sábado, 10 de noviembre de 2018

Quiero ser el héroe de los niños

Geoffrey Canada
El Héroe de los niños…



Compilado por Graciela Sepúlveda

Me ha tocado conocer maravillosos mentores que han dejado huella en mi vida, sin embargo, cuantos otros que no deberían de haberlo sido nunca. Hoy quiero compartirles la semblanza de un gran hombre que pese a haber vivido en un ambiente hostil y dañino, supo salir adelante, y no solo eso, regresó a sus orígenes para mejorar y crear el ambiente en el que a él le hubiera gustado vivir, llevando su vocación de maestro al infinito y más allá, conozcamos a Geoffrey Canada…

Geoffrey Canada, nació en el sur del Bronx en Nueva York el 13 de enero de 1952. Su padre sufría de alcoholismo crónico y su madre, María, con el tiempo dejó a su marido, creyendo que sería más fácil educar a Geoffrey y sus tres hermanos por su cuenta. María era muy trabajadora y dedicada con sus hijos, pero la vida era muy difícil, y la niñez y juventud de Canada estuvo marcada por la pobreza, el crimen y la violencia. Geoffrey comenta: "Éramos muy pobres para vestirnos adecuadamente, teníamos calcetines y pantalones delgados, sin suéteres ni botas. No fue hasta años después que me enteré de que podría mantenerme caliente en el invierno si tenía la ropa adecuada”.

En una vida llena de penurias, Canada tuvo la suerte de tener una madre cariñosa que le inculcó valores fuertes, un profundo sentido de la responsabilidad, y la creencia en la importancia de la educación. Ella instruyó a sus hijos, les limitaba las horas de televisión que podían ver, les enseñó a leer, y se los llevaba a los museos y las marchas por los derechos civiles. Una mujer ambiciosa, que al final incluso ganó un título de maestría en la Universidad de Harvard. Cuando Geoffrey era adolescente su mamá lo envió a vivir con sus abuelos maternos, y fue su abuela quien le enseñó la dignidad aún en la pobreza, así como tener un profundo y espiritual amor a la vida más que a las cosas materiales.

Geoffrey fue un niño y adolescente muy brillante que sobresalió en la escuela y ganó varias becas, después de terminar su maestría en Harvard, Canada se unió a la Robert White School, una escuela privada para jóvenes problemáticos en la ciudad de Boston. Aunque tenía alguna semejanza con su escuela del sur del Bronx, pues los estudiantes eran pobres, estaban enojados, distanciados de la sociedad y preocupados por la violencia, la diferencia era que eran predominantemente blancos, en los que el racismo estaba profundamente arraigado. Canada encontró rápidamente que, inspirándose en sus propias experiencias de la infancia podía llegarles a estos niños, y se le asignaba a menudo la responsabilidad de los más problemáticos, los estudiantes violentos. En 1977, Canada fue nombrado director de la escuela. Trabajó para cambiar la propia cultura de la escuela, y establecer programas de reducción de la violencia.

En 1983, Geoffrey estaba contento, tenía un buen trabajo, sin embargo dejó Boston y regresó a Nueva York deseando salvar a los jóvenes cuyas vidas podrían ser brutalmente interrumpidas por las balas o asfixiadas por la desesperanza, tal como él lo había vivido, y decidió trabajar y vivir en Harlem y ofrecer a los niños un modelo a seguir. "Quiero ser el héroe de los niños", comentó "Los niños necesitan héroes, porque los héroes dan esperanza, y sin esperanza no tienen futuro." Encontró empleo en los Rheedlen Centers for Children and Families, como director del Programa de Prevención del Ausentismo Escolar del Instituto.

Los centro Rheedlen tenían al principio la misión de prevenir el ausentismo escolar en los niños entre 5 y 12 años, pero las necesidades que se veían en los alrededores fueron cambiando la misión y objetivo de estos centros y empezaron a involucrarse con las familias tratando de proveer unidad, seguridad y protección. Los problemas más graves que Canada veía eran: la pobreza, las drogas, las pandillas, hogares rotos, padres abusivos, escuelas pobremente financiadas, parques infantiles peligrosos, y la desesperanza.

Canada se daba cuenta de que los niños llegaban a sus casas asustados, buscando en sus padres una protección que no les podían ofrecer, que tenían que aceptar la realidad de un mundo violento, por lo que les enseñaban a hacer frente a la situación actuando aun con más violencia que los demás. Geoffrey creía que la solución a este problema era que mujeres y hombres educados vivieran y trabajaran con estos niños para mostrarles una forma más productiva de vivir.

Cuando Geoffrey llegó por primera vez a los Centros Rheedlen lo primero que hizo fue enseñar artes marciales a sus estudiantes como una continuación de los programas de reducción de la violencia que había iniciado en Boston.

Con el apoyo del fundador de los Centros, Canada abrió la primera escuela de Tae Kwon Do en el sótano de una de las secundarias. A través de las artes marciales les enseñaba habilidades de resolución de conflictos a sus estudiantes, Geoffrey comenta que era el foro ideal para hablar con los estudiantes acerca de los valores, de la violencia y de la esperanza, y construía dentro de cada uno de ellos una reserva de fuerza que pudieran sacar al enfrentarse con las pequeñas y grandes tribulaciones con que esos niños se enfrentaban cada día, los trataba de convencer de que él conocía el verdadero valor de cada uno de ellos, su valía como ser humano y el regalo especial que Dios les había dado.

Desde 1990 Canadá se convirtió en el Presidente y Director General de los Centros Rheedlen que más tarde cambiaron su nombre a Harlem Children’s Zone y al que la revista The New York Times llamó “uno de los experimentos sociales más ambiciosos de nuestro tiempo”. En octubre de 2005 Geoffrey Canada fue nombrado un de los “Mejores Líderes de América”.

Hasta el momento el maravilloso trabajo que ha hecho Canada, el cual combina servicios educativos, médicos y sociales, y que inician desde que la mamá está embarazada y siguen a los niños hasta la universidad, abarca una zona que cubre 100 manzanas y sirve a más de 21,000 niños y adultos de la problemática zona de Harlem en Nueva York. Hombres y mujeres con una verdadera vocación de servicio engranan estos servicios formando una red que cae sobre todo un barrio, cuyo objetivo es tejer esa red de seguridad con tanta fuerza que los niños del barrio no puedas zafarse de ella. Es tan grande y minucioso el trabajo hecho en esta zona, y que ha dado tan buenos resultados, que se verán mejor a largo plazo, que el Ex presidente Barack Obama buscó implementarlo en 20 de las ciudades más conflictivas de los Estados Unidos.

Geoffrey Canada ha plasmado algunas de sus experiencias vividas en dos libros: “Fist Stick Knife Gun: A Personal History of Violence” y “Reaching Up For Manhood: Transforming the Lives of Boys in America”. Y también colabora en la película “Waiting for Superman” que trata sobre la grave situación del sistema de educación pública de Estados Unidos. Ha recibido muchos premios y reconocimientos.

Geoffrey Canada es un hombre de éxito, y ha logrado esto a pesar de los horrores que vivió y presenció durante su infancia y adolescencia, gran parte de estos logros se los debe a una madre que supo educarlo en los valores y virtudes del ser humano, y que más tarde se vieron reflejados en todas las cosas maravillosas que hizo Canada por los niños que vivían lo que él había vivido y que se propuso no sucediera más. Canada se esfuerza por ser un hombre de amor y paz, y por ser “el héroe visible” que lucha para salvar a los niños del brutal y peligroso mundo que han heredado.

Videos sobre Harlem Children’s Zone

Harlem Armory: A Healthy Oasis


HCZ's Year in Review 2012


American Express Members Project TV Spot





viernes, 9 de noviembre de 2018

¿Quieres saber tu futuro?... / Want to know your future?...

"La mejor manera de predecir el futuro es crearlo."

"The best way to predict the future is to create it."


Peter Ferdinand Drucker (Viena, 19 de noviembre de 1909 – Claremont, 11 de noviembre de 2005) fue un abogado y tratadista austríaco autor de múltiples obras reconocidas mundialmente sobre temas referentes a la gestión de las organizaciones, sistemas de información y sociedad del conocimiento, área de la cual es reconocido como padre y mentor en conjunto con Fritz Machlup. Sus ancestros fueron impresores en Holanda; en alemán, Drucker significa "impresor" y de ahí deriva su apellido. Drucker dejó huella en sus obras de su gran inteligencia y su incansable actividad. Hoy es considerado ampliamente como el padre del management como disciplina y sigue siendo objeto de estudio en las más prestigiosas escuelas de negocios.

Peter Ferdinand Drucker (November 19, 1909 – November 11, 2005) was an influential writer, management consultant, and self-described “social ecologist.”
It's been said that Peter Drucker invented the discipline of management. Before he wrote his first book on the topic, he knew of only two companies in the world with management development programs. Ten years after the book's publication, 3,000 companies were teaching the subject. His management concepts, which were new when presented in the 1940s and 1950s, endure into the 21st century. For more info click here

jueves, 8 de noviembre de 2018

Si no te encuentras a ti mismo, ¡Créate!!!... / If you do not find yourself. Create yourself!...

"La gente suele decir que tal o cual persona todavía no se ha encontrado a sí misma. Pero el ser no es algo que uno encuentra, es algo que uno crea."

"People often say that this or that person has not yet found himself. But the self is not something one finds, it is something one creates."


ThomasSzasz (nacido el 15 de abril de 1920 en Budapest, Hungría) es profesor emérito de psiquiatría en la Universidad de Siracusa en Nueva York. Szasz es un crítico de los fundamentos morales y científicos de la psiquiatría y uno de los referentes de la antipsiquiatría.
Es conocido por sus libros El mito de la enfermedad mental (1960) y La fabricación de la locura: un estudio comparativo de la inquisición con el movimiento de salud mental (1970), en los que planteó sus principales argumentos con los que se le asocia.

Thomas Szasz Thomas Stephen Szasz ( born April 15, 1920) is a psychiatrist and academic. Since 1990 he has been Professor Emeritus of Psychiatry at the State University of New York Health Science Center in Syracuse, New York. He is a well-known social critic of the moral and scientific foundations of psychiatry, and of the social control aims of medicine in modern society, as well as of scientism. His books The Myth of Mental Illness (1960) and The Manufacture of Madness: A Comparative Study of the Inquisition and the Mental Health Movement (1970) set out some of the arguments with which he is most associated.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Si das poco, recibirás poco… / If you give little, you will receive little...

"Son las pequeñas cosas las que hacen las grandes cosas posibles. Solo una cuidada atención sobre los pequeños detalles de cualquier proyecto hace que se convierta en un proyecto de primera clase."

"It's the little things that make the big things possible. Only close attention to the fine details of any operation makes the operation first class."



John Willard Marriott (Septiembre 17, 1900 / agosto 13, 1985) fue un emprendedor y empresario hotelero norteamericano. Fundó la Marriott Corporation, (que se convirtió en Marriott International en 1993) la empresa matriz de una de las cadenas hoteleras y de servicios alimenticios más grandes del mundo.

John Willard Marriott (September 17, 1900 – August 13, 1985) was an American entrepreneur and businessman. He was the founder of the Marriott Corporation (which became Marriott International in 1993), the parent company of one of the world's largest hospitality, hotel chains, and food services companies.

martes, 6 de noviembre de 2018

¿Promesa o compromiso?... / ¿Promise or commitment?...

“Los perdedores hacen promesas que a menudo rompen. Los ganadores establecen compromisos que siempre cumplen.”

“Losers make promises they often break. Winners make commitments they always keep.”


Dr. DenisWaitley, PH.D. El doctor Waitley es uno de los escritores, oradores y asesores sobre el alto rendimiento humano más respetados de todo Estados Unidos.
Fue contratado para entrenar a los astronautas de la NASA y posteriormente puso en práctica el mismo programa con los atletas olímpicos. Su álbum de audio, The Psychology of Winning, es un programa de autodominio número uno de ventas, también es autor de quince libros de no ficción, entre los que se encuentran varios Best-Sellers.

Denis Waitley (born 1933), is an American motivational speaker and writer, consultant and best-selling author.

lunes, 5 de noviembre de 2018

Disfruta y aprovecha al máximo cada instante, cada día… / Enjoy and make the most of every moment, of every day...

“Muchas veces puedes recuperar el dinero gastado…
A veces incluso puedes recuperar la salud que perdiste…
Pero nunca, jamás, puedes recuperar el tiempo desperdiciado.”

Usa tu tiempo sabiamente, como ves, es un recurso no renovable.

"Many times you can recover the money spent...
Sometimes you can even regain the health you lost...
But never, ever, you can recover the time wasted."

Use your time wisely, as you see, it is a non-renewable resource.


Andrés Bermea (Diciembre 9 de 1952) Monterrey, NL, México. Conferencista; Blogger; Periodista, Reportero internacional, Productor y Conductor de televisión y radio. Fundador y Director del centro comercial en línea laplazadigital.com (1 de enero de 2019).

Visita su sitio oficial en andresbermea.com

Andrés Bermea (December 9 de 1952) Monterrey, NL, Mexico. Speaker; Blogger; Journalist, International reporter, producer and host (anchor) of television and radio shows. Founder and Director of the online shopping center laplazadigital.com (January 1, 2019).

Visit his official site in andresbermea.com

domingo, 4 de noviembre de 2018

Ponte de pie. Respira profundo. Inclínate... / Stand Tall. Breathe Deep. Bow In...

Tenemos una historia que contarte…
We have a story to tell...
(Please read this story below the Spanish version)

Ponte de pie. Respira profundo. Inclínate

"¡Ataquen!", gritaba. "¡Ataquen!"

Al instante, tres personas entraron en acción y se dirigieron hacia mí de lleno, determinadas a acabar conmigo. Es su trabajo, después de todo.

Estos tres se habían ofrecido para ser mis ukes (se pronuncia "u-Kays" - mis atacantes) durante mi prueba de cinturón negro de aikido. Todo lo que tengo que hacer es mantener la calma, centrarme y enfocarme, y al mismo tiempo estar en alerta máxima. Todo lo que tienen que hacer es comprometerse plenamente a atacar. Y está claro que lo hicieron. En segundos olvido todo acerca de mi parte de la ecuación, porque me he quedado sin aliento y prensado bajo tres ukes. Afortunadamente, el instructor los retira.

Tengo el más corto de los momentos para recuperar el aliento antes de que una vez más, me incline hacia mis atacantes. Es su señal para avanzar.

Esta vez estoy más preparado. Estoy a la ofensiva ahora. En lugar de esperar a lo que sé que viene, me muevo hacia mi primer atacante y lo controlo con éxito. Y entonces el segundo. Y luego el tercero. Y otra vez. Y otra vez. Y otra vez. Su avance sigue y sigue. Los ataques pueden y deben venir de todas direcciones. Cada persona se acerca de manera diferente, así que tengo que estar totalmente en el momento - totalmente presente - para hacer frente a la situación en constante cambio.

Parece no tener fin y, sin embargo no toma mucho tiempo realmente. Y va todo muy bien. Paso la prueba.

¿Con qué frecuencia en nuestras vidas hacemos lo que anhelamos tener, hacer o ser más, y sin embargo, nos detenemos nosotros mismos de hacer una reverencia - de pedir el desafío y enfrentarlo de frente?

Si tienes un gran objetivo en mente, lo más probable es que no sepas como iniciar para lograrlo. Y si es realmente grande y audaz y más allá de lo que has hecho antes, tiene mucho sentido. Por supuesto, no sabrás a estas alturas cómo todo se integrará para lograrlo. ¿Cómo podrías?

Pero apuesto a que sabes cuál es el primer paso. O apuesto a que puedes pensar en uno si lo intentas. ¿Lo tienes? Haz ese paso. Ve tan lejos como puedas. Al llegar allí, haz una pausa. Respira profundo. Y nota que desde tu nuevo punto de vista, puedes ver cómo ir un poco más lejos. Estarás un paso más cerca de tu objetivo, y tu perspectiva será más clara.

Ten en cuenta que tu viaje muy probablemente no estará plagado de éxito tras éxito. Es probable que vayas a tropezar. De vez en cuando, te sentirás asfixiado por algunos de tus propios ukes. Pero eso está bien. Incluso es esperado. Cada vez que caes en el tapete, hay una nueva lección que te espera. ¿Qué se puede aprender de ella? Es tu elección, tu oportunidad para empujarte hacia arriba, para sacudirte, y encontrar una nueva sabiduría. Es tu elección inclinarte de nuevo.

En aikido, todos nos turnamos como uke (atacante) y nage (atacado). En todos los casos, el resultado es mejor cuando todas las partes están absolutamente comprometidas con su tarea. Cuando nos quedamos atrás, desde ambas perspectivas, por lo general es por miedo. El miedo de golpear la lona. De caer muy duro. De no ser capaz de levantarte. De fracasar. Esto es absolutamente normal y natural. Pero para progresar, para seguir adelante, tenemos que enfrentar esos miedos de frente.

¿Por qué? Es muy sencillo. Si no te mueves hacia adelante, te quedas donde estás. En tu vida, como en la naturaleza, la salud, la creatividad y la prosperidad (de cualquier tipo) surgen de un flujo natural. Desde el movimiento de la energía. Piensa en la claridad, la belleza y la progresión de un arroyo burbujeante o un río caudaloso. Siempre cambiante. Si te quedas quieto - si te quedas estancado - seguirás viendo los mismos resultados que se ven ahora.

Si, de hecho, estás viviendo la vida de tus sueños, ¡perfecto! Sigue haciendo lo que estás haciendo. Si no, debes reunir el valor para inclinarte. Moverte hacia lo que te gustaría tener, hacer o ser tomando medidas hoy. No mañana. Hoy. Imagínate ¿cómo serían tus días si estuvieras realmente viviendo la vida que sueñas?

Una meta GRANDE que está en consonancia con tus valores te exigirá que recurras a recursos internos y a una fuerza que puede que ni siquiera sepas que posees. Pero la tienes. Sabe que tienes profundas reservas de talento y capacidad dentro de ti; que están viendo, esperando que les abras la puerta para que puedan inundar el mundo.

La vida puede ser y debe ser un viaje increíble, lleno de asombro y emoción. Tener y perseguir grandes sueños garantiza que será un viaje que valga la pena. Esta es tu gran oportunidad... así que no esperes!

Ponte de pie. Respira profundo. Inclínate.

Joan Posivy

¿Tienes una historia de éxito que contar? Deja que el Proyecto Global de Jóvenes lo comparta con el mundo. Bajo la dirección de Joan, GYP se prepara un libro de historias de éxito de personas entre los 15 y 25 años. Tal vez encajes en esa descripción en este momento, tal vez conoces a alguien que lo hace, o tal vez tú o ellos estaban entre esas edades cuando el increíble éxito se llevó a cabo. De cualquier manera, GYP quiere oír hablar de eso!

La misión del Proyecto Mundial de la Juventud es inspirar, animar, educar y capacitar a tantos jóvenes como sea posible para llegar a ser valientes, confiados y triunfadores.

Visite su sitio web en Global Youth Project o página de Facebook para más detalles.

Para obtener información sobre cómo Joan puede ayudar a que su organización prospere, visite su página: Joan Posivy

Publicada originalmente en Internet en Insight Of The Day de Bob Proctor

Adaptación al Español:
Graciela Sepúlveda y Andrés Bermea


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Here the English version…

Stand Tall. Breathe Deep. Bow In

“Attack!” he shouts. “Attack!”

Instantly, three people spring into action and are coming at me full on, determined to take me down. It’s their job, after all.

These three have volunteered to be my ukes (pronounced “oo-kays” — my attackers) during my aikido black belt test. All I have to do is stay calm, centered, and focused, yet highly alert. All they have to do is be fully committed to attack. And it’s clear that they are. In seconds I forget all about my part of the equation, because I’m out of breath and pinned beneath three ukes. Mercifully, the instructor calls them off.

I have the shortest of moments to catch my breath before, yet again, I bow to my attackers. It’s their signal to advance.

This time, I’m more prepared. I’m on the offensive now. Rather than wait for what I know is coming, I move toward my first attacker and handle him successfully. And then the second. And then the third. And again. And again. And again. Their advance goes on and on. The attacks can and do come from all directions. Every person approaches differently, so I’ve got to be totally in the moment — totally present — to deal with the constantly shifting situation.

It seems to go on forever and yet take no time at all. And it goes well. I pass the test.

How often in our lives do we yearn to have, do, or be more, and yet stop ourselves from bowing in — from asking for the challenge and meeting it head on?

If you have a huge goal in mind, it’s likely you won’t know at the onset how to accomplish it. And if it’s truly big and bold and beyond what you’ve done before, that makes perfect sense. Of course you won’t know at this point how it will all come together. How could you?

But I bet you know what your first step is. Or I bet you can think of one if you try. Got it? Do that step. Go as far as you can see. When you get there, pause. Breathe deep. And notice that from your new vantage point, you can see how to go a little further. You’ll be a step closer to your goal, and your perspective will be clearer.

Keep in mind that your journey is not likely to be riddled with success after success. Chances are, you’re going to stumble. Once in a while, you’ll get smothered by some ukes of your own. But that’s fine. It’s even expected. Every time you hit the mat, there’s a new lesson waiting for you. What can you take from it? It’s your choice, your opportunity to push yourself up, brush yourself off, and go forth with your newfound wisdom. It’s your choice to bow in again.

In aikido, we all take turns as uke (attacker) and nage (attacked). In every case, the outcome is best when all parties are absolutely committed to their task. When we hold back, from either perspective, it’s usually out of fear. Fear of hitting the mat. Of going down hard. Of being unable to stand back up. Of failure. This is absolutely normal and natural. But to progress, to move forward, we need to meet those fears head on.

Why? It’s simple. If you don’t move forward, you stay where you are. In your life, like in nature, health and creativity and prosperity (of any kind) arise from a natural flow. From the movement of energy. Think of the clarity and beauty and progression of a bubbling brook or a rushing river. Always changing. If you stand still — if you stay stagnant — you will continue to see the same results you see now.

If, in fact, you are living the life of your dreams, perfect! Keep doing what you’re doing. If not, you must summon the courage to bow in. Move towards what you would like to have, do, or be by taking action today. Not tomorrow. Today. Imagine what your days would look like if you were truly living the life you dream of?

A BIG goal that is in alignment with your values will require you to draw on inner resources and strength that you may not even know you posses. But you do. Know that you have deep reservoirs of talent and ability within you; they’re watching, waiting… hoping you’ll open the door so they can flood the world.

Life can be and should be an amazing journey, full of wonder and excitement. Having and pursuing big dreams guarantees it will be a worthwhile ride. You’ve just only got so much of it… so don’t wait!

Stand tall. Breathe deep. Bow in.

Joan Posivy

Do you have a success story to tell? Let The Global Youth Project share it with the world. Under Joan’s leadership, GYP is creating a book of success stories from people between the ages of 15 and 25. Perhaps you fit that description right now, perhaps you know someone who does, or perhaps you or they were between those ages when the incredible success took place. Regardless, GYP wants to hear about it!

The mission of The Global Youth Project is to inspire, enliven, educate, and empower as many young people as possible to become courageous, confident, goal achievers.

Visit their website at Global Youth Project or Facebook page, Global Youth Project for more details.

For information on how Joan can help your organization prosper, visit Joan Posivy

Originally published on Insight Of The Day from Bob Proctor

sábado, 3 de noviembre de 2018

“Lo bailado, nadie se lo quita”...

Rudolf Nureyev
“Lo bailado, nadie se lo quita”


Una buena definición de éxito es el ser feliz con lo que haces, de ahí la importancia de encontrar eso que te hace feliz, por lo que te levantas cada mañana, que te motiva, y que buscas seguir hasta que se haga una realidad, venciendo obstáculos, no haciendo caso a los demás que no puedes o que no lo vas a lograr, etc. y un caso que puede ilustrar esto, es el de una persona entregada en cuerpo y alma a lo que más amaba y lo hacía feliz: Rudolf Nureyev, el bailarín ruso que logró la fama y el éxito bailando y bailando y bailando…

Compilado por Graciela Sepúlveda

Rudolf Khametovich Nureyev nació en un tren Transiberiano cerca de Irkutsk, Siberia, Unión Soviética, el 17 de marzo de 1938 y sucedió durante un viaje que hizo su madre Feride, para visitar a su marido quien estaba sirviendo en el ejército rojo en otra ciudad. Rudolf fue el cuarto hijo y único varón de su familia. Las condiciones en las que vivían no eran buenas: la comida era escasa, los caminos estaban sin pavimentar y los inviernos eran muy largos y el frío tan intenso que Nureyev alguna vez dijo que cuando su nariz escurría, el moco se convertía en hielo. Todo el mundo sufría penurias pero los Nureyevs eran más pobres que otros. Su principal alimento eran papas cocidas, y cuando iba a la escuela se reían de él por no tener zapatos y por usar uno de los abrigos de sus hermanas.

Sin embargo, la ciudad tenía un teatro de ópera con un buen nivel, así que en la víspera de Año Nuevo de 1945, la mamá de Rudolf, con un solo boleto, pasó de contrabando a todos sus hijos para que vieran el ballet “Song of the Cranes” que venía de Leningrado. Inmediatamente Rudolf decidió que iba a ser un bailarín. La relación con su padre no era muy buena debido a la ausencia de este, sin embargo, a pesar de las negativas de su padre para que se dedicara a esto, Rudolf estaba decidido y nadie lo detendría.

De pequeño empezó a bailar en espectáculos folclóricos, sus maestros observaron sus dotes y lo animaron a estudiar en Leningrado. Por esos días llegó a su ciudad una gira del ballet Bolshoi, hizo una prueba con ellos y lo aceptaron, sin embargo, buscando siempre lo mejor, Rudolf consideró que la mejor escuela era el Ballet Kirov, así que abandonó la compañía de la gira y compró un boleto a Leningrado, sede del Kirov.

Allí hizo una prueba y fue aceptado con el comentario "te convertirás en un bailarín muy brillante o en un fracaso total - y muy probablemente en un fracaso". Afortunadamente no hizo caso a ese comentario, y aunque sabía que ya iba tarde, pues a sus 17 años le faltaban algunas habilidades que sus contemporáneos habían adquirido al haber ingresado siete años antes, esto para él significó un gran reto para ganar conocimiento, control y comprensión y a la vez sin perder la espontaneidad y la individualidad de su talento natural. Durante los siguientes tres años Rudolf se enfocó duramente en practicar fuera de clases los pasos que encontraba más difíciles, decidido a alcanzar y superar a los demás. Sin embargo era rebelde y desafiaba reglas que le parecían tontas como ausentarse de la residencia, que estaba penalizado, para ir a ver cada actuación que podía en el teatro Kirov. Nureyev se ganó la reputación de ser difícil, afortunadamente se encontró con un maestro excepcional, Alexander Pushkin, quien al ver su determinación y capacidad de trabajo intenso lo fue guiando sacando de él todo su potencial.

Después de su graduación Rudolf continuó con el Kirov y pasó a convertirse en solista.

Poco después, se lesionó un tobillo, pero pronto volvió al escenario a pesar de la opinión del médico de que nunca volvería a bailar. A partir de entonces, a lo largo de su carrera tuvo dolor y una susceptibilidad a problemas en el tobillo que habría disuadido a cualquiera menos determinado y persistente que él, eso nunca lo venció.

Durante tres años con el Kirov interpretó quince diferentes papeles (incluyendo Don Quijote, Giselle, La Bayadera, La Bella Durmiente y El Lago de los Cisnes), además de otros que ya había hecho como estudiante. Muy pronto tuvo un club de fans deseosos de ver cada una de sus prestaciones. Ellos admiraban la pasión de su danza y el hecho de que muchas veces hacía sus propias interpretaciones en cada ballet. También rediseñaba algunos de los trajes (pero primero pedía aprobación) y discutía con los profesores o directores de ensayo, a veces saliendo del estudio para practicar por su cuenta.

A finales de la década de 1950, Nureyev se había convertido en una sensación en la Unión Soviética. Sin embargo, aunque el Ballet Kirov estaba preparando una gira por Europa, el carácter rebelde de Nureyev y su actitud inconformista lo hicieron un candidato poco probable para un viaje a Occidente, ya que este viaje iba a tener una importancia crucial para las ambiciones del gobierno soviético, pues con él quería hacer retratar su supremacía cultural. Sin embargo, en 1961, el bailarín principal del Kirov, Konstantin Sergeyev se lesionó y Nureyev fue elegido para sustituirlo en la gira europea del Kirov, no cabe duda, cuando propicias las cosas, éstas se te dan. En París, sus actuaciones electrificaron al público y a la crítica.

Sin embargo su rebeldía se hacía presente, en lugar de regresar obedientemente al hotel después de cada función, salía a divertirse con bailarines franceses y de otras partes, y aunque uno o dos bailarines del Kirov hacían lo mismo, Nureyev fue el que causó alarma entre los agentes encargados del tour.

Cuando todo el mundo llegó al aeropuerto para seguir con el tour a Londres, a Rudolf le dieron un boleto a Moscú y le dijeron que lo necesitaban para una gala, como esto no funcionó, le dijeron que su mamá estaba muy enferma y que después los alcanzaría nuevamente en Londres, incrédulo, estaba seguro de que no le volverían a permitir salir de Rusia y se enfrentaría al descenso de su carrera de vuelta a casa.

Decidió pedir asilo y logró avisar a los amigos que habían ido a despedirlo. Le dijeron a la policía francesa, quien explicó que Nureyev debía acercarse personalmente, lo hizo y se le concedió permiso para permanecer en Francia. Las autoridades rusas a partir de entonces hicieron todo lo posible para desacreditar al "desertor", y en su ausencia fue condenado a prisión. Durante muchos años todos sus viajes los tenía que hacer con documentos temporales, pero con el tiempo se le dio la nacionalidad austriaca, y aunque por años le pidió al gobierno soviético que los dejaran visitar a su madre, no se lo permitieron hasta 1987, cuando su madre estaba muriendo y Mikhail Gorbachev consintió la visita.

Apenas llevaba una semana en París cuando fue contratado por el “Grand Ballet du Marquis de Cuevas” y ya estaba representando “La Bella Durmiente”.

Poco después se fue a Londres donde le ofrecieron un contrato para unirse al “Royal Ballet” como Bailarín Principal. Su primera aparición fue junto a Margot Fonteyn en 1962 y con quien formó una sociedad que duró hasta 1988 en que bailaron juntos por última vez, ella tenía 69 años y él 50. Nureyev se quedó con el Royal Ballet hasta 1970.

Cuando el Royal Ballet necesitaba un nuevo director en 1977, Nureyev era uno de los nombres considerados, pero rechazó la oferta porque quería seguir bailando y así lo hizo hasta que en 1983 se le ofreció el cargo de director de ballet en la Ópera de París, aceptó y lo mantuvo durante seis años hasta que llegó una nueva administración. Con este nuevo cargo pudo seguir bailando en otras partes del mundo siempre y cuando pasara seis meses al año en París.

Las reacciones expresadas por los bailarines franceses al trabajar con él fueron: “Es una gran inspiración.... él hizo el trabajo muy emocionante y satisfactorio.... siempre ayuda a cualquier bailarín que se lo pide, y cuando tenemos cualquier problema siempre podemos ir con él y obtener una respuesta honesta.”

Mientras participaba en todas estas actividades de danza, Nureyev se hizo tiempo para actuar en dos películas, “Valentino” y “Exposed” ninguna de ellas, por desgracia, muy buena, aunque defendió bien sus papeles, y explicó que “encontró una poca de dificultad en un papel sin bailar, porque gran parte del ballet implica actuar”.

Además de bailar algunos de sus amigos músicos le sugirieron que se lanzara también como director de orquesta dada su devoción a la música, se preparó y dio algunos conciertos con una orquesta vienesa, pero fue en Nueva York donde después de conducir la orquesta, fue aplaudido por los propios músicos y ovacionado por todo el público.

Su última producción fue en la Ópera de París “La Bayadère” en septiembre de 1992.

Rudolf Nureyev murió el 6 de enero de 1993. Después de dejar bien provistas a sus hermanas, dejó el resto de su herencia a dos fundaciones, una para ayudar a los bailarines jóvenes y otra para proveer de servicios médicos a los bailarines. Pero lo mejor que dejó fue un grato recuerdo en un número incalculable de personas que lo habían visto bailar o que habían trabajado con él.

Rudolf Nureyev, un hombre exitoso que desde que encontró su vocación a los 7 años la siguió con determinación, perseverancia y entrega, que supo usar su rebeldía e inconformismo para hacer mejor su trabajo, que continuó haciendo lo que amaba a pesar de que le habían dicho que ya no volvería a bailar y prefirió aguantar el dolor toda su vida con valentía, pero con el gozo de su realización personal. Rudolf Nureyev, un ícono del baile que supo cruzar las fronteras entre el ballet clásico y el baile moderno, ejecutando maravillosamente ambos y haciendo grandes avances en la obtención de la aceptación de la danza moderna en el ámbito del “ballet clásico”.

Algunas muestras del talento de Rudolf Nureyev:

Rudolf Nureyev In Great Solo


Nureyev Le Corsaire




viernes, 2 de noviembre de 2018

Tienes que creer en ti… / You have to believe in yourself…

“Tienes que creer en ti mismo, ese es el secreto. Incluso cuando yo estaba en el orfanatorio, cuando vagaba en la calle tratando de encontrar algo para comer, aún entonces pensé en mí mismo como el mejor actor del mundo.”

“You have to believe in yourself, that's the secret. Even when I was in the orphanage, when I was roaming the street trying to find enough to eat, even then I thought of myself as the greatest actor in the world.”


Sir Charles Spencer Chaplin, KBE (Londres, 16 de abril de 1889 – Vevey, 25 de diciembre de 1977) fue un actor cómico, compositor, productor, director y escritor británico. Adquirió popularidad gracias a su personaje Charlot en múltiples películas del período mudo. A partir de entonces, es considerado un símbolo del humorismo y el cine mudo.  Para el final de la Primera Guerra Mundial, era uno de los hombres más reconocidos de la cinematografía mundial.

Sir Charles Spencer"Charlie" Chaplin, KBE (16 April 1889 – 25 December 1977) was an English comic actor, film director and composer best known for his work during the silent film era. He became the most famous film star in the world before the end of World War I. Chaplin used mime, slapstick and other visual comedy routines, and continued well into the era of the talkies, though his films decreased in frequency from the end of the 1920s. His most famous role was that of The Tramp, which he first played in the Keystone comedy Kid Auto Races at Venice in 1914. From the April 1914 one-reeler Twenty Minutes of Love onwards he was writing and directing most of his films, by 1916 he was also producing them, and from 1918 he was even composing the music for them. With Mary Pickford, Douglas Fairbanks and D. W. Griffith, he co-founded United Artists in 1919.

jueves, 1 de noviembre de 2018

Piensa en lo que sí quieres… / Think about what you really want…

“Aquí está el problema. La mayoría de las personas está pensando en lo que no quiere, y luego se pregunta por qué eso se presenta una y otra vez.”

“Here's the problem. Most people are thinking about what they don't want, and they're wondering why it shows up over and over again.”


JohnAssaraf, fue un niño de la calle, es ahora un autor internacional de superventas, orador y asesor empresarial, comprometido con ayudar a los empresarios a generar más riqueza sin dejar de vivir una vida extraordinaria. John ha dedicado los últimos veinticinco años de su vida a investigar el cerebro humano, la física cuántica y las estrategias comerciales, puesto que están relacionadas con el éxito en los negocios y en la vida. Al aplicar lo que ha aprendido, John ha creado cuatro empresas multimillonarias desde cero, y ahora comparte sus extraordinarias ideas sobre la creación de negocios y la generación de riqueza con directivos y propietarios de pequeñas y medianas empresas de todo el planeta. Para saber más sobre él puedes visitar su web: http://www.onecoach.com/.

For over 25 years, John Assaraf has been seeking and finding the secrets to success—both in business and in life.
John Assaraf is a two time New York Times bestselling author, lecturer, business growth expert and entrepreneur.
His expertise for achieving the psychology and strategies for success in life and business has him as a frequent guest on Larry King Live, Anderson Cooper 360, The Donny Deutsch Show, Ellen DeGeneres and numerous radio and print media worldwide.
John appeared as one of the featured experts in the movie “The Secret” which he helped launch into a worldwide phenomenon and in the PBS special “Quest for Success” with the Dali Lama and Richard Branson.