrey ganó el Theatre World
Award, había entrado con el pie derecho a los Estados Unidos. (Nota, la
versión cinematográfica de “Gigi” fue
interpretada por la actriz Leslie Caron ya que Audrey Hepburn filmaba en ese
momento otros proyectos.)
En 1953 se
filmó “Roman Holiday” (En México: “La Princesa que quería vivir”), los
productores querían a Elizabeth Taylor en el papel principal, pero cuando el
director vio la prueba de pantalla de Audrey, la eligió para el papel, y fue
una excelente decisión, pues siguió con su buena racha al ganar por su
actuación en esta película el Oscar de la Academia a Mejor Actriz, su primer
BAFTA como Mejor Actriz inglesa en un rol estelar, el Globo de Oro como Mejor Actriz
en un drama y el New York Film Critics Circle Award como Mejor Actriz.
Esta película
le dio una gran popularidad y continuó su carrera cinematográfica de manera
ascendente, fue nominada cuatro veces más al Oscar. A finales de los 60’s
Audrey se retiró del cine para ocuparse de sus dos pequeños hijos durante unos
años, después hizo solo 4 películas más, 2 en los 70’s y 2 en los 80’s siendo
la última con Steven Spielberg, "Always"
en 1989.
Es una de las
únicas 12 personas que son un “EGOT”,
lo que significa que ganó al menos uno de los cuatro grandes premios del
entretenimiento: Emmy, Grammy, Oscar y Tony.
En los años
80 y 90 la principal tarea de Audrey fue la humanitaria, ayudando a los niños
pobres como embajadora especial de la UNICEF, su nombramiento se realizó el 8
de marzo de 1988, y a pesar de que los funcionarios del UNICEF habrían estado
contentos con que Audrey hubiera funcionado solo como mera figura decorativa,
nunca fue el caso. "Desde el momento
en que firmó ella iba a todos lados, se reunía con los niños enfermos y hambrientos
cuyo mensaje de desesperación esperaba llevar al resto del mundo. Completamente
enfocada en su labor humanitaria, levantó la conciencia de millones de personas
sobre países que ni siquiera sabían que existían". Hizo más de 50
viajes en 4 años, visitando los proyectos de la UNICEF en Asia, África, y
Centro y Sud America, su último viaje fue a Somalia en el otoño de 1992.
En diciembre
de 1992, el presidente George Bush le otorgó la Medalla Presidencial de la
Libertad en reconocimiento a su labor en pro de UNICEF, también su labor fue
recompensada con el premio especial Jean Hersholt, póstumo, pues fue recibido por
su hijo tras fallecer ella en Suiza a causa de un cáncer apendicular el 20 de
enero de 1993. Tenía 63 años. Con respecto a la muerte de su mamá su hijo
comenta que ella les dijo: "Si me
voy, eso significa que es mi destino. Todo llega en el momento adecuado”. Y
esa fue su filosofía a lo largo de su vida.
Audrey fue
madre de dos niños, un hijo llamado Sean (nacido en 1960) con Mel Ferrer, y
otro de nombre Luca (1970), fruto de su relación con Andrea Dotti.
Sus hijos
continuaron con la labor de su madre a favor de los niños más desvalidos al
crear la “Fundación para Niños Audrey
Hepburn”.
Audrey Hepburn, una leyenda del cine
donde ha sido clasificada como la tercera más grande leyenda de la pantalla en
la historia del cine americano y se colocó en el Salón Internacional de la Fama
en la lista de mejor vestidas, siendo la musa y una gran amiga del diseñador
Givenchy, recibió muchos premios y reconocimientos, sin embargo siempre tuvo
los pies en la tierra y predominó siempre en ella el buscar el bien para los
demás, sobre todo los más desvalidos. Audrey nos deja este consejo a las
mujeres que la admiramos en todo lo que representa: “Para hermosos ojos, busca
lo bueno en los demás; para labios hermosos, habla sólo palabras de bondad; para
una figura delgada comparte tu comida con el hambriento, y para el porte,
camina con el conocimiento de que nunca estás sola”. Audrey Hepburn, una mujer
de éxito que supo aprovechar las oportunidades que le fue presentando la vida
usándolas para su bien y el de los demás.